La Jornada 28 de diciembre de 1996

``¿Quién lanzará la primera piedra? No seré yo'', asegura

Blanche Petrich, enviada, Guatemala, 27 de diciembre El presidente guatemalteco Alvaro Arzú Irigoyen, quien dentro de algunas horas logrará culminar la negociación que sus antecesores arrastraron sin la decisión política definitiva, asegura que no será su gobierno el quelance ``la primera piedra'' que ponga en peligro la convivencia entre los guerrilleros que esperan incorporarse a la vida política, y los grupos conservadores recalcitrantes que hasta ahora tuvieron la sartén por el mango.

Optimista porque siente que concentra la atención de gran parte de la prensa internacional --la otra está en Lima--, Arzú dio hoy una conferencia de prensa para hablar extensamente sobre la Guatemala pacificada. Fiel a sus creencias religiosas, el gobernante guatemalteco dijo que la paz que será firmada el próximo día 29 ``es mérito de Dios''. Pero por las dudas lanzó un vehemente llamado a los guatemaltecos para que acepten la paz y apoyen consecuentemente las acciones que se pondrán en práctica a partir de enero de 1997.


Coronas de espinas y lazos de amor, las plantas que
adornarán la Plaza de la Constitución, frente al
Palacio de Gobierno, durante la firma de paz en
Guatemala.
Foto: Pedro Valtierra/enviado

Promete, para los tres años que le quedan en el poder --``el primero ha sido larguísimo''-- poner ``muy probablemente'' un ministro de la Defensa no militar, sino civil; promete también hacer que el sector empresarial pague por primera vez impuestos y ``mejorar el nivel impositivo y los aportes al sostenimiento del Estado''; aspira a demostrarle a la comunidad internacional que Guatemala quiere terminar ``con años de aislamiento'' y ofrece a las inversiones extranjeras ``confianza y opciones interesantes''.

Sobre todo busca, no obstante su origen como empresario conservador y pertenenciente a un partido de derecha, el Partido de Acción Nacional, una imagen de equilibrio.

Se pregunta respecto al futuro inmediato de la Guatemala de la posguerra: ``¿Quién va a tirar la primera piedra? ¿El ejército que ha cometido todo tipo de abusos en contra de la población?... ¿Serán Estados Unidos y la Unión Soviética que armó y financió el conflicto? ¿Serán los empresarios que han practicado el principio de la evasión de impuestos? ¿O los políticos que arrasaron con las arcas paupérrimas del pueblo? ¿O las iglesias, que fueron las responsables de atizar el fuego de rencores y envidias? ¿O la prensa nacional que durante muchos años ignoró cosas muy graves que aquí ocurrían, quién sabe si mediante pagos debajo de la mesa?''

Siempre con la parábola de la primera piedra, se incluyó: ``¿O seré yo, que fui empresario y soy político, aunque nunca me haya robado un solo centavo?''

Y también la esencia del conflicto Este-Oeste: ``O será Cuba quien lance la primera piedra, que armó y entrenó a buena parte de la guerrilla? ¿O Guatemala, en cuyo territorio, en la finca Helvetia, se entrenó a los que fueron a invadir Cuba?''

Así, por sí solo, quedó planteado el tema de Cuba y la ya para ese momento descartada presencia del presidente Fidel Castro en la ceremonia de la firma de la paz, el domingo 29. Al respecto, Arzú aseguró que ``todo'' --la asistencia de Castro, lo mismo que la del vicepresidente estadunidense Al Gore-- fue simplemente ``una explosión especulativa'' de los medios de comunicación.

Sin embargo, no deja de mencionarse en medios cercanos a la misión estadunidense, que asistirá en muy bajo nivel a la ceremonia, encabezada por el asesor para América Latina de la Casa Blanca, Thomas McLarthy, que en el Departamento de Estado se amenazó con no enviar representación oficial de Washington si acudía a la firma de la paz el jefe de Estado cubano.

En la reunión con la prensa extranjera, Arzú expresó un reconocimiento a México por los aportes que su gobierno hizo al proceso de paz y anunció por ello que invitó al presidente Ernesto Zedillo a ser el orador que hable a nombre del Grupo de Amigos durante la ceremonia oficial que tendrá lugar en el Palacio de Gobierno el día 29. También adelantó que visitará México el 17 y 18 de enero.

Cauto, no quiso expresar esperanzas a futuro para alentar el retorno de refugiados en México, proceso que, dijo, no puede aun evaluar si ha sido o no positivo. ``Hágame la pregunta a mediados del año próximo y le responderé. Es que quiero ir a verificar personalmente, in situ, los proyectos de desarrollo. A mí me los reportan como positivos pero quiero verlos''. Y lo mismo reconoció en relación a los proyectos de reinserción sobre los más de un millón de desplazados internos. Sobre estos procesos reconoció que ``hubo mucho abuso'', que ``en gobiernos anteriores se vendieron tierras muy caras y muy malas'', y que por ello detuvo esos programas hasta poder reevaluarlos y considerarlos personalmente.

Y a su llamado a la comunidad internacional para apoyar el proceso de paz, Arzú recibió ya una respuesta con la promesa hecha aquí por el Banco Interamericano de Desarrollo, de un préstamo por 92.3 millones de dólares destinados a la inversión social y el desarrollo comunitario.