ESPACIO ABIERTO Ť José Ureña

Convencen a Silva Herzog.

Gente del gobierno y de la cúpula priísta ha aprovechado la presencia de Jesús Silva Herzog en México para platicar con él e intentar motivarlo para que participe en el próximo proceso electoral capitalino.

Quienes lo han abordado cuentan que el embajador se ha abstenido de dar un sí comprometedor, pero interpretan que ha pasado del casi no definitivo de fin de año a expectativas para quienes lo ven como solución.

El puede seguir en reflexión. En el mando político del país no se percibe premura por resolver la postulación más difícil para el priísmo, y existe la aparente estrategia de conocer antes los nombres de los opositores.

Según encuestadores y analistas que pulsan el caso, la decisión presidencial tardará al menos un mes en tomarse, y se lanzará a quien tenga más aceptación popular y con ello garantice el mayor número de votos.

Alfredo del Mazo está listo por si lo llaman

Los sondeos para el poder y el partido hablan de al menos una decena de priístas con capacidad para contender por la jefatura del primer gobierno electo con voto universal y directo en el Distrito Federal.

No todos tienen posibilidades reales. En la cúpula las menciones giran sobre cuatro, enumerados en orden alfabético: Alfredo del Mazo, José Antonio González Fernández, Fernando Ortiz Arana y Jesús Silva Herzog.

El procurador capitalino, González Fernández, dijo en noviembre en Estados Unidos que sí aspiraba al cargo y de inmediato el entonces líder partidista, Santiago Oñate Laborde, le reconoció méritos para contender.

El jefe del control político del Senado de la República, Ortiz Arana, insiste en irse a su natal Querétaro y es la principal resistencia que enfrenta el sistema para llevarlo de abanderado por el Distrito Federal en julio próximo.

Las pláticas con el embajador Silva Herzog, se informa aquí, avanzan muy bien, y quienes tienen contacto con él no se sorprenderían si en los próximos días da el sí personal, en espera de la decisión superior.

Su voluntad se sumaría a la del director del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), Alfredo del Mazo, quien también pasó de cierta reserva inicial a una disposición abierta.

Algunos sabedores excluyen de esta lista priísta a Ortiz Arana y niegan que se le mantenga en México con la intención de enfrentarlo con Diego Fernández, Carlos Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas o Porfirio Muñoz Ledo.

Simplemente, manifiestan, cambió el calendario de postulaciones de ese partido porque, a juicio de su dirigencia, iba muy rápido y eso generaría presiones sobre el caso capitalino, pero el fin de semana se reactivará, acaso con Colima o Querétaro.

Presiones para cambiar los Estatutos del PRI

Una corriente de militantes distinguidos, a la que no es ajeno algún integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), realiza una campaña de convencimiento para modificar los documentos básicos del Partido Revolucionario Institucional.

Las inconformidades de esas personas se dirigen básicamente al contenido del inciso décimo del artículo 144 de los Estatutos, que especifica las condiciones a cumplir por los aspirantes a los principales cargos de elección popular.

Se dice en el texto:

``Para los casos de presidente de la República y gobernador, se requerirá acreditar la calidad de cuadro dirigente y haber tenido un puesto de elección popular a través del partido, así como diez años de militancia.''

No les será fácil borrar el principal logro de la 17 Asamblea Nacional del PRI, sacado a gritos y con ocupación de la tribuna por casi 2 mil delegados que llenaron el auditorio Plutarco Elías Calles de la sede partidista y se enfrentaron a la línea, al mandato superior.

Decía el texto original:

``X. Para los casos de presidente de la República, gobernador y senador, se requerirá acreditar la calidad de cuadro, dirigente o haber tenido un puesto de elección popular y cinco años de militancia.''

Todo priísta puede acreditar la calidad de cuadro, de manera que salen sobrando los otros dos elementos a considerar: el haber desempeñado algún puesto directivo y haber ganado algún cargo de elección popular.

Ese sábado 21 de septiembre, entre críticas al arribismo salinista, la directiva mandó oradores a defender el proyecto que dejaba abierta la posibilidad de acceder a la Presidencia de la República a militantes sin carrera partidista.

En el máximo calor asambleísta, la gente rechazó con silbidos y abucheos a esos enviados de la directiva: el diputado José Castelazo Ayala, el ex diputado Cuauhtémoc Anda Gutiérrez, el senador veracruzano Eduardo Andrade...

Fue este último quien desbordó los ánimos, al aseverar desde el micrófono que modificar la fracción equivaldría a enviar un mensaje de rechazo, de ruptura del Revolucionario Institucional con el presidente Ernesto Zedillo.

Casi todos los presentes le gritaron ¡palero!, ¡barbero! Desde la mesa de debates, Fernando Elías Calles le cortó el sonido y Eduardo Andrade se negó a dejar el atril. Como fueron a desalojarlo, se colocó junto a Rafael Oceguera Ramos, a quien increpó:

--¡Tú me pediste que subiera a defender el proyecto!

