SECRETARIO GENERAL
Efe, Ansa y Reuter, Nueva York, 2 de enero Ť Con las renuncias de 23 funcionarios de alto nivel, el ghanés Kofi Annan comenzó este jueves su gestión de cinco años al frente de la Organización de Naciones Unidas, que enfrenta dificultades financieras por el adeudo de 2 mil 300 millones de dólares de algunos países miembros, Más de la mitad de la deuda corresponde a Estados Unidos.
Fred Eckhard, portavoz de Annan, indicó que el nuevo secretario general de la ONU pretende reducir la plantilla de colaboradores cercanos y el de funcionarios, que se duplicó durante la gestión del egipcio Boutros Ghali, cuya reelección vetó Estados Unidos.
Entre los nombramientos anunciados por Eckhard destacan el del paquistaní Iqbal Riza , segundo de Annan cuando encabezaba el departamento de misiones internacionales de paz, como jefe de gabinete de la ONU.
También se designó carácter interino al sueco Rolf Knutsson, como director de Asuntos Políticos; al italiano Patrizio Civili, quien dirigirá la oficina de Asuntos Económicos, y a la francesa Elizabeth Lindenmayuer y al indio Shashi Tharoor, como asistentes ejecutivos.
En su primer día en el cargo, Annan, de 58 años y primer secretario general de la ONU proveniente del Africa subsahariana, consideró necesario alentar reformas para mejorar el desempeño de Naciones Unidas y reducir al mínimo los costos administrativos del organismo mundial.
Señaló que estas reformas también permitirán ``estimular'' a varios países miembros a saldar la deuda de 2 mil 300 millones de dólares que tienen con el organismo. Estados Unidos debe mil 300 millones de dólares, pero el Congreso estadunidense, dominado por los republicanos, sigue renuente a pagar.
Annan tiene previsto viajar en los próximos días a Washington para entrevistarse con funcionarios del gobierno de Bill Clinton e incluso aceptó una invitación del senador republicano Jesse Helms, uno de los principales críticos de la Organización de Naciones Unidas en el medio político estadunidense.
En tanto, Ghali reiteró que la ex embajadora de Washington en la ONU, Madeleine Albright, se limitó a transmitirle la ``versión oficial'' sobre el veto estadunidense a su reelección, pero, al mismo tiempo la ahora secretaria del Departamento de Estado le pidió que tal decisión no afectara las relaciones entre los árabes y la Casa Blanca.