La Jornada, 6 de enero de 1997

Las estrellas variables permiten calcular distancias extragalacticas

Juan Carlos Villa Soto Ť ``Pareciera que todas las estrellas que vemos en el cielo son iguales, pero eso no es cierto. Ya los griegos conocían un tipo de estrellas que ahora se denominan variables. Algol, perteneciente a la constelación de Perseo, variaba su luz cuando Medusa, que convertía en piedra a las personas, abría o cerraba sus ojos''.

La doctora Rosario Peniche García, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, nos dice que hay dos tipos de estrellas variables: las intrínsicas, que varían su luz debido a fenómenos internos, y las extrínsicas o eclipsantes.

``Las eclipsantes, como Algol, son estrellas binarias que giran alrededor de un centro de masa común; su movimiento da lugar a eclipses: como están muy lejos a simple vista se ve como un solo punto, pero en el momento que una estrella tapa a la otra observamos que disminuye su luminosidad''. La doctora Peniche comenta que las estrellas binarias son muy importantes porque son las únicas que permiten determinar la masa de las estrellas con base en el conocimiento de ciertas leyes físicas.

Las estrellas explosivas constituyen otro tipo de estrellas variables. Los chinos registraron la posición del cielo donde en el año 1072 explotó una supernova. En ese sitio se ve ahora una nube muy tenue. Antes de que se usaran los telescopios se sabía de la existencia de las estrellas variables e incluso explosivas, apuntó la entrevistada.

La especialidad en astrofísica estelar nos dice que al ubicar las estrellas en un gráfico que muestra la relación entre la temperatura y la luminosidad se ve que la mayor parte de ellas pertenecen a la banda que se denomina la secuencia principal; la energía que emiten estas estrellas se produce a partir de la transformación de hidrógeno en helio. Sin embargo, también hay una banda de inestabilidad, que atraviesa a la secuencia principal y en ella se encuentran las estrellas variables intrínsicas. Estas estrellas variables, dijo, se pueden clasificar por su período de variación (el tiempo que transcurre entre que se ven más y menos brillantes) y por su brillo intrínsico o magnitud.

En la banda de inestabilidad están en primer lugar, en orden de luminosidad, las Miras, que son supergigantes con períodos de variación de entre 100 y 300 días. Siguen las cefeidas que son gigantes con períodos de entre 1 y 50 días. A continuación están las RR de Lira con períodos de 8 horas a un día. Luego encontramos a las Deltas Scuti con períodos de 45 minutos a 3 horas. Finalmente están las enanas blancas con períodos en el orden de minutos.

La doctora Rosario Peniche nos dice que este tipo de estrellas son muy importantes porque han servido para calcular distancias extragalácticas. ``Si se conoce el período de variación de una estrella se puede deducir su luminosidad o brillo intrínsico y al conocer esto se puede determinar a qué distancia está el objeto'', acotó.

La doctora Peniche también se ha interesado en estudiar cúmulos, que son sistemas de estrellas que se formaron al mismo tiempo de una misma masa de gas. ``Al estudiar los cúmulos podemos determinar edades de estrellas. Si alguna de estas estrellas es variable podemos determinar todas sus características y con base en estos datos podemos elaborar modelos estelares''.