La Jornada 18 de enero de 1997

En 95 me pidieron declararme culpable y me negué, dice el general a La Jornada

Roberto Garduño E. y Juan Manuel Venegas Ť ``Mantenerme encerrado es un capricho del alto mando del Ejército'', respondió por el otro extremo de la línea telefónica el general brigadier José Francisco Gallardo Rodríguez.

Tiempo después de enterarse del contenido del comunicado que emitió la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), que descalificó la recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para liberarlo, el militar encarcelado en el Campo Militar número uno expresó su opinión a este diario.

``Siento que ésta es una falta de seriedad del gobierno para manejar este proceso. En mi caso se ha violado todo, procedimientos, términos, documentos, y todo para retenerme aquí''.

-¿Quién es el responsable de su encierro?

-Yo supongo que es un capricho del alto mando del Ejército. Se trata de mantener un estatus, porque cómo van a justificar que un oficial perseguido durante ocho años salga de un día para otro, lo que ellos quieren...

-¿Quiénes?

-Los que me juzgaron, es que me quede aquí, amenazado, por lo que resta del sexenio.

-¿Pero no se le han acercado, no han intentado solucionar el caso?

-En diciembre de 1995 vinieron y me dijeron que aceptara los cargos que me imputan. Los que entonces estuvieron conmigo fueron el jefe de asesores de oficio, el procurador de Justicia Militar, el asesor jurídico del Ejército. Pero mi postura fue que si aceptaba, violaba el orden jurídico; si doblaba las manos, daría entrada a la impunidad. Y yo no voy a permitir que eso pase.

``Yo les dije que dos cosas no negocio: mi dignidad y mis derechos, y además les dije que no voy a ceder hasta que mis jueces reciban castigo, que esos pillos no queden impunes.

-¿Por qué hasta ahora responde el gobierno?

-Yo estoy segurísimo que no cometí ningún delito. Y le puedo explicar por qué en estos dos años no metí un amparo. Porque al principio, cuando llegó el presidente Ernesto Zedillo, yo hice un pacto con el secretario de la Defensa para que todo se resolviera en el juzgado militar. Pero con el tiempo a ellos les faltó seriedad, tanto que nos ven como Dios a los Conejos.

``La autoridad debe ofrecer certidumbre a la ciudadanía, por eso yo no acepté lo que sugirieron. Mis derechos y dignidad no los negocio con nadie. La dignidad es a una persona lo que la soberanía a un país, imagínese, así lo concibo''.

-La iniciativa para crear un ombudsman militar fue detonante para encerrarlo. ¿Mantiene su postura?

-Mire; el Ejército debe generar seguridad y derecho en el país. Pero ¿qué está pasando? El problema en Chiapas es la actuación del Ejército, porque están documentadas las violaciones de derechos humanos, porque es alcahueteado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

-¿Qué haría usted?

-Reformar las instituciones, y en el caso del Ejército, crear un organismo que vigile al Ejército; de esa manera se mantendría la vigencia del Estado de derecho.

``Lo que debe hacer el Ejército es concentrarse en sus cuarteles y dejar a los civiles que se encarguen del manejo del poder, no importa el partido que gane en los procesos electorales. Por eso la trascendencia de la propuesta de crear un ombudsman''.

Encerrado en el Campo Militar número uno, el general Gallardo insiste en que no dejará a un lado su iniciativa, que no aceptará las insinuaciones de los altos mandos del Ejército Mexicano, ``no pediré perdón''.

-¿Cómo lo tratan?

-Hasta hace un año lavaba los baños, estuve sin pisar más de 12 meses el comedor porque pesaban sobre mí distintas amenazas de muerte, y yo tenía temor porque en una instalación militar sería fácil desaparecer al general Gallardo.

``De un año para acá ya me tratan mejor, pero a mis familiares los tienen muy amenazados: a mis hijos, a mi esposa... son tiempos muy difíciles para ellos''.

-¿Usted seguirá en el Ejército?

-Yo sigo en el Ejército, tengo muchas cosas que hacer aquí. La creación del Ombudsman es primordial. Sería bellísimo que el secretario de la Defensa algún día comparezca ante el poder civil, ante el Congreso, y explique cosas como la del avionazo en el desfile militar de 1995, o de los soldados muertos en Baja California. Sería muy importante que explique qué fue lo que pasó