FRICCION EN SAN LAZARO
Ciro Pérez Silva y Triunfo Elizalde Ť Luego de casi once horas de negociaciones en la Secretaría de Gobernación, quedaron solucionadas en un 99 por ciento las demandas de los barrenderos tabasqueños. Aún está pendiente el punto del pago de salarios caídos, que los barrenderos redujeron de 21 a 6 millones de pesos. Las negociaciones reiniciarán hoy a las 13 horas.
Al término de la reunión, que concluyó a las 23 horas, el senador perredista Félix Salgado Macedonio informó que de las 18 demandas que exigen los trabajadores tabasqueños, 17 están resueltas y que los 6 millones de pesos que piden ``pueden negociarse, porque lo más importante es la vida de los compañeros que siguen en huelga de hambre'', y una vez firmados los compromisos ``se suspenderá todo tipo de protesta''.
Un trabajador de limpia de Tabasco se despojó de sus
ropas ayer frente a las instalaciones de la Secretaría
de Gobernación. Foto: Carlos Cisneros
El senador perredista indicó que la representación legislativa se levantó de la mesa de negociaciones ``porque no había ningún representante del gobierno del estado de Tabasco que pudiera garantizar la firma de los acuerdos'', y manifestó su confianza de que hoy se llegue a un acuerdo definitivo, ``que avale el gobernador, el secretario de gobierno o el presidente municipal, pero que sea una autoridad tabasqueña que garantice la aplicación de los acuerdos'', insistió Salgado Macedonio.
Destacó que ``el dinero no es problema'', luego de reiterar que el monto de 6 millones de pesos que los barrenderos exigen como ``pago de salarios caídos'' ya no es un obstáculo, ``pues aún esta cantidad se puede negociar''. Lo importante, dijo, es que esté presente alguna autoridad de Tabasco para que avale los acuerdos.
Por su parte, el secretario de gobierno de Tabasco, Víctor Manuel Barceló, envió comunicados al secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet; al jefe del DDF, Oscar Espinosa Villarreal, y a Mirielle Roccatti, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en los que ``hace patente su indeclinable decisión de respeto a los derechos humanos, y exige a quienes a través de la manipulación atentan contra la vida y dignidad de los tabasqueños, una definición'' en beneficio de los ayunantes.
En los comunicados, acusa al dirigente de los barrenderos de Tabasco, Aquiles Magaña García, y a Julio César Alvarez de los Santos, de ``haber impedido'' al secretario de Salud de la entidad, Lucio Lastra Escudero, ``la posibilidad de ver y reconocer a quienes se encuentran en huelga de hambre''.
Indican los comunicados que ``por esa razón, responsabilizamos a Magaña García y a Alvarez de los Santos de lo que pueda ocurrir a las condiciones morales o físicas de quienes se mantienen en huelga de hambre''.
Previamente, Mirielle Roccatti, presidenta de la CNDH, y Luis de la Barreda, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, visitaron a los siete trabajadores de limpia de Tabasco que se encuentran en huelga de hambre. Los exhortaron a que desistieran de su prolongado ayuno, sobre todo Venancio Jiménez Martínez y Jorge Luis Magaña Alamilla, quienes hoy jueves cumplen 94 días sin probar alimentos sólidos.
La visita, anunciada previamente por el ombudsman capitalino, tuvo lugar a las 18:30 horas.
Roccatti y De la Barreda platicaron previamente con los cinco tabasqueños que hoy cumplen 54 días en ayuno. Uno de ellos, Agustín Vicente Sánchez, se incorporó, se puso de rodillas y le suplicó a la presidenta de la CNDH que interviniera para que se resuelva el problema que ellos viven.
Antes de retirarse la doctora Roccatti les dijo que la CNDH está intercediendo ante las autoridades tanto de Gobernación como de Tabasco; ``tengo confianza en que pronto se arreglará todo''.
Por su parte, De la Barreda les hizo notar que ``lo más valioso es la vida y que no tiene sentido perderla'', sean cuales sean los motivos, y que la muerte ``no sirve para alcanzar en lo individual una resolución satisfactoria''.
Acto seguido, los dos personajes pasaron a la tienda donde se encuentran Venancio y Jorge Luis, de quienes ayer sus signos vitales fueron: del primero, presión arterial 60/40, frecuencia cardiaca 55 por minuto, frecuencia respiratoria 26 por minuto, y el segundo: presión arterial 90/70, frecuencia cardiaca 58 por minuto y frecuencia respiratoria 24 por minuto.
Tanto la doctora Roccatti como De la Barreda permanecieron solos con los dos ayunantes. Al salir la presidenta de la CNDH presentaba un rostro de consternación.
Declaró a los medios de comunicacíón que habían invitado a Venancio y a Jorge Luis a abandonar su prolongada huelga de hambre, pero como única respuesta ha- bían obtenido movimientos de cabeza en sentido negativo.
Por su parte, el ombudsman capitalino aclaró que la visita que realizó con la doctora Roccatti tuvo como objetivo tratar de convencer a los siete ayunantes de que desistan de este sacrificio que están realizando. Aseguraron que su presencia era meramente humanitaria y pese a que la CNDH, de acuerdo con la ley que le rige no tiene facultades para interceder en asuntos laborales, está trabajando muy de cerca con quienes deben llegar a un acuerdo definitivo.
La doctora Roccatti reveló que el gobierno de Tabasco hizo saber ayer que está haciendo gestiones para que se retiren las órdenes de aprehensión contra los trabajadores tabasqueños, puesto que es otro de los puntos medulares para llegar a una negociación adecuada.
