La Jornada 3 de enero de 1997

Llama Alamilla a votar para ``evitar que el país siga en manos corruptas''

Alma E. Muñoz Ť Genaro Alamilla, obispo de Papantla, Veracruz, llamó ayer al pueblo de México a participar en las jornadas electorales de 1997, para evitar que ``la construcción del país continúe en manos de mentes corruptas''.

Entrevistado vía telefónica, recomendó a los partidos de oposición no recibir ``migajas'' de otros institutos políticos, sólo porque sus militantes renuncian inconformes al no satisfacer sus intereses personales. Con esto, ``sólo demuestran que no son personas con convicciones''.

Pidió a quienes buscan un puesto de elección popular que dejen de lado los discursos prometedores pero ``ineficaces'', y como ejemplo mencionó que en su toma de posesión el presidente Ernesto Zedillo aseguró que buscaría el bienestar de la familia, ``pero en este momento los aumentos de precios dicen lo contrario''. Y añadió:

``¿Ese es el bienestar de que nos hablan? El listado del incremento al precio de los productos básicos es contrario a los discursos bellos, en los que se hace poco o no se hace nada. Preferible que, por muy amarga que sea, se nos diga la verdad.''

Alamilla consideró que ya es hora de tener paz social en México, y coincidió con el grito que emitieron los integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994, en el cual hicieron señalamientos de ``realidades objetivas'' sobre el trato que se da a millones de indígenas en el país.

Consideró que ``ese fue un grito justo porque son hermanos marginados, sin educación, sin salud, sin trabajo y reprimidos'', pero dijo que es necesario evitar ``el protagonismo'' de algunos de sus dirigentes --principalmente zapatistas--, porque ``la paz se logra con la solidaridad, la justicia y con acciones políticas, pero no con complacencias ni tolerancias''. Por ello, hizo un llamado a los rebeldes del sureste del país a que depongan las armas y eviten traer ``perturbación a México''