La Jornada 16 de enero de 1997

Avala el MRTA la Comisión de Garantes

Mireya Cuéllar, enviada, Lima, 15 de enero Ť El Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) aceptó hoy la propuesta del gobierno de formar una Comisión de Garantes, en cuyo seno se empezaría a discutir una salida pacífica a la crisis de los rehenes, y sólo acotó que la integración de un representante de Guatemala y otro de un país europeo --sin precisar-- fortalecerían el papel de dicha comisión.

Néstor Cerpa Cartolini, el líder del comando armado, estableció contacto con varios medios de comunicación local e internacional --a través de un walkie-talkie-- para dar a conocer, en un comunicado de tres puntos, su respuesta a la propuesta gubernamental hecha el domingo pasado. Empero advirtió que ``sin solución favorable a nuestras peticiones --liberación de guerrilleros presos-- no hay salida posible''.

El comando emerretista, que inicialmente rechazaba esa propuesta por no comprender su demanda, aceptó ahora la formación de la Comisión de Garantes y dijo estar dispuesto a conversar para llegar a un acuerdo sobre el lugar donde se efectuarían las reuniones. Signa el comunicado del MRTA el comandante Cerpa Cartolini

Sin denegar la posibilidad de conversar diversos puntos, el MRTA señaló en el punto número tres de su comunicado: ``Consideramos que fundamentalmente se debe tratar la petición principal planteada por nuestra organización y que ha sido el motivo por el cual nos hemos visto precisados a ocupar la residencia del embajador Morihisha Aoki. Pensamos que esta petición debe abordarse sin obstáculos que pongan barreras infranqueables a fin de dar solución lo más pronto posible a este conflicto''.

Los emerretistas hicieron pública su respuesta luego de que el intermediario del Comité de la Cruz Roja Internacional, Michel Minnig, había entregado el comunicado oficial al interlocutor gubernamental, Domingo Palermo.

Desde el lunes pasado se esperaba la respuesta, pero fue apenas la mañana de hoy cuando algunos medios de comunicación y Cerpa pudieron hacer contacto. El MRTA pegó en una de las ventanas un cartel pidiendo el ingreso del Canal Cuatro --América Televisión--, pero el gobierno no daba su anuencia. Así que ayer la televisora colocó una unidad móvil en las inmediaciones de la residencia y entabló una conversación vía radio de onda corta con el jefe del comando.

En tanto el gobierno peruano se abstuvo de comentar la contrapropuesta emerretista de agregar a un representante de Guatemala y a otro de un país europeo, el canciller guatemalteco, Eduardo Stein, declaró que su país participaría siempre y cuando el gobierno peruano así se lo solicite, pero acotó que no dará asilo político a los guerrilleros del MRTA.

El único comentario oficial peruano surgió del ministro de Defensa, general Tomás Castillo Meza, quien dijo que ``está bien'' que el MRTA acepte la Comisión de Garantes y que el gobierno de Fujimori mantenga su postura de ``no negociar ni hacer concesiones'' al grupo rebelde. En cambio, el polémico general destituido Rodolfo Robles abogó por que el gobierno acepte discutir algunas liberaciones de guerrilleros para desbloquear la crisis de los rehenes.

Cuando los emerretistas asaltaron la embajada llevaron consigo un radio, a través del cual se han podido comunicar con las agencias de noticias y las grandes cadenas de televisión, que han montado en torno a este conflicto todo un aparato de comunicación. Hay quienes hacen trabajar todo el día sus scaners cerca de la embajada a la caza de las conversaciones de la competencia informativa.

En la entrevista con el Canal Cuatro, Cerpa Cartolini dijo que la situación en el interior de la residencia es ``controlable''. Cuando le preguntaron si el ministro Domingo Palermo es un interlocutor calificado, respondió que no deseaba entrar en ese terreno, porque es el gobierno el que lo designó como su negociador. ``Nosotros estamos asumiendo eso'', dijo.

El Canal Cuatro logró también hablar con el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Tudela --considerado el rehén con mayor valor de canje--, quien señaló que se ha generado una gran camaradería entre los 74 rehenes que permanecen en la residencia y que todos están confiados en que habrá una solución negociada a la crisis. Cerpa puso a Tudela frente al radio a petición del canal.

