La Jornada 9 de enero de 1997

La osamenta no es de Muñoz Rocha

Juan Manuel Venegas Ť Los estudios realizados a la osamenta de El Encanto determinaron que no corresponden a los del ex diputado priísta Manuel Muñoz Rocha, y en los próximos días --tal vez ``este mismo fin de semana''-- el procurador Jorge Madrazo Cuéllar dará a conocer el resultado de los peritajes realizados en México y Estados Unidos.

Trascendió en fuentes oficiales que los restos fueron trabajados por profesionales y que algunos órganos presentaban incluso hilo quirúrgico para sutura, lo que demostraría que antes de ser enterrado fue objeto de prácticas médicas.

Por otra parte, diversas versiones del gobierno federal indican que el ex fiscal Pablo Chapa Bezanilla gratificó --con ``unos 500 mil dólares''-- a Fernando Rodríguez González, ex secretario particular de Muñoz Rocha, y principal testigo de las imputaciones que se hacen a Raúl Salinas de Gortari como presunto autor intelectual del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu. Lo relevante es que esa información estaría ya en manos de autoridades de las secretarías de Hacienda y de la Contraloría.

Otro favor que Chapa habría hecho a Rodríguez González para ``convencerlo'' de atestiguar contra Raúl Salinas, fue su traslado del penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez al reclusorio sur capitalino, semanas después de la captura de Raúl Salinas de Gortari.

Respecto a la osamenta, la información de que se dispone indica que los peritajes fueron negativos a las pesquisas y a los informes que presentaron Chapa Bezanilla y el ex procurador Antonio Lozano Gracia, antes de ser destituidos el 2 de diciembre pasado.

Chapa Bezanilla localizó los restos el 9 de de octubre de 1996, apoyado en una carta y un croquis hechos por Ramiro Aguilar Lucero y entregado a la vidente Francisca Zetina, La Paca. Luego de dos días de excavaciones en la finca El Encanto, ubicada en el perímetro de Cuajimalpa, los agentes federales al mando del fiscal hallaron una bolsa con un cuerpo mutilado.

De acuerdo con la información de Chapa Bezanilla, ese cuerpo --presuntamente el de Muñoz Rocha-- había sido enterrado en El Encanto por el teniente coronel Antonio Chávez Ramírez y un médico ``de acento extranjero''. Según la carta de Aguilar Lucero, fue testigo de que el 30 de septiembre en otra de casa de Raúl Salinas, en Reforma 975, fue asesinado el ex diputado priísta, supuestamente de un golpe con un bat de beisbol en la cabeza.

Ese mismo miércoles 9 de octubre, por la tarde, el entonces procurador Lozano Gracia ofreció una conferencia de prensa y tras hacer un reconocimiento a la labor de Chapa, dijo que en ``dos semanas'' estaría en posibilidades de precisar si los restos eran o no de Muñoz Rocha.

A finales de ese mes, Lozano ofreció otra conferencia y anunció que habían sido enviadas algunas muestras a laboratorios de Estados Unidos para determinar, a través de estudios del ácido desoxirribonucleico (ADN), la identidad de la osamenta. Esa vez pidió otras ``cuatro semanas'' para ofrecer resultados concluyentes.

El mismo día de su destitución, el 2 de diciembre, un periódico capitalino publicó que los estudios que había hecho la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, arrojaban resultados negativos: no son los restos de Muñoz Rocha, amaneció la noticia y con ello las prisas de Lozano por llamar a estaciones de radio para desmentir esa información.

Pero el lunes 16 de diciembre, su sucesor, Jorge Madrazo Cuéllar, terminó con las especulaciones: en su primera conferencia de prensa informó que efectivamente los peritajes de la Procuraduría capitalina habían determinado que los restos de El Encanto no eran los de Muñoz Rocha; que estaba a la espera de recibir los resultados de las pruebas en Estados Unidos, y dejó entrever la posibilidad de realizar un tercer peritaje.

Ayer, de manera extraoficial se informó que los peritajes arrojaron resultados negativos a las pesquisas del fiscal Pablo Chapa Bezanilla.

Además del hilo quirúrgico que presentaban algunos órganos sometidos a prueba, también se dijo que el corte del cráneo lo efectuaron profesionales en autopsias, que la estatura comprobada en la osamenta no corresponde a la de Muñoz Rocha y que los mechones de cabello resultaron negros y no casi completamente canos, como los que tenía el ex diputado del PRI.