Emplazan a 30 universidades del país a huelga por 60% de aumento
Georgina Saldierna V. Unos 30 sindicatos han emplazado a huelga a igual número de universidades públicas para los primeros días de febrero, en demanda de un aumento salarial de 60 por ciento, en promedio.
Entre otras, están emplazadas la Universidad Autónoma de Chapingo, la de Zacatecas, Oaxaca, Chiapas, Durango y Chihuahua, así como El Colegio de México, el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del IPN, el Centro de Investigaciones y Docencia Económica y la Universidad Autónoma Metropolitana.
El sindicato de la UAM, por ejemplo, demanda un incremento salarial de 60 por ciento y retabulación del 30 por ciento, informó el ex secretario general Edur Velasco, quien destacó que las negociaciones con la Rectoría aún no comienzan.
Por su parte, Fredy Godoy Magaña, secretario de Análisis, Estudios y Estadísticas del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM), informó que diversos sindicatos pretenden establecer un frente común de lucha, con el propósito de solicitar aumento salarial de emergencia.
Señaló que los representantes sindicales han sostenido varias reuniones para fijar la estrategia de lucha que aplicarán en los primeros meses de 1997, aunque aún no se logra un acuerdo al respecto.
Destacó que la mayoría de los sindicatos universitarios han emplazado a huelga por un incremento salarial de 56 por ciento, aunque otros piden 60 por ciento, además de la revisión del clausulado del contrato colectivo de trabajo.
Analistas universitarios resaltan que el aumento salarial de 16 por ciento otorgado al STUNAM --que tradicionalmente se hace extensivo a los otros sindicatos universitarios-- es totalmente insuficiente para resarcir el deterioro salarial de los trabajadores. Calculan que el poder adquisitivo del salario tuvo una pérdida de 34 por ciento, sólo en el presente año, lo que se suma al deterioro que arrastran los trabajadores desde hace más de una década.
Estudiosos de la Facultad de Economía de la UNAM destacaron que, con el actual sueldo, los trabajadores apenas alcanzan a comprar 30 por ciento de la canasta básica que podían adquirir antes de la crisis de 1982. De ahí que insistan en la necesidad de elevar los sueldos.