Hecho aislado, la toma de rehenes por parte del MRTA: Fujimori
Ap, Afp, Efe, Reuter y Dpa, Lima, 20 de enero Ť El presidente peruano, Alberto Fujimori, consideró hoy un ``hecho aislado'' la toma de la residencia del embajador japonés y reiteró su rechazo al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), en una nueva señal de que no variará su posición ante el grupo rebelde que mantiene 73 rehenes.
``El pueblo peruano no quiere volver atrás ni tampoco acepta que la violencia o el desorden puedan retornar a la vida nacional'', declaró Fujimori al recibir las credenciales de los nuevos embajadores de la Unión Europea, Jean Michel Perille, y de España, Benito Secades.
Insistió en que ``independientemente de la firme voluntad política del gobierno peruano, existe el más amplio consenso de la población en torno a la necesidad de paz y estabilidad, contexto que debe lograrse sin merma de la autoridad y la ley''.
``Perú, a pesar de las coyunturas difíciles, como la de 1996 que estamos superando, proseguirá en la construcción de un futuro más digno y seguro'', dijo en alusión a la crisis de los rehenes, que hoy entró en su quinta semana sin visos de solución. El mandatario afirmó también que las inversiones extranjeras en Perú están ``totalmente garantizadas'' y que el flujo de éstas ``no se ha detenido'', en lo que consideró ``una prueba de que la confianza en el país prevalece''.
Las declaraciones de Fujimori fueron formuladas después de que el primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto, reiterara en Tokio su rechazo al terrorismo y su ``total confianza'' en las tácticas del gobierno peruano, que rechazó desde un principio la exigencia de los guerrilleros de liberar a los emerretistas presos.
El gobierno peruano y el MRTA han dicho que están listos para negociar, pero una prevista reunión sigue sin concretarse, debido a las discrepancias en torno al tema de los prisioneros, que los rebeldes consideran el principal en la agenda de conversaciones.
El líder del comando rebelde, Néstor Cerpa, reafirmó su postura el sábado en una transmisión radial por banda civil, como ha sido tradicional desde el inicio de la ocupación, aunque en los últimos días se produjeron interferencias que le impidieron comunicarse con la prensa, que además ha sido desalojada de los techos y terrazas cercanos por orden policial.
No obstante, fuentes de inteligencia citadas este lunes por el diario Expreso dijeron que Cerpa dispone de poderosos aparatos de radio para comunicase con sus compañeros de armas, incluso en el exterior, y aunque las señales son interceptadas, resulta difícil rastrear al receptor porque llegan a varios radioescuchas.
Pero a pesar del estancamiento aparente de las negociaciones, las visitas que el fin de semana realizó a la residencia de Morihisa Aoki el obispo de Ayacucho, Juan Luis Cipriani, hicieron surgir especulaciones en los medios locales sobre ``contactos secretos'' en marcha.
El ultraconservador obispo, amigo de Fujimori, fue aceptado por ambas partes como miembro de la Comisión de Garantes para buscar una salida pacífica a la crisis.
También forman parte de esa comisión un representante de la Cruz Roja y el ex rehén Anthony Vincent, embajador de Canadá, país incorporado debido a su ``credibilidad y su actividad en defensa de la democracia y los derechos humanos'', según una fuente de la embajada de Ottawa citada por la prensa local.
Entre tanto, la calma reinó esta jornada en la residencia diplomática tomada hace 34 días, donde la única señal de actividad la dio uno de los captores que salió a una ventana, aparentemente a colocar prendas de vestir para secar, y la llegada al anochecer de unos 70 manifestantes para ``pedir la paz''.
El punto muerto en que se encuentran las negociaciones preocupa a los allegados a los 73 rehenes, entre ellos altos funcionarios peruanos y empresarios japoneses, ante una solución que parece lejana.
``El tiempo juega a favor del gobierno. La gente se está cansando de esta historia y llegará el momento en que le dejará las manos libres al presidente. Las encuestas lo demuestran'', dijo a Afp un ex ministro que requirió el anonimato, al referirse a tres sondeos divulgados entre el sábado y este lunes, según los cuales la popularidad de Fujimori había vuelto a aumentar tras la toma de los rehenes, el 17 de diciembre