La Jornada 9 de enero de 1997

En Quito, miles de personas protestaron contra las alzas Anuncian sindicatos ecuatorianos posible huelga nacional

Afp, Reuter, Efe y Ansa, Quito, 8 de enero Ť Miles de personas marcharon hoy por las principales ciudades de Ecuador, y varios sindicatos amenazaron con decretar una huelga nacional, en rechazo a los drásticos aumentos de más de cien por ciento en los servicios eléctricos, telefónicos, de transporte y gas anunciados este miércoles por el gobierno del presidente Abdalá Bucaram.

Tras admitir que los aumentos son ``un duro golpe para el pueblo'', Bucaram se vio obligado a frenar parcialmente el alza en el precio del gas anunciada por su ministro de Energía, Alfredo Adum, quien decretó un incremento del 417 por ciento, cifra que finalmente se redujo a un 245 por ciento. El mandatario justificó la decisión de levantar el subsidio que el Estado mantenía al gas porque el Congreso no aprobó un conjunto de medidas tributarias que buscaban superar el déficit fiscal de 450 millones de dólares.

``El Congreso negó leyes que creaban recursos para el Estado, por lo que se decretaron estas medidas que afectan a los más pobres'', dijo Bucaram, al tiempo que afirmó que para finales de año se establecerá una bonificación para familias de bajos ingresos y disminuir ``el impacto social''.

Pese a los inminentes incrementos, el gobierno congeló el salario mínimo, equivalente a 143 dólares incluyendo todas las bonificaciones de ley, y sólo autorizó un alza de 15 dólares a sus bonificaciones salariales.

El precio de los pasajes de transporte público no se anunciaba aún, pero fuentes citadas por la prensa local daban cifras de por lo menos 100 por ciento, con el levantamiento del subsidio estatal. Asimismo, el incremento en el precio del gas de uso doméstico y el aumento de entre 150 y 450 por ciento a las tarifas de consumo eléctrico y telefónico provocaron hoy varias protestas estudiantiles y sindicales.

El Frente Popular, encabezado por el izquierdista Movimiento Popular Democrático, cumplió esta mañana en Quito la primera protesta popular que Bucaram enfrenta desde que inició su gestión, hace cinco meses.

La marcha, convocada por la Unión Nacional de Educadores (UNE), reunió a 5 mil maestros, estudiantes y jubilados, como parte de una serie de movilizaciones que continuarán mañana a nivel nacional.

En varias localidades del país se registraron también manifestaciones estudiantiles que chocaron con la policía antimotines, según informes radiales, mientras en Guayaquil, la segunda ciudad del país, los jóvenes paralizaron el tránsito en las principales calles, y grupos sindicales quemaron neumáticos.

A su vez, el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la más importante coalición sindical del país, decidió romper el diálogo que sostenía con los sectores empresarial y gubernamental con miras a la aprobación de un pacto social, luego de que Bucaram le negara una audiencia para este miércoles.

El presidente del FUT, Ramiro Veloz, anunció una reunión del comité ejecutivo este jueves para decidir las acciones a seguir contra el paquetazo económico, entre ellas una posible huelga nacional en la segunda semana de febrero, a la que se unirían los maestros. Las protestas coincidieron con una falsa amenaza telefónica de bomba en el palacio de gobierno, que obligó a miembros de la seguridad presidencial a evacuar el lugar.

Según el analista local Oswaldo Dávila, 90 por ciento de la población se verá afectada por el plan económico neoliberal del gobierno, al pronosticar que ``la clase media se volverá pobre, y los pobres se convertirán en miserables''.

Sin embargo, el ministro Adum dijo que ``el que quiera celeste que le cueste, esto (las alzas) va a obligar a los ecuatorianos a ser más trabajadores, a producir más, se acabaron los vagos''.

Por su parte, los gremios periodísticos anunciaron para mañana una marcha de ``bocas vendadas'' a la casa de gobierno en protesta por cuestionamientos a los comunicadores y amenazas a dos reporteros por parte de Adum, quien dijo que los periodistas sólo se dedican a ``tomar café, hablar por teléfono y joder a los demás'', lo que obligó al presidente Bucaram a pedir hoy ``mil disculpas'' a la prensa.