La Jornada 9 de enero de 1997

Reitera Aznar su apoyo al mandatario peruano

Afp, Efe, Dpa, Ap, Ansa y Reuter, Madrid, 8 de enero Ť El presidente del gobierno español, José María Aznar, reiteró hoy su apoyo al gobierno del presidente Alberto Fujimori en la búsqueda de una solución ``positiva'' a la crisis de los rehenes, que dura ya 22 días en la residencia del embajador japonés en Lima.

En declaraciones a una agencia de prensa europea, Aznar recordó que desde la misma noche del asalto por un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), ``el presidente Fujimori ha recibido la solidaridad del gobierno español. Nuestro deseo es que la situación se resuelva positivamente''.

España, además, rechazó el llamado de un representante en Europa del MRTA para que la comunidad internacional medie en la búsqueda de una solución política a la crisis, de acuerdo con declaraciones del secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando Villalonga.

Dijo que no era aceptable ese llamado porque el MRTA es un grupo ``terrorista'', y España ``no negocia con terroristas''. Mucho menos, acotó, tratándose de una situación de chantaje. ``En esas condiciones es imposible hablar de negociaciones'', indicó, aunque agregó que su gobierno sólo mediaría si se lo pidiera el peruano.

El representante del MRTA en cuestión, Isaac Velazco, quien reside en Alemania, brindó una conferencia de prensa esta tarde en Madrid, en donde formuló su llamado a la comunidad internacional para hallar una solución pacífica al conflicto de los rehenes en Perú.

Tras insistir en que en el grupo armado no existe la palabra rendición, y subrayar que el MRTA no se conforma sólo con una mejora en las condiciones carcelarias de sus compañeros en el país sudamericano, aseveró: ``llegaremos hasta donde sea necesario para lograr la liberación de los presos''.

Velazco apuntó que todo es negociable, que se requiere del diálogo y que ``todos los prisioneros de guerra sean tratados como seres humanos, trato que no reciben nuestros compañeros en las cárceles en Perú''. Acotó que es posible presionar política y económicamente al régimen de Fujimori para solucionar los problemas que originaron la insurgencia.

El primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto, criticó por su parte al periodista nipón que ingresó a la residencia tomada en Lima, al considerar que este tipo de actos podrían desencadenar consecuencias inesperadas y ``obstaculizar los esfuerzos del gobierno peruano para resolver la crisis pacíficamente y liberar a todos los rehenes''.

Hashimoto comentó que este hecho había sido lamentable, declaración a la que se sumaron otros funcionarios en Tokio al coincidir en que ``cualquier acto, por pequeño que sea, puede convertirse en algo impredecible''.

En Vancouver, Canadá, parlamentarios de más de una veintena de países asiáticos y del área del Pacífico exhortaron al presidente peruano Alberto Fujimori a no hacer concesiones a los rebeldes del MRTA, quienes mantienen cautivos a 74 rehenes desde el 17 de diciembre.

Este grupo, entre cuyos miembros figuran Canadá, Estados Unidos, Japón, Perú, México, China, Indonesia, Australia y Singapur, emitió una resolución de condena a la acción emerretista, pidió la liberación inmediata de los rehenes y expresó su solidaridad con el pueblo peruano y su confianza en el gobierno de Alberto Fujimori para resolver el problema pacíficamente