El jefe militar de San Quintín, experto en contrainsurgencia
Juan Balboa, corresponsal, San Quintín, Chis., 20 de enero Ť Conocedor de la historia de las guerrillas en América Latina, pero sobre todo estudioso de la estructura militar de Cuba --donde fue agregado militar a principios de los años noventa--, el general de brigada Armando Soto Correa muestra optimismo al asegurar que el Ejército Mexicano no pretende crear un ambiente bélico en la zona zapatista, ``nuestra guerra es la paz y el trabajo social en las comunidades''.
En entrevista con La Jornada, el responsable de las operaciones militares en la zona con mayor presencia de milicianos y bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), acuña una frase castrense para responder una pregunta sobre la situación que impera en las cañadas, después del rechazo del EZLN al documento del presidente Ernesto Zedillo en materia de derechos y cultura indígenas:
En San Quintín, donde se ubica el campamento militar más
importante de la zona de las Cañadas de Chiapas.
Foto: Ana Isabel Patiño
--Sin novedad.
Descarta un posible enfrentamiento de sus tropas --más de 3 mil soldados, según cálculos de organismos no gubernamentales-- con los combatientes del EZLN; rechaza que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) haya aumentado el número de su personal en San Quintín --``no es necesario'', dice--, y destaca que el Ejército Mexicano apuesta a la paz y apoyará incondicionalmente el diálogo entre el gobierno federal y el EZLN.
Acompañado por dos de sus principales colaboradores en las actividades militares en esta región --uno de ellos egresado de la Escuela de Las Américas en Estados Unidos, donde nació y se creó la llamada guerra de baja intensidad y en la que se han formado los oficiales de la contrainsurgencia de América Latina--, el comandante del cuartel de San Quintín reconoce que los militares mexicanos fueron preparados para la guerra, aunque actualmente están trabajando para la paz y eso implica no atacar ni hostigar a las comunidades habitadas por mayoría del EZLN.
``El presidente Ernesto Zedillo y el secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, nos han ordenado incrementar la acción social y poyar el diálogo para que exista tranquilidad y trabajo en la zona de conflicto'', señala Soto Correa en la entrevista realizada en el comedor del campamento militar más grande de la Selva Lacandona y que fue elevado de rango: su mando está a cargo de un general y su trabajo depende directamente de la séptima región militar, en la práctica opera como la cuarta zona militar de Chiapas.
Existe en San Quintín un Campamento de Fuerza de Tarea conocido como Arco Iris y un Centro de Adiestramiento de Operaciones Especiales. Sus instalaciones inundaron este poblado tzeltal y mantiene unos 500 hombres con modernas armas, unas dos docenas de autobuses militares de transporte, y vehículos multipropósitos de transporte y carga con ametralladoras de 7.62 mm, además de morteros instalados estratégicamente en las principales entradas del poblado.
El general Soto Correa es un hombre interesado en los movimientos guerrilleros de América Latina. Fue durante dos años --en el periodo del embajador Mario Moya Palencia-- agregado militar de la embajada de México en Cuba; ahí conoció la estructura militar de los cubanos y las estrategias que la nación caribeña utilizó en países africanos como Angola y Etiopía.
Hoy tiene a su cargo la región más importante de los zapatistas y , sobre todo, la zona considerada por la propia Sedena como un territorio al mando del subcomandante insurgente Marcos. Quince kilómetros apenas dividen al principal campamento del Ejército Mexicano con la comunidad zapatista de La Realidad.
La entrevista se realiza en las antiguas instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad, ahora convertidas en la comandancia de la brigada Arco Iris. Nos recibe el capitán Marco Antonio Palma, y de inmediato nos trasladamos al comedor.
El general Soto entra poco después y de inmediato pregunta a los periodistas: ``¿Ya se dieron cuenta que todo está tranquilo?''
--General, a partir de que el EZLN rechazó la propuesta presidencial, ¿se han incrementado las movilizaciones de sus tropas?
--Nosotros no hemos hecho ningún incremento de tropas. Tenemos el mismo personal, estamos tranquilamente en paz con las comunidades que existen aquí, en las cañadas. Tampoco hay incremento de patrullajes, nada absolutamente. En el trayecto de su viaje ustedes han visto movimientos normales: llevamos a ejidatarios a Ocosingo con su café, o traemos gente de Balboa y San Bartolo para elegir a sus autoridades. Es una labor social permanente que estamos llevando a cabo por instrucciones del señor Presidente de la República y el señor secretario de la Defensa Nacional, y que en acatamiento de eso nos ordenó el comandante de la séptima región militar.
--¿Han aumentado los vuelos de aviones y helicópteros militares?
--Los vuelos de helicópteros son movimientos de rutina que se utilizan para abastecimiento de nuestras tropas, nada más. En algunos casos, cuando las comunidades nos piden apoyo, se lo damos.
--¿Cuál es la situación militar en la cañada de San Quintín?
--Sin novedad. Estamos tranquilos aquí.
Luego dice que en dos meses finalizará la construcción del puente estratégico sobre el río Jataté, que comunicará por carretera a Las Margaritas y Ocosingo, los dos municipios importantes de la llamada zona de conflicto, que cerrará el círculo militar de las principales comunidades del EZLN