El presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, dio tácitamente por muertos a los rehenes
Mireya Cuéllar, enviada, Lima, 14 de enero Ť El gobierno de Alberto Fujimori y el comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), no han logrado siquiera ponerse de acuerdo sobre las bases para el inicio de un diálogo que permita la liberación de los 74 rehenes que permanecen en la embajada japonesa desde el pasado 17 de diciembre.
Los familiares de los cautivos arrancan todos los días una nueva hoja al calendario sin tener claro cuándo volverán a ver a sus padres, hermanos, hijos, que desde hace 28 días están recluidos en la sede diplomática. El presidente Fujimori hizo hoy un llamado a los emerretistas para que liberen a los rehenes pero, cuando menos públicamente, sigue sin hacer un ofrecimiento concreto de canje al grupo armado.
La percepción de los análistas políticos peruanos es que Fujimori está apostando por el desgaste de Néstor Cerpa Cartolini y su grupo, así que mientras manda helicópteros para que sobrevuelen la embajada y crispen los nervios a los que están adentro, los emerretistas responden haciendo disparos que preocupan a los que están afuera. Por sí acaso, los representantes de medios japoneses, sobre todo los fotográfos, ahora suman a su guardia frente a la residencia el no olvidar su chaleco antibalas.
La rutina frente a la embajada sigue su curso de todos los días, que incluye chamanes que danzan por la liberación. Por la mañana aparecen Michel Minnig, cabeza del Comité Internacional de la Cruz Roja y un médico de la organización que revisa constantemente el estado de salud de los rehenes. Se entregan dos raciones diarias de comida, así como correspondencia, libros y ropa que envían los familiares, pero la esperada respuesta del MRTA a la oferta del gobierno de formar una Comisión de Garantes para iniciar el diálogo no brinca por ningún lado.
Cada día la policía pone más obstáculos a la prensa que hace guardia en el lugar. El coronel Fernando Zapata, alto mando de la Policía Nacional, dijo esta mañana a los reporteros que se ``abstengan'' de nuevos intentos de ingresar a la embajada. La norma es clara, dijo: ``no se puede ingresar sin autorización'', y es que corrió la versión de que dos periodistas quisieron repetir lo ocurrido el martes seis de enero, cuando representantes de la cadena japonesa Asahi se descolgaron por los techos.
Cerpa Cartolini colocó desde ayer un cartel pidiendo que el canal cuatro local entre a la residencia para hacer pública su respuesta al planteamiento gubernamental, y el canal hizo saber que aguarda la autorización del gobierno para acercarse, porque les gustaría preguntarle a los emerretistas cuánto ganaron con sus secuestros y qué explicación pueden dar de sus presuntos nexos con el narcotráfico.
El primer ministro, Alberto Pandolfi, y el ministro de Educación e interlocutor gubernamental en la crisis, Domingo Palermo, se reunieron la noche del lunes con Michel Minnig y Francis Amar, este último delegado general de la Cruz Roja Internacional para las Américas. La Cruz Roja no ha fijado su posición oficial respecto a la propuesta gubernamental.
Pandolfi y Palermo también tuvieron otro encuentro, éste con los directivos de las televisoras peruanas. Trascendió que el gobierno ya no quiere que se difundan a cuadro los mensajes que el MRTA pega en las ventanas de la residencia
Por otra parte, el presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, dijo aquí que su país sólo podría servir de ``puente'' para que los miembros del MRTA salgan de Perú, pero que allí no podrían quedarse porque ``no aceptamos delincuentes comunes'' e instó a Fujimori a no ceder ante los emerretistas.
Y mostrando una total falta de tacto que dejó helados a los periodistas presentes en el hotel Oro Verde, dio por muertos a los 74 rehenes aún cautivos al señalar: ``lamentamos el sacrificio de un centenar de peruanos, pero en el mundo hay seis mil millones de personas...'' ``Perú no puede ceder ante delincuentes comunes, negociar con quienes quieren amedrentar al mundo con la violencia''.
El obispo peruano Juan Luis Cipriani, quien acompañó a Fujimori y Bucaram en su visita de hoy a Ayacucho, instó por su parte al gobierno de su país y al comando del MRTA a que ``se sienten a dialogar de una vez por todas'' con ``la verdad, con transparencia y en nombre de Dios''.