Multa el Congreso estadunidense a Gingrich por violar el código ético
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 21 de enero Ť En dos actos que tuvieron como propósito limpiar la imagen de Washington al estrenarse las actividades políticas de la legislatura y del nuevo Ejecutivo, la Cámara de Representantes censuró formalmente hoy a su presidente Newt Gingrich, por su violación del código ético y le impuso una multa de 300 mil dólares, y poco después el mandatario Bill Clinton propuso una reforma del sistema de financiamiento de las campañas políticas en el contexto de las operaciones cuestionables que subsidiaron el proceso electoral de 1996.
Al mismo tiempo, los líderes republicanos y demócratas del Senado anunciaron sus primeras propuestas legislativas que enmarcarán el debate en los primeros días del 105 Congreso.
La Cámara de Representantes se ocupó principalmente este martes del asunto de Gingrich, quien aceptó haber utilizado fondos, alrededor de un millón de dólares, donados a organizaciones sin fines de lucro para financiar actividades partidarias, y subsecuentemente por no proporcionar información veraz sobre el asunto ante el Congreso. Esa violación le restó autoridad a uno de los líderes políticos más poderosos de Washington, y la prioridad de los republicanos era concluir un asunto que los ha debilitado.
Cuando admitió la falta hace unas semanas, Gingrich alegó no haberse asesorado suficientemente en materia de financiación y haber actuado sin mala fe, aunque aceptó haber proporcionado al Comité de Etica de la Cámara ``información engañosa'' en torno al caso.
Por 395 votos a favor y 28 en contra, el presidente de la Cámara fue castigado con una amonestación y una multa, una decisión sin antecedente en la historia del Congreso. ``La sanción es drástica y sin precedente. Es, también, la apropiada'', declaró la republicana Nancy Johnson, quien preside el Comité Etico camaral, el cual recomendó el castigo al pleno.
Clinton, a su vez, se presentó ante el Comité Nacional Demócrata para celebrar su triunfo, y utilizó la ocasión para proponer una reforma del sistema de financiamiento de campañas políticas. Con esto, su partido intenta tomar la ofensiva sobre un tema que ha dañado a su organización debido a una serie de escándalos sobre enormes montos de contribuciones cuestionables que recaudaron para la pasada campaña presidencial.
La propuesta de reforma se centra en el rechazo de lo que se conoce como ``dinero suave'' (fondos contribuidos no a una campaña, sino al partido para que se utilicen en lo que se quiera, lo que generalmente es apoyo para candidatos importantes, como el presidencial), y legislar un régimen en donde no se aceptarán fondos de intereses extranjeros ni contribuciones superiores a los cien mil dólares de cualquier individuo o empresa.
El presidente Clinton anunció que de manera unilateral e inmediata el Partido Demócrata ya no aceptará contribuciones de no ciudadanos o de empresas extranjeras. Y retó a los republicanos a implantar lo más pronto un acuerdo: ``Juntos dejemos de aceptar dinero suave incluso antes de que las reformas se promulguen en ley. Si lo hacen ustedes, lo haremos nosotros. Por qué no decir sí''.
Además, el Comité Nacional Demócrata presentó una lista de mecanismos que le impedirían a personas non gratas tener la posibilidad de establecer contacto con el presidente y vicepresidente durante fiestas y recepciones en la Casa Blanca. Los demócratas han debido regresar casi 1.5 millones de dólares en donaciones de dudosa procedencia, algunas de parte de gente que no son ciudadanos estadunidenses y no parecen contar con los recursos para hacer semejantes donaciones.
El Senado hoy se ocupa de definir lo que serán los puntos principales del debate político este año. El líder de la mayoría republicana, Trent Lott, propuso diez iniciativas legislativas diseñadas para ilustrar las diferencias con los demócratas e intentar así ser los primeros en ganar el juego político: capturar el denominado y muy deseado ``centro político''.
Las iniciativas incluyen propuestas sobre una enmienda constitucional que ordena un presupuesto federal balanceado, una legislación anticrimen y antinarcóticos, otra para limitar las actividades políticas de los sindicatos, y una más proponiendo un sistema de defensa antimisiles. Los republicanos no necesariamente creen que todos estos proyectos legislativos serán convertidos en ley este año, pero el liderazgo buscó sentar sus propias posiciones antes de que el presidente Clinton presente sus iniciativas legislativas en su Informe a la Unión, el 4 de febrero.
A todo esto, Lott adelantó que Madeleine Albright y el republicano William Cohen serán ratificados en sus puestos como secretarios de Estado y de Defensa, respectivamente. La decisión sobre Albright, que ya fue aprobada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, podría ocurrir este miércoles y la de Cohen el jueves.
Por otra parte, Clinton solicitó este martes a la Conferencia de Desarme de la ONU negociar rápidamente la proscripción de las minas terrestres antipersonales, para permitir que todos los niños del mundo ``caminen por la Tierra'', y la prohibición de fabricar materiales destinados a explosivos nucleares militares