El rechazo del PAN a la propuesta de políticos e intelectuales, en su documento Alianza por la República, asumida por el PRD, de formar una alianza electoral total entre estas y otras organizaciones políticas para la contienda de este año, parece cerrar este capítulo y aclarar el panorama, al menos para el Distrito Federal. Seguramente la iniciativa, el debate que suscitó y las reacciones dentro de los partidos y de sus simpatizantes tendrán repercusiones posteriores, pero es pronto para analizarlas.

Empieza también a aclararse la nómina de precandidatos a la jefatura de gobierno del DF, lo cual muestra que la campaña está ya en marcha. Las plataformas electorales partidarias ya están escritas y se entregarán el 15 de enero; pero son tan generales que no es en ellas donde encontraremos el proyecto de ciudad que presentarán los candidatos, por lo cual es tiempo de reflexionar sobre este tema.

Lo que queremos saber los ciudadanos, como habitantes de la ciudad y como electores, es el proyecto integral de ciudad de México que quieren construir los partidos y sus candidatos en el largo plazo, que no podrán concluir en el plazo de tres años que dura este mandato, pero que guiará sus acciones inmediatas. No basta el habitual listado de medidas puntuales, inconexas, de corto plazo con las cuales administrarán la ciudad y su crisis, para que todo siga igual. Esta exigencia se dirige sobre todo a los partidos de oposición, pues lo que haría el PRI ya lo conocemos; vemos sus resultados en la ciudad que tenemos, hoy hundida en una crisis multidimensional, con el país entero, pues ha estado en el poder por 68 años, ha aplicado sus políticas neoliberales durante 14 y nos ha repetido hasta el cansancio que son las únicas posibles y que no piensa modificarlas.

Este proyecto tiene que abordar los aspectos fundamentales de la problemática urbana y no sólo los de corto plazo, reconocidos por todos los ciudadanos y que son las manifestaciones más evidentes y dolorosas de la crisis del proyecto priísta de ciudad, pero no sus causas. Es el entramado complejo de múltiples procesos económicos, políticos, sociales, culturales y territoriales lo que construye la ciudad, y por ello, el programa electoral debe abordar todos aquellos que son determinantes y no sólo sus efectos visibles. Esbocémoslos en una breve síntesis.

El futuro deseable y posible de la economía de la ciudad, en sus múltiples sectores (agrario, industrial, comercial, financiero, inmobiliario, turístico, de servicios, etcétera), sus agentes, hoy muy estratificados, con énfasis en el mercado interno, la informalidad, el empleo, los salarios, la distribución del ingreso y la gestión de la infraestructura y servicios públicos. Un capítulo obligado es el de los impuestos y el gasto público del DDF. Articulada a la económica, el sentido global e integrado de la política social, hoy convertida en objeto de mercado y sus componentes fundamentales: salud, asistencia social a sectores vulnerables, educación, vivienda, servicios públicos, cultura, etcétera.

La relación entre el DF, la Zona Metropolitana de la ciudad de México, en el marco del proceso de megalopolización sobre 6 ó 7 estados del centro del país, los cambios que exige y las tareas que impone. La política territorial, en relación a la planeación y el crecimiento urbano, la preservación de recursos naturales, el transporte y la contaminación, la protección ante desastres (hubo otro recordatorio en el último sismo), etcétera.

La postura frente a la reforma política inconclusa para el Distrito Federal, la democratización efectiva y la participación ciudadana directa. La administración pública, la forma de gobernar, su relación con los ciudadanos y los derechos de éstos, la corrupción burocrática, etcétera. Los medios para enfrentar la violencia individual, organizada y oficial que hoy nos agobia. La política de comunicación social del gobierno y para los ciudadanos.

No hacemos un listado de temas; proponemos un referente para analizar las ofertas políticas de los partidos, que al menos nosotros utilizaremos en los meses que vienen.