El DF, ``de las 5 capitales más peligrosas del mundo''
Raúl Llanos Samaniego Ť La ciudad de México es una de las cinco capitales ``más peligrosas del mundo'', ya que en sus más de mil 250 kilómetros cuadrados se asientan 18 gaseoductos, siete poliductos, cuatro plantas almacenadoras y distribuidoras de hidrocarburos y 339 gasolinerías.
Además, existen 300 mil viviendas con siniestralidad sísmica --donde al menos un millón 150 mil personas viven en una situación de peligro latente-- y 257 colonias con riesgos hidrometeorológicos, debido a las numerosas barrancas y minas que existen en esas zonas, revela un informe de la Comisión de Protección Civil de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF).
El documento precisa que la alta vulnerabilidad de esta ciudad se manifiesta también en los asentamientos irregulares que durante los últimos años se han multiplicado en zonas lacustres con suelo muy frágil, o las grandes concentraciones urbanas que coexisten con zonas industriales importantes.
Frente a esta situación, los cuerpos de socorro y rescate son insuficientes en número y equipo para hacer frente a siniestros de magnitud considerable, por lo que si se presentan dos hechos simultáneos de este tipo ``estaríamos todos los ciudadanos en un gran dilema'', asegura la presidenta de la Comisión de Protección Civil de la ARDF, Estrella Vázquez, para quien ``estamos atrasados en todas las medidas de prevención''.
Estos hechos son, de alguna manera, ratificados por altos directivos de la Cruz Roja y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quienes en entrevista reconocen que a pesar de que han hecho frente a los siniestros ocurridos a la fecha, es limitado su personal humano y técnico para contrarrestar las consecuencias hacia los capitalinos.
En tanto, el cuerpo de bomberos --indica el informe de los asambleístas-- cuenta con 10 estaciones y mil 98 elementos para cubrir una extensión urbana de mil 250 kilómetros, en donde se asientan 16 delegaciones políticas, mil 662 colonias y 55 mil 546 manzanas. El punto neural de esta problemática está, para estos cuerpos de socorro, en la falta de recursos económicos.
De acuerdo con el informe de la Comisión de Protección Civil, los principales riesgos en esta capital son cinco: los geológicos (sismos y zonas de barrancas), hidrometeorológicos (inundaciones, deslaves y derrumbes producidos por las lluvias), fisicoquímicos (industrias de alto riesgo donde pueden registrarse fugas de sustancias peligrosas), sanitarios (derivados de los basureros) y los socio- organizativos (por espectáculos masivos).
Precisa que el 90 por ciento de las delegaciones políticas registra alta vulnerabilidad, pero menciona que los niveles más preocupantes están en la Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Benito Juárez, Alvaro Obregón, Azcapotzalco y Coyoacán.
Las colonias más vulnerables ante sismos son, principalmente: Centro; Tlatelolco, Guerrero, Juárez, Peralvillo, Atlampa, Santa María la Rivera, San Rafael, Cuauhtémoc, Condesa, Doctores, Roma y Obrera. Datos de la Secretaría de Obras del DDF precisan que en 2 mil manzanas es donde se han registrado los mayores estragos de los tres sismos más intensos que ha sufrido esta ciudad, en 1957, 1979 y 1985.
Asimismo, las demarcaciones más vulnerables a los riesgos hidrometeorológicos son: Alvaro Obregón, Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Miguel Hidalgo, principalmente, que junto con seis delegaciones más albergan a 257 colonias con ese tipo de peligro.
Por lo que hace a los riesgos fisicoquímicos, los asambleístas de esa Comisión mencionan en su informe que en el Valle de México hay instaladas más de 30 mil industrias, en especial en Azcapotzalco, Gustavo A. Madero e Iztapalapa; también 339 gasolinerías a lo largo y ancho de esta capital, además de gaseras en Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Iztapalapa, Cuauhtémoc, Tlalpan y Xochimilco.
Urgente, un diagnóstico sobre riesgos
En su informe anual, la Comisión de Protección Civil hace un llamado al gobierno capitalino para que se elabore un atlas de riesgo que garantice a la población el derecho a estar informado sobre las áreas peligrosas y ayude a la cultura de la protección civil.
Pero también la presidenta de esta comisión hace un llamado a las autoridades capitalinas para que se destinen mayores recursos económicos para los cuerpos de socorro y para fortalecer esa cultura de prevención.
No obstante, reconoce que existe voluntad y se han dado ya algunos pasos, como la expedición de la Ley de Protección Civil para la ciudad, que ayudará a atender de forma eficiente y eficaz las eventualidades de una metrópoli con ese cúmulo de sitios y condiciones de alta peligrosidad