PROFUNDIDAD Y SOLEDAD
Raúl Llanos Samaniego Ť Durante el año que concluyó se efectuaron en la ciudad de México 3 mil marchas, organizadas principalmente por partidos políticos y agrupaciones sociales, las cuales dejaron ``cuantiosas pérdidas económicas'' a los capitalinos, aseguró Everardo Gámiz, presidente del Comité de Atención, Orientación y Quejas Ciudadanas de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF).
El representante popular externó que es prioritario legislar las marchas antes de los comicios de 1997 para elegir gobernador de esta capital, ya que de lo contrario la ciudad se volverá un caos derivado de los posibles conflictos poselectorales.
Durante la última sesión de ese órgano legislativo comentó que ``es preocupante que hasta ahora no se hayan podido consensar los intereses de quienes se manifiestan en las calles y de quienes resultan afectados por esas movilizaciones''.
Por ello, comentó que se realizará en febrero próximo un foro con el fin de definir ciertos puntos para reglamentar las marchas en la ciudad de México, porque diariamente se reportan en promedio de 10 a 15 manifestaciones.
Vivienda digna, demanda recurrente
Everardo Gámiz expresó que por lo menos 2 mil de las marchas realizadas en 1996 se dirigieron hacia las instalaciones de la Asamblea de Representantes y hacia el Departamento del Distrito Federal.
Precisó que sólo 30 por ciento del total de movilizaciones tuvo que ver con problemas generados en la ciudad, ya que 70 por ciento se relacionó con aspectos electorales, resoluciones de autoridades de alguna entidad o por quejas contra alguna agrupación política.
De igual manera, indicó que la demanda más constante en esas manifestaciones fue la vivienda digna, que en muchos casos también ``fue bandera de algunos partidos políticos para llevar agua a su molino''.
Le siguió la demanda ciudadana de mayor seguridad, y también se protestó contra la carestía de la vida. Añadió que los vendedores ambulantes participaron de manera importante en las más de 3 mil marchas ocurridas durante 1996.
Previó que en el próximo año habrá bastantes marchas, ya que por un lado se dará el descongelamiento de rentas y por otro se efectuarán las elecciones para gobernador de la ciudad de México, ``motivos más que suficientes para salir a las calles a protestar''.
En opinión de Everardo Gámiz, las pérdidas fueron cuantiosas, ya que no sólo se afectó a los mismos ciudadanos de un punto determinado de la ciudad, sino también a la economía capitalina en su conjunto, ya que mucha gente no logró llegar a su empleo o bien se generaron mayores niveles de contaminación.