El 6 de enero el ministro de Hacienda de Holanda, Gerritz Zalm, país que ocupa a partir de este año la presidencia de la Unión Europea por seis meses, calificó de ``histeria'' la pasión de los países del sur de Europa de formar parte, a partir del 1o. de enero de 1999, de la Unión Económica y Monetaria de Europa (UEM). Se pronunció porque el primer grupo de países que la integre sea reducido con el propósito de asegurar la credibilidad del euro, la moneda común de la UEM.
Presentaremos aquí los pasos que se han definido para la integración de la UEM.
En 1992 se firmó en Maastricht el Tratado de la Unión Europea, que estableció la decisión de conformar la UEM, la que representará un paso adicional en el proceso conducente a la plena integración económica de gran parte de los países europeos. Esto, entre otros aspectos, significó la decisión de reemplazar las monedas nacionales de los países que la integran por una unidad monetaria común, el euro. Actualmente, la Unión Europea está integrada por 15 países. Ellos son las cuatro grandes economías de Europa --Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido--, los países pequeños de elevado nivel de ingreso --Bélgica, Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Austria, Finlandia y Suecia--, y las economías relativamente más débiles de Grecia, España, Irlanda y Portugal.
La constitución de la UEM está concebida como un proceso que transcurrirá en tres fases: a comienzos de 1998 se anunciará la lista de países que están en condiciones de integrar inicialmente la Unión; a partir del 1o. de enero de 1999 se comenzará con la introducción de la moneda única en las operaciones al mayoreo, y a partir del año 2002 comenzará la emisión de las nuevas monedas.
La Unión Europea ha concedido la primera prioridad a asegurar que la nueva moneda, el euro, goce de elevada credibilidad, por lo que ha puesto como condición que para que un país pueda formar parte de la UEM, debe tener presiones inflacionarias reducidas. Por ello, los criterios básicos se han referido a la convergencia fiscal, en el sentido de que para integrar la UEM un país no deberá tener un déficit fiscal superior al 3 por ciento del producto ni que su deuda pública supere el 60 por ciento de este mismo agregado.
En este momento, la media para la Unión Europea es de 4.4 por ciento de déficit público y de 73.5 por ciento de endeudamiento. El único país que actualmente cumple con los criterios establecidos para integrar la UEM es Luxemburgo. Los que están definitivamente muy alejados de poder cumplir con estas condiciones durante el presente año son Bélgica, Grecia, Italia y el Reino Unido. Esto haría posible que al menos 11 países puedan calificar para, a partir del 1o. de enero de 1999, integrar la UEM. Pero esto requerirá que, con la excepción de Luxemburgo, en diez países europeos se continúen aplicando durante el presente año medidas estrictas orientadas a la reducción en el déficit en el presupuesto público y/o del endeudamiento público. Al parecer, el ministro de Hacienda de Holanda está confiado en que los países del norte de Europa estarán, a fines de 1997, en condiciones de cumplir con los criterios de la UEM, pero muestra profunda desconfianza de que España y Portugal estén en condiciones de hacerlo.