IFE: quien gane en el DF se deberá a sus electores
No habrá compromiso con el Ejecutivo: González Oropeza Ello dará mayor legitimidad al gobernante, señala el funcionario Ahora se meditarán mejor las leyes que se piense aprobar, agrega
Ricardo Olayo Ť El presidente de la Junta Local del IFE, Manuel González Oropeza, dijo que uno de los principales efectos de la primera elección de jefe de gobierno en la ciudad de México será el compromiso directo que debe adquirir el candidato ganador con los electores y no con el Presidente de la República, que hasta ahora es quien lo nombra y a quien rinde cuentas.
La elección servirá para dar mayor legitimidad al gobierno, el cual deberá ``meditar mejor'' las leyes que se piensen aprobar y permitirá una mayor diversidad, que es uno de los ingredientes de la democracia.
Sobre el fraude electoral, dijo que entre la población hay una opinión desfavorable de la transparencia de los procesos electorales, pero subrayó: ``Ahora no tendría sentido desacreditar las elecciones pasadas. No es justo decir que ahora sí se están haciendo las cosas bien y en los anteriores procesos no''.
Doctor en derecho por la UNAM, invitado como profesor visitante a la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) unos días antes de aceptar el cargo de vocal ejecutivo, González Oropeza tiene 44 años de edad, es apartidista y considera que el principal reto en su tarea es la educación de los ciudadanos en su participación electoral.
``Quienes estamos en la organización no lo hacemos por lo económico; lo hacemos por la conciencia del momento histórico que vivimos, por la importancia de la elección. Si algunos académicos hacemos crítica, hacemos análisis, es justo que también tomemos una responsabilidad cuando se nos llame'', indicó durante una entrevista realizada en sus oficinas.
--¿Qué se debe hacer para evitar el fraude, que es un ingrediente que siempre acompaña a una elección, según la opinión pública?
--No he estudiado el fraude, pero he percibido en la opinión pública la falta de credibilidad en la elección. Jamás he participado en la organización de una, y tampoco en un partido político, por lo que no me consta (el fraude). Lo que se debe hacer es lo que esta ocurriendo: darle participación a la sociedad civil en la organización de las elecciones, estar atento a los errores para subsanarlos y contar con la supervisión de los partidos políticos y de las organizaciones políticas.
--¿Cuál es el significado histórico de la elección del 6 de julio en la ciudad de México?
--El gobernante era designado por el Presidente desde 1824. Por primera vez la ciudadanía cobra madurez política para elegir a sus propios gobernantes, diputados y una Asamblea con facultades legislativas prácticamente plenas, pues sólo el Congreso de la Unión se reserva la modificación del Estatuto de Gobierno. El jefe de gobierno será electo como otro gobernador de otro estado, esa será la relevancia. De tal suerte que el jefe de gobierno debe de considerar a la ciudadanía como el dador de su nombramiento y no a un funcionario federal o al Presidente.
--¿En lo cotidiano, qué repercusión habrá para la vida de los ciudadanos?
--Sí, porque el jefe de gobierno tendrá una responsabilidad directa ante la ciudadanía, y anteriormente era ante quien lo nombraba. Claro, el Presidente seguramente se preocupaba y se preocupa de lo que la ciudadanía del DF piensa, pero esa preocupación va a crecer con el gobernante, porque ahora tiene una relación directa electoral. Si hace mal, la ciudadanía lo tomará en cuenta, y si hace bien habrá un voto de confianza.
Para el responsable de la organización de los comicios en la ciudad, donde serán elegidos 40 asambleístas y 30 diputados federales, ``el calendario electoral tiene una paradoja, hay que hacer muchas cosas en muy poco tiempo, y esas cosas no se pueden hacer rápido, porque inducen al error, y porque todos los pasos electorales están supervisados por los partidos políticos, entonces cualquier rapidez se frena con el proceso de verificación, pero no se puede hacer de otra manera''.
Por ello, explica, es que no se pudo dar una prórroga al proceso de fotocredencialización, el cual inició en octubre y no en noviembre, como era tradicional