Un pequeño grupo de barrenderos mexicanos se desnudó en uno de los templos de la nación. En el mismo sitio en el que el presidente de la República rinde su Informe de Gobierno. Ahí estuvieron, despojados de su vestimenta. Atrás los símbolos patrios, los nombres de los próceres de la nación incrustados en oro (¿será oro?) y el presidente de los debates. El escándalo invadió a los representantes populares quienes al no resistir la vergüenza se fueron a sesionar a otro lado. Los fotógrafos hicieron su agosto, pero su trabajo no se vio fielmente reflejado en las páginas de los diarios, ni en los noticieros televisivos. Con la excepción de La Jornada los demás medios escamotearon las imágenes. Les ganó el pudor.
Se ha creado la idea de que el PAN es un partido conservador. Pero no fueron los diputados de esta agrupación los únicos que se escandalizaron. Hubo expresiones de desagrado de los diputados del PRI y del PRD, y es que mogigatos los hay en todas partes. En la prensa se impuso la censura. No se atrevieron a mostrar de frente la protesta. En algunas imágenes de la televisión, las partes pudendas de los barrenderos fueron distorsionadas con el empleo de computadoras, como cuando en los programas policiacos no se quiere mostrar el rostro del presunto responsable del presunto delito.
Hubo un gran escándalo, pero los barrenderos no hicieron realmente nada, solamente se desnudaron. Ojalá los diputados y los censores se alarmaran de la misma forma al presenciar imágenes más impactantes, como la de los hijos de los trabajadores que carecen de empleo y que sufren todo tipo de carencias. Ojalá los defensores de la vestimenta se impresionaran de la misma manera ante los dos trabajadores de limpia tabasqueños que están a punto de morir de hambre.
Hace dos días en Zurich, Suiza, decenas de hombres y mujeres corrieron desnudos por las calles en protesta por los accidentes de tránsito y ni quien diga nada. El cuerpo desnudo se ha convertido en una forma de expresión que supera a la palabra. ¿Por qué en México nos espanta tanto que un grupo de trabajadores se quite la ropa?
Ellos tienen más dignidad y vergüenza que la mayoría de los diputados y, por supuesto, que el gobernador de su Estado, Roberto Madrazo.