Proponen a Carter y el Vaticano para mediar en la crisis de rehenes en Perú
Oscar Camacho Guzmán, enviado, Lima, 3 de enero Ť El ex presidente estadunidense James Carter y el Vaticano fueron propuestos hoy por legisladores para intervenir como mediadores en la crisis de los rehenes, al cumplirse 17 días de este suceso y al darse por hecho que existe una parálisis en el diálogo que venía dándose entre las partes.
El congresista opositor Harold Forsyth dijo que Carter es ``una buena opción'' para ayudar en este ``callejón sin salida''. Sostuvo que Carter es ``un experto'' en mediaciones y negociaciones, ya que así lo demostró en conflictos como los de Angola, Etiopía, Haití y Ruanda.
Sin embargo, se mostró contrario a un acuerdo de paz con el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) y de su eventual legalización, por considerar que se trata de un grupo marginal y que utiliza ``métodos terroristas'' que la sociedad rechaza.
A su vez el ex vicepresidente peruano y actual legislador Máximo San Román abogó por una mediación del Vaticano, al invocar a Juan Pablo II para que disponga que su representante en Lima, monseñor Luigi Dossena, actúe colabore en la crisis.
Afirmó que el Papa ``es la persona indicada para solucionar el problema que aqueja a los rehenes, sus familiares y a los peruanos''. Empero, la Iglesia peruana no ha aludido a esa posibilidad, y el obispo Juan Luis Cipriani señaló que el gobierno está tratando este incidente con ``mucha cautela'' por las vidas en juego.
Este día ni el gobierno del presidente Alberto Fujimori ni el comando del MRTA se movieran de sus irreconciliables posiciones y, más bien, comenzaron a utilizar el tiempo como un factor estratégico que ambas partes esperan juegue de su lado en esta crisis de los rehenes.
Desde el martes, cuando el comando y Fujimori endurecieron sus posiciones y se enfrascaron en una batalla de recriminaciones y descalificaciones mutuas, el gobierno rompió el contacto directo con el comando armado y no ha vuelto a enviar a la residencia del embajador japonés al ministro negociador Domingo Palermo.
Además, este viernes ya ni siquiera se presentó a la residencia tomada el obispo Juan Luis Cipriani, quien de manera alternativa a Palermo actuaba como negociador, así como tampoco el representante de la Cruz Roja Internacional, Michel Minnig, con lo que se agudizó la de por sí tensa situación que se vive en este país desde que comenzó el problema.
Ante la falta de iniciativa de ambas partes, hoy circularon versiones de todo tipo entre los periodistas que cubren los hechos. Algunos enviaron sus despachos dando cuenta de rumores según los cuales el MRTA estaría cavando un túnel para fugarse o que, ante la negativa de Fujimori a negociar, se dispondría a salir en cualquier momento hacia la selva central, con los 74 rehenes como escudo humano.
A la parte oficial también se le atribuye estar planeando una incursión militar y se cree que incluso el gobierno permitió la entrada de periodistas el martes a fin de conocer las posiciones del comando y los rehenes en el interior de la residencia.
Algunos analistas consideran que Fujimori no debe hacer concesión alguna, por el mal precedente que sentaría. Otros, en cambio, lo instan a comportarse como ``estadista'' y a abrir de inmediato una negociación directa y pública con el comando armado, a fin de alcanzar una solución integral que permita no sólo resolver la crisis de los rehenes sino también desarmar al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru e integrarlo a la vida política del país.
Pero tanto el gobierno como el comando del MRTA dieron muestras desde el jueves de que están dispuestos a no preocuparse por el factor tiempo y a esperar los días que sea necesario para doblegar al adversario. En todo caso, todo mundo parece coincidir en que esta crisis podría prolongarse todavía durante varias semanas más