La Jornada 9 de enero de 1997

Fernando Benítez
Defender lo nuestro

Debo recordar una vez más que en los últimos años de Porfirio Díaz hubo superávit financiero. ¿Por qué? Porque los ferrocarriles, el petróleo, los puertos, la electricidad, el transporte, eran de los Estados Unidos y de Inglaterra. En realidad México no era nuestro. Debemos preguntarnos si deseamos el superávit a cualquier precio.

Hoy están a la venta ferrocarriles, plantas petroquímicas, puertos y se quiere traer con ahínco nuevas inversiones extranjeras. Y esta decisión entraña riesgos.

Teléfonos de México (Telmex), como lo dice su nombre, es mexicana. Para modernizarla se debía suprimir a muchos empleados y Carlos Slim, su presidente, no cesó a nadie sino que los retuvo y les enseñó las nuevas técnicas y hoy se ha llevado la telefonía a 20 mil pueblos lejanos.

Actualmente el gobierno federal privilegia a los nuevos competidores de Telmex, las multimillonarias AT&T y MCI, lo que al decir de Carlos Slim, ha provocado que la telefonía local subsidie a la de larga distancia, cuando antes la situación era inversa. Mientras en Estados Unidos por utilizar la infraestructura de otra telefónica se paga un precio de 45 por ciento sobre el costo de la llamada, aquí es solamente 2 por ciento. Esto les permite a los nuevos concesionarios ofrecer precios muy por abajo de lo real.

Debemos defender y estimular el crecimiento de las empresas mexicanas, de lo contrario siempre estaremos subordinados a los intereses de los países del primer mundo.