La Jornada 30 de diciembre de 1996

Beneplácito de peruanos ante el diálogo directo gobierno-MRTA

Oscar Camacho Guzmán, enviado, Lima, 29 de diciembre Un día sin negociaciones y sin nuevos anuncios fue este domingo en Lima, al cumplirse 13 días de la toma de la residencia del embajador japonés, Morihisa Aoki, por un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).

Sin embargo, todos los medios de comunicación locales destacaron el primer encuentro ``cara a cara'' que se concretó la tarde del sábado entre el negociador oficial del gobierno, el ministro de Educación, Domingo Palermo, y el dirigente del comando del MRTA, Néstor Cerpa Carpolini. El funcionario del gobierno del presidente Alberto Fujimori entró a la residencia diplomática y dialogó con Cerpa por espacio de tres horas, antes de la liberación de 20 rehenes que los rebeldes decidieron en muestra de ``buena voluntad''.

Efectivamente, ``ya existe un canal de comunicación directa y nosotros ahora nos vamos a mantener atrás'', confirmó el representante de la Cruz Roja Internacional que había venido fungiendo como enlace, Michel Minnig. Este hecho fue considerado por la prensa local como ``un paso importante'' y un ``gesto inconfundible'' de que el gobierno peruano ha dejado de lado la opción militar como salida a la crisis de los rehenes, iniciada el pasado 17 de diciembre, cuando un comando de 23 integrantes del MRTA se apoderó de la residencia de Aoki.

Y sobre todo porque hoy se conoce que una salida militar generaría un desenlace fatal, toda vez que durante su estancia en el interior de la residencia, el ministro Palermo pudo constatar que los 23 integrantes del comando son verdaderas ``bombas humanas'' que portan, cada uno, una metralleta, una pistola, un cuchillo, dos granadas en las piernas, municiones en la cintura y una mochila de entre 15 y 20 kilos de pólvora y explosivos.

El representante de la Cruz Roja declaró además que debe buscarse una salida pacífica, pues consideró que una opción militar generaría una matanza; reiteró que se ha respetado la integridad física y moral de los rehenes, y volvió a insistir en que al final triunfará la ``sabiduría sobre el salvajismo''.

A su vez, uno de los liberados el sábado, el embajador de República Dominicana, José Díaz, declaró a la prensa que los rehenes no sufrieron ``ningún tipo de torturas'' y que el MRTA ``aparentemente, quiere una salida pacífica''.

En tanto, en las calles que rodean la lujosa residencia del embajador japonés ha disminuido el número de periodistas de guardia, y ya sólo se mantienen durante todo el día los enviados de las televisoras de Japón y de Perú, así como las agencias internacionales.

La Cruz Roja, por su parte, mantiene el abasto de agua y alimentos y prepara una discreta cena para que los 83 rehenes y sus captores reciban el año nuevo el martes próximo.

Por otra parte, en el Palacio de Gobierno, este día no hubo actividad y al interior de la residencia de Aoki tampoco se observaron visos de movimiento, salvo la aparición en las ventanas de carteles con leyendas como ``Luchadores sociales también merecen libertad'', y ``El pueblo quiere paz con justicia social''. Como si las partes estuvieran a la espera de una resolución.