Con ánimo para bromear, Tudela indicó: ``Esto hay que tomarlo con un poco de sal y humor'', lo que mostró una vez más que los rehenes, con todo, están bien. De hecho, a muchos sorprendió que los primeros liberados se refirieran en buenos términos a sus captores. Un periódico publicó a ocho columnas --cuando el tercer grupo abandonó la residencia: ``No los están torturando'', como si se tratara de algo extraordinario.

El rol de la Cruz Roja

En tanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja se pronunció formalmente esta mañana en torno al papel que jugará en la Comisión de Garantes, y estableció que ``como institución independiente e imparcial, tiene un papel específico y distinto de otros posibles garantes''. Su actuación, dijo en un comunicado de prensa pegado en la puerta de sus oficinas en Lima, será de ``intermediario neutral''.

Centró en tres aspectos su tarea como parte de la comisión: favorecer los contactos entre las partes, crear las condiciones propicias de neutralidad para facilitar el diálogo y participar de forma directa en las discusiones sobre temas de índole ``humanitario únicamente''.

Finalmente, les recordó a las partes que su participación en la comisión esta condicionada al compromiso de todos (gobierno y MRTA) de que no se tomará ninguna iniciativa que pudiera poner en peligro la vida y la integridad de los rehenes.

El otro miembro de la Comisión de Garantes, el representante vaticano Juan Luis Cipriani, manifestó que la respuesta positiva del MRTA es ``el inicio de un final pacífico'' a la crisis de los rehenes. Así lo interpretaron también muchos analistas políticos, que en el transcurso del día dieron su opinión sobre el tema a los medios de comunicación.

Mientras con sofisticados equipos de comunicación las grandes cadenas de televisión y agencias internacionales logran comunicarse con los emerretistas, el gobierno de Alberto Fujimori hace esfuerzos por tender un cerco informativo en torno a la crisis. Fujimori quiere mantener el control sobre la información que se difunde en los medios peruanos.

Hoy se conocieron nuevos detalles de la reunión que el primer ministro, Alberto Pandolfi, y el ministro de Educación, Domingo Palermo, tuvieron con directivos de los medios de comunicación peruanos (radio, tv y periódicos). El gobierno les dijo en tono muy suave que se estaban convirtiendo en voceros del MRTA porque registraban con sus cámaras y grabadoras hasta el mínimo detalle de lo que dicen los emerretistas, que aquí son oficialmente ``terroristas''.

En el mismo tono los conminó a tener más cuidado con lo que transmitían, y a cambio el gobierno les informaría de todo lo que les hiciera llegar el comando que tiene tomada la residencia del embajador japonés. La radio y la televisión ya redujeron notoriamente su cobertura.

A varios integrantes de la prensa local no les molesta que el gobierno pretenda ``colar'' la información. ``Ustedes son muy condescendientes con el MRTA porque no han vivido el terrorismo'', comentó una reportera de televisión en tono de reproche hacia la prensa extranjera. Ahí mismo narró cómo su hermano más pequeño quedó con cicatrices en la espalda y los brazos porque tuvo la mala suerte de estar cerca de donde estalló un coche bomba colocado por Sendero Luminoso.

Muchos aquí, periodistas peruanos incluidos, dicen que el MRTA no ha tenido una vida tan activa como Sendero Luminoso en materia de terrorismo, incluso saben que muchos de los atentados que se le adjudican los cometió en realidad el ejército en el contexto de una guerra sucia, pero no pueden sustraerse a la inercia nacional de colocar al Tupac Amaru en el mismo terreno.

Uno se pregunta por qué los colegas se refieren a los emerretistas como ``subversivos'' o ``terroristas'', incluso en pláticas entre compañeros, y sólo en las cifras de los últimos años se encuentran visos de respuesta. Entre abril y julio de 1992 estallaron 24 coches-bomba en Lima y causaron decenas de muertos. Sólo en julio de ese año se produjeron 300 atentados que cobraron 193 víctimas. No importa quién los ejecutó, aquí nadie quiere saber nada de terrorismo.