La asamblea hizo crisis. Fueron llamados el presidente Santiago Oñate La-borde y el secretario general, Juan S. Millán Lizárraga. Se puso a Netzahualcóyotl de la Vega como presidente de la mesa y luego vino la modificación por unanimidad.

La mayoría de los integrantes del gabinete, excluidos estatutariamente de la sucesión presidencial, protestaron. No han tenido cargos directivos ni puestos de elección, una o las dos cosas, y los requisitos son novedad.

Por ello presionan para que haya modificaciones. Estas no podrán hacerse, por ley, antes de las elecciones federales de julio, pero tal vez después sí, cuando se convoque a asamblea para ratificar a Humberto Roque Villanueva.

Si eso sucediera, si triunfara esa corriente, se borrarán la principal conquista de la 17 Asamblea Nacional y algo más: el compromiso de sustraer a ese partido de los intereses sexenales, del presidente en turno.

Fricciones de partidos por el cambio de 34 consejeros

Los representantes de los partidos políticos pelean al interior del Instituto Federal Electoral (IFE) porque tratan de imponer a gente suya o afín como consejeros electorales en siete estados y 34 distritos.

Los próximos días serán definitivos, pues deberán ponerse de acuerdo porque en el programa de la sesión del jueves se considera analizar y aprobar aspectos del financiamiento, los topes de campaña y la designación de vocales.

La búsqueda de consenso entre las fuerzas enfrenta mayores obstáculos porque el IFE estrena autonomía sin que haya criterios establecidos, una línea de conducta que haga uniforme y previsible la toma de decisiones.

Los acuerdos asumidos hasta hoy --revisión de vocales ejecutivos en estados y distritos, el financiamiento público, el registro de agrupaciones políticas-- exhibe el variado origen y visión de los nueve consejeros.

Unos no han dado el salto mental de la academia a lo que es un órgano electoral autónomo, alguno trata de convertirse en virtual vicepresidente del Instituto, otro más busca liderazgo y no faltan los protagonismos.

Adentro se sabe de señalamientos. Uno muy notorio va contra Juan Molinar Horcasitas, a quien los priístas ubican alineado al Partido Acción Nacional (PAN): él lo propuso, fue dirigente de la fundación Rafael Preciado e impulsó a su compadre Arturo Sánchez Gutiérrez, con quien compartió despacho, para director de prerrogativas a políticos.

Es lógico el desajuste inicial, pero también resulta deseable que pronto se alcance uno de los objetivos que delineó José Woldenberg en su toma de posesión: ``Pretendo hacer con mis compañeros de este Consejo General, no sólo y no tanto un espacio de deliberación, sino un verdadero equipo de trabajo para unas elecciones sin tacha''.

Tema libre

Los asesores jurídicos de la Cámara de Diputados prosiguen el análisis para proceder penalmente contra el senador perredista Félix Salgado Macedonio por los incidentes del miércoles, pero en el mando político no hay la intención de castigarlo por temer problemas mayores. Los abogados invocan dos artículos constitucionales: el 61, que declara fuero sólo para expresar opiniones y que hace responsable al presidente de la Cámara ``por la inviolabilidad del recinto'', y el 111, que indica cómo proceder penalmente contra diputados y senadores. Ni el PRI apoya tal procedimiento... Cosas de la política: el rector de la Universidad de Colima, Fernando Moreno Peña, es un hombre que llenó los grandes huecos que dejó el gobierno de Carlos de la Madrid Virgen. Impulsó la que para muchos es la universidad pública más moderna de México, elevó la calidad académica y hasta hizo obra que puso al servicio de los colimenses. En las encuestas priístas es el candidato ideal para gobernador. Pero vino una campaña en su contra por supuestos delitos cometidos años atrás y empezaron las dudas en el centro del país. Además, se encontró que muchos otros rectores aspiran a posiciones políticas y no se quiere hacer de las universidades un escalón público. Todo eso ha fortalecido al senador Jesús Orozco, quien ahora puntea, pero no están fuera otros prospectos: la directora de Leche Industrializada Conasupo (Liconsa), Socorro Díaz Palacios, y la senadora Graciela Larios, impulsada por el viejo líder cetemista Fidel Velázquez y acaso la mujer con más años y cargos de elección popular. Don Fidel sostiene que está por terminar la gestión en Querétaro y que el sector obrero no tiene perspectivas de otra gubernatura, amén de que no hay esos espacios para el movimiento femenil... En su visita al PRI, el embajador James Jones conoció un panorama que va más allá de ese partido: salió convencido de que el PRD lanzará a Porfirio Muñoz Ledo para jefe del gobierno del Distrito Federal, y que Carlos Castillo Peraza abanderará a Acción Nacional. Sus colaboradores comentaron que de inmediato se pondrá en contacto con Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa para conocer sus puntos de vista y completar su opinión prelectoral sobre México. Oficialmente les llama visitas de cortesía, protocolarias, salutaciones de año nuevo