La Jornada 21 de enero de 1997

Ya probaron alimento sólido: director de Xoco; médicos lo niegan

René Castillero del Saz, director del Hospital de Xoco, aseguró que Jorge Luis Magaña y Venancio Jiménez se podrían recuperar en 15 días y que ya consumen alimentos vía oral y parenteral.

Sin embargo, médicos de ese nosocomio desmintieron de manera extraoficial esa versión, e indicaron que no han comido alimento sólido alguno y que ambos --que permanecen en el área de terapia intensiva--, reciben vitaminas, minerales y otros nutrientes por medio de sueros.

En tanto, Candelario Méndez Díaz, quien fue internado en un hospital privado, será dado de alta hoy por la mañana, luego de que los médicos diagnosticaron que se encuentra recuperado de los golpes que recibió en el abdomen y en el rostro el domingo pasado.

El director del hospital de Xoco se negó una y otra vez a dar información del estado de salud de los ex trabajadores de limpia de Tabasco: ``pregunten en Comunicación Social'', decía para luego tomar el teléfono y llamar a la oficina de Alfredo Cortina, director de Información del Departamento del Distrito Federal (DDF).

Sin embargo, ante la insistencia de que explicara en qué consiste el tratamiento médico de manera amplia, el galeno dijo que ya consumen alimentos por vía oral y parenteral. Que ambos ex trabajadores podrían recuperarse en 15 días y que su estado es ``estable''.

Aseguró: ``una gran ventaja es que no ingresaron muy deshidratados, eso ya es una gran ventaja'', reiteró y no quiso responder nada más.

Por su parte, médicos del hospital de Xoco que solicitaron el anonimato, mencionaron que ``ninguno puede probar alimentos vía oral, para eso falta todavía; lo único cierto es que se les están suministrando nutrientes''.

En el hospital, donde permanecen desde la madrugada del domingo Jorge Luis Magaña, Venancio Jiménez y Agustín Vicente Sánchez, no se han permitido las visitas de amigos o personas interesadas por su estado de salud.

Por toda respuesta, en el hospital de Xoco las trabajadoras sociales les piden que llamen al DDF, o bien les proporcionan el número telefónico de Tatiana Díaz Salgado: ``ella les sabrá decir'', les indican. Al llamar al número dado, obtienen como contestación el sonido de un fax.

En el caso de Candelario Díaz, se informó que será necesario que en los próximos días acuda a algún nosocomio a recibir atención en su oreja izquierda, después de que ésta le fue desprendida parcialmente por un granadero.

En tanto, la visitadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Vilma Ramírez, y un agente del Ministerio Público, acudieron ayer al hospital Angeles para tomar la declaración del barrendero sobre lo sucedido durante el desalojo frente a la CNDH.

Los médicos habían considerado que el tabasqueño, de 22 años, estaba en condiciones de salir desde ayer, pero prefirieron esperar unas horas en caso de que tuviera una recaída no prevista.

Los estudios clínicos practicados entre el domingo y el lunes indican que Candelario no tiene lesiones internas y sólo será necesario que se le apliquen algunos antibióticos útiles para desinflamarle el rostro, el abdomen y una pequeña herida en su pierna izquierda.

Candelario explicó que aún siente mucho dolor en la cara, pero consideró que eso no será impedimento para seguir en el movimiento de sus compañeros de limpia. Junto con su esposa y su hijo de dos años, regresará hoy al campamento instalado frente a la CNDH.

Por otra parte, en lo que fue la primera noche de la reinstalación del campamento de ex barrenderos frente a la CNDH, decenas de personas se congregaron para gritar consignas contra los granaderos, lanzar vivas a los ex trabajadores de limpia y botear durante toda la noche.

Con carteles en mano y realizando guardias por turnos, las más de 70 personas permanecieron en el lugar hasta las seis de la mañana acompañando a los ex trabajadores de limpia, quienes en su mayoría mitigaron el frío de la noche con fogatas. (Gustavo Castillo y Claudia Herrera)