Presencia y ofrecimiento de ONG
Algunas de las principales organizaciones no gubernamentalees de derechos humanos, encabezadas por David Fernández, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez; Rocío Culebro, de Todos los Derechos Para Todos; representantes de la Comisión Mexicana de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos; del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, entre otras, se presentaron la mañana de ayer en el campamento de los barrenderos de Tabasco para manifestarles su pleno apoyo y plantearles dos ofertas que pudieran finiquitar el problema que enfrentan ante el gobierno de Tabasco.
David Fernández hizo saber que van a llevar a cabo de inmediato una colecta nacional e internacional para recabar fondos que sirvan para pagar los salarios caídos, y para financiar una miniempresa donde se dé empleo a todos aquellos trabajadores que sean liquidados.
Oscar Camacho Guzmán Ť Llegaron, arrasaron y se fueron. Los trabajadores de limpia de Tabasco volvieron de nuevo ayer al Palacio Legislativo de San Lázaro. Entraron por la fuerza, dejaron a su paso una estela de macetas y cabezas rotas, pero finalmente lograron que se integrara una comisión de legisladores, que ésta tomara cartas en el asunto y que intercediera, por último, ante la Secretaría de Gobernación para solucionar el problema laboral que vienen arrastrando desde hace cuatro años.
Igual que la semana pasada, los barrenderos de Tabasco hicieron acto de presencia en San Lázaro en busca de que diputados y senadores, sus representantes populares, les hicieran caso. Cansados de pedir y de no tener respuesta, esta vez llegaron a exigir, a demandar, a hacer ver con gritos y forcejeos, con palos y empujones, que tienen a dos compañeros languideciendo en huelga de hambre.
E igual que en otros sitios, volvieron a encontrar las puertas cerradas. Esta vez las del Palacio Legislativo de San Lázaro, donde sesionaría ayer la Comisión Permanante del Congreso de la Unión.
Pero esta vez, encabezados por el senador guerrerense Félix Salgado Macedonio, los barrenderos de Tabasco entraron por la fuerza.
Y es que en previsión de que volvieran, las autoridades de la Cámara habían girado órdenes para evitar que el senador perredista introdujera en su camioneta a los barrenderos.
Por eso, cuando Salgado Macedonio llegó acompañado de Aquiles Magaña y otros ocho barrenderos, los guardias de seguridad les cerraron las puertas de acceso al estacionamiento del recinto legislativo y les dijeron que sólo podían pasar él y su chofer. Nadie más.
Dispuestos a entrar, los barrenderos y el senador dijeron que de ahí no los movía nadie y que entrarían porque la ley dice que las sesiones son públicas y que los diputados y senadores son representantes, ``en teoría'', del pueblo.
En esas estaban cuando atrás de la camioneta del senador perredista se estacionó el auto del priísta Jorge Meade, quien en menos de unos cuantos segundos ya mantenía un intercambio verbal con Salgado Macedonio, que terminaría en recordatorios mutuos para las autoras de sus días.
La presión del grupo inconforme se incrementó, mientras los guardias hacían esfuerzos por mantener la puerta cerrada. Los tabasqueños ganaron finalmente y la camioneta del senador terminó por vencer la puerta de acceso al estacionamiento.
Dentro ya, la priísta Ofelia Casillas, presidenta de la Comisión de Gestoría y Quejas, se ofreció a mediar, pero poco caso le hicieron. ``Es usted una mentirosa'', le gritaron algunos barrenderos cuando la legisladora expresaba que al PRI le preocupaba este asunto.
Los barrenderos estaban dispuestos a llegar otra vez al Salón Verde y de nada valió que todas las puertas fueran bloqueadas y cerradas con candados. Por la escalera de emergencia se colaron hasta el segundo piso, y ahí hicieron de cinco macetas tierra y polvo. Una de ellas la arrojaron incluso contra una de las puerta de acceso al Salón Verde y por poco golpea a un vigilante.
A partir de ahí las negociaciones se apresuraron, hasta que lograron uno de sus objetivos: la integración de una comisión legislativa que tome en sus manos el problema que Roberto Madrazo no ha querido solucionar en Tabasco. De ahí, la comisión y los barrenderos partieron a Gobernación, donde hasta cerca de la medianoche aún seguían las negociaciones.
En tanto, los coordinadores del PRI en el Senado y en la Cámara de Diputados, Fernando Ortiz Arana y Juan José Osorio Palacios, respectivamente, condenaron los hechos y dijeron que el fuero de senador no autoriza a promover actos que vulneren el Congreso.
En la Cámara de Diputados, incluso, el despacho jurídico de la Gran Comisión comenzó a analizar la posibilidad de iniciarle proceso a Félix Salgado Macedonio para desaforarlo, en tanto que se informó que se presentará denuncia penal contra los barrenderos que ocasionaron destrozos en el recinto.
Barrenderos en Los Pinos
Y mientras el grueso del contingente de barrenderos se mantenía en la Secretaría de Gobernación, una comisión, junto con los dirigentes perredistas Nuria Fernández, Miroslava García, Joel Zimbrón, Ruth Ortega y Pedro Padrón, así como el diputado federal Flavio Sosa, llegaron por la noche a Los Pinos con la exigencia de que los recibiera el presidente Zedillo.
La llegada de los recolectores tabasqueños y perredsitas tomó por sorpresa a los guardias de seguridad de la residencia presidencial, quienes luego de unos minutos cerraron el paso a otro grupo de integrantes del PRD que buscaba acercarse también a Los Pinos.