La Jornada 22 de enero de 1997

Se ``castigará'' a las empresas que inviertan en la isla, advierte

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 21 de enero Ť La designada secretaria de Estado, Madeleine Albright, afirmó que la promoción de un cambio en Cuba figurará como una de las ``prioridades más altas'' en su gestión, y se comprometió a otorgar fondos para organizaciones disidentes de la isla e investigar --y si es necesario castigar-- a los ejecutivos de empresas extranjeras que inviertan en La Habana, violando la ley Helms-Burton.

Por otro lado, el Departamento de Estado criticó hoy la visita a Cuba del canciller canadiense Lloyd Axworthy, al considerar que ``no tiene sentido recompensar a un dictador'', según declaró el vocero Nicholas Burns.

Al responder en días pasados ante el Comité de Relaciones del Senado, que preside Jesse Helms, Albright reveló además que la administración del presidente Bill Clinton advirtió a una cuarta empresa que sus actividades en Cuba podrían estar violando la ley Helms-Burton, que reforzó el bloqueo de Washington con medidas que buscan impedir la inversión extranjera en la isla.

La carta de advertencia, enviada el 16 de enero, fue dirigida a la empresa panameña Motores Internacionales S.A, que dirige una oficina de ventas de la Mitsubishi en Cuba y cuyas operaciones incluyen oficinas en una casa privada confiscada por la revolución a una persona que posteriormente adquirió la nacionalidad estadunidense.

Otras fuentes informaron que los ejecutivos de Mitsubishi no han recibido carta alguna, ya que la empresa japonesa negoció en estas últimas dos semanas con el Departamento de Estado bajo el argumento de que no tiene control sobre las operaciones de la empresa panameña. Mitsubishi habría insistido en que la firma panameña retire un letrero con su nombre de la casa particular en Cuba, para no figurar en la lista de empresas investigadas por violaciones a la Helms-Burton.

``La aplicación del Acta de Libertad (la Helms-Burton) ha advertido a la comunidad de negocios que tomamos en serio la defensa de los reclamos de propiedad de los ciudadanos de Estados Unidos en Cuba'', escribió Albright. Tras señalar que al menos 12 empresas se han retirado de Cuba o cancelado planes de inversión como resultado de esta ley, declaró que ``estamos continuando las investigaciones... y tomaremos más determinaciones cuando los hechos lo ameriten''.

La nueva secretaria de Estado, que tomará posesión del cargo esta semana, también aseguró al ultraconservador senador Helms que continuará promoviendo ``vigorosamente'' el tema cubano en la Organización de Naciones Unidas y en la de Estados Americanos, ``para alentar a nuestros amigos en el hemisferio a presionar a favor de una transición democrática'' en la isla.

La ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU jugó un papel central en organizar la reacción estadunidense ante el derribo por cazas cubanos, en febrero pasado, de dos avionetas piloteadas por cubano-estadunidenses residentes en Miami, y ahora reiteró de nuevo ante Helms que ``la promoción de la democracia y la protección de derechos humanos en Cuba ha sido y será una de mis más altas prioridades''.

Aunque la próxima secretaria de Estado ofrece pocas precisiones en torno a cómo cumplirá esos objetivos, anticipó que continuará buscando caminos para ofrecer fondos a grupos opositores en Cuba y a sus similares en Estados Unidos.

También reiteró su apoyo a las anticastristas Radio y TV Martí, que transmiten hacia la isla desde Estados Unidos, y estimó que los contactos entre militares cubanos y estadunidenses no deben ir más allá de discusiones técnicas en la base naval de Guantánamo, ubicada al oriente de la isla.

En tanto, el Departamento de Estado insistió hoy en que ``el aislamiento, la contención y el reforzamiento del embargo es la mejor manera de tratar al último foco de resistencia en el continente'', al criticar ``respetuosamente'' la visita de 24 horas a Cuba que hoy inició el canciller canadiense.

Poco después, según agencias de prensa, Lloyd Axworthy --primer canciller canadiense que visita la isla desde 1959-- declaró en La Habana que desconocía los comentarios estadunidenses, pero recordó que ``cada país tiene derecho a tener su propia política externa''.

Canadá es el primer socio comercial de Cuba, y directivos de una empresa precisamente de ese país, la Sherrit International, fueron los primeros sancionados mediante la prohibición de ingreso a Estados Unidos, como prevé el título IV de la Helms-Burton.

Esta ley fue criticada desde Buenos Aires por el ex mandatario demócrata estadunidense, James Carter, quien la calificó de ``serio error, incluso un desastre'' que favorece a Fidel Castro al hacerlo aparecer como un ``héroe'' y darle una excusa para su política económica