La CNDH, de acuerdo en la acción, ``pero no en la forma''
Triunfo Elizalde y Rosa Icela Rodríguez Ť Los problemas sociales podrán resolverse con apego a derecho y a la razón, nunca mediante el uso de la fuerza, dijo Mireille Roccatti, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y condenó ``cualquier acto de violencia'' para dar solución al conflicto de los ex trabajadores de limpia de Tabasco.
En conferencia de prensa de última hora, la ombudsman se refirió al desalojo de los acompañantes de Jorge Luis Magaña Alamilla y Venancio Jiménez Martínez. Ambos cumplían 96 días y medio en ayuno en el momento del hecho. Roccatti dijo: ``No estoy de acuerdo con la forma en que los trasladaron, pero sí en que se haya actuado para salvarles la vida''.
Aceptó que el conflicto de los barrenderos se ha politizado y negó que los granaderos hayan salido del estacionamiento posterior del edificio de la CNDH.
Sin reconocer que los policías agredieron a los barrenderos, Roccatti comentó que la CNDH investiga si hubo ``uso inmoderado de la fuerza pública''. Informó que las quejas que fueron presentadas por trabajadores de limpia ante la Comisión de Derechos Humanos capitalina ``serán atraídas hacia la nacional, de acuerdo con las facultades que le brinda la ley''.
La ombudsman señaló que es falso que la comisión haya estado enterada de antemano del operativo y agregó: ``Desde luego, cualquier acto de violencia es condenatorio provenga de donde provenga''.
También se refirió a la salud de los tres barrenderos tabasqueños que estaban en huelga de hambre y fueron llevados al hospital de Xoco. ``Médicos de la CNDH los están visitando dos veces al día para conocer su estado de salud y la forma en que están siendo tratados. Se les han aplicado las atenciones necesarias para su restablecimiento'', aseguró.
Aunque visitó a los ayunantes cuando cumplían 74 días en huelga, anoche Roccatti afirmó que ``estaban inconscientes y por lo tanto no podían decidir por sí mismos si suspendían o continuaban su ayuno'', y criticó a quienes orillan a personas que llevan demasiado tiempo en ayuno voluntario a seguirlo cuando ya no pueden decidir ellas mismas.
De la actuación de la comisión en el problema laboral que viven los ex trabajadores de limpia, la presidenta de la CNDH reiteró que de acuerdo con la ley que rige a la instituición no puede intervenir en ese tipo de asuntos. Pero dijo: ``Hay intransigencia de ambas partes para terminar con este caso, que ya trasciende las fronteras de nuestro país''.
Interrogada sobre si aceptaría ser garante de un nuevo convenio entre los ex trabajadores de Villahermosa y las autoridades tabasqueñas, la ombudsman titubeó, aunque señaló que no corresponde a la comisión ser garante del cumplimiento de ese acuerdo. ``Inclusive las propias autoridades de la Secretaría de Gobernación que están interviniendo como mediadoras tampoco pueden comprometerse en ese sentido'', señaló Roccatti.
Por otra parte, tras rechazar el uso de la fuerza pública como vía de solución al problema de los barrenderos tabasqueños, el Comité Ejecutivo Nacional del PRD demandó a las autoridades el respeto a todas las manifestaciones que se lleven a cabo dentro de los marcos legales.
Hizo un reiterado llamado a los gobiernos federal y al estatal de Tabasco y a los ex trabajadores de limpia a mostrar ``flexibilidad'' y a hacer un esfuerzo para alcanzar un acuerdo que permita la solución del conflicto.
En conferencia de prensa, el diputado Saúl Escobar y Laura Itzell Castillo, miembros del CEN perredista, recordaron que en distintas ocasiones, desde noviembre y diciembre, Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas han demandado a los barrenderos que levanten el ayuno ``porque la vida es invaluable'', y a buscar otras formas de lucha que no pongan en peligro la salud.
Sin embargo, dijeron, se respetan sus formas de lucha. La huelga de hambre de los ex trabajadores que están frente a la CNDH es un recurso constitucional y las autoridades deberían ver si pudiera ser resuelto por la vía del diálogo y no de la represión, señalaron.
Escobar indicó que el gobierno federal actúa como agente y servidor del gobierno de Tabasco, y hostiga y alarga las pláticas en una estrategia de desgaste