PANOPTICA Ť Carlos Fernández-Vega
Fortaleza económica vs. inestabilidad política

Desde que estalló el enésimo ciclo de la crisis, en diciembre de 1994, analistas y corredurías financieras nacionales y extranjeras consensaron de inmediato el diagnóstico: El nuevo crack trascendía --con mucho-- el escenario económico y dejaba ver un claro fondo de inestabilidad política.

A dos años de distancia, dicho consenso no se ha modificado. Por el contrario, ratifica que los avances (no triunfalismos) en la reconstrucción económica del país corren el riesgo de terminar en el anecdotario, ante un panorama político que se enrarece vertiginosamente. Ello sin ponderar que 1997 debería ser --versión oficial-- el año de la consolidación, en plena efervescencia electoral.

La mejoría económica que vive el país --constatable, sin triunfalismos, por los desempleados, campesinos, obreros de salario mínimo, micro, pequeños y medianos empresarios al borde de la quiebra o los millones de perseguidos por la banca y sus tinterillos, por sólo citar algunos sectores convencidos-- puede irse al bote de la basura si los acontecimientos políticos de 1997 se desbordan.

De hecho, el Grupo Financiero Inverlat, en su más reciente análisis de perspectiva, advierte que ``desde luego, el riesgo más importante y evidente de 1997 es el efecto que ejerzan sobre la economía los acontecimientos del ambiente político; (este año) habrá una intensa actividad política y electoral, y es posible que estos procesos sufran deterioros significativos que afecten los mercados (financieros)''.

Más aún: ``si los procesos electorales generan problemas, si hay tensiones entre el Presidente (Zedillo) y su partido (PRI), si los partidos políticos adoptan posturas más radicales y menos negociadoras o si se dan cambios en el gabinete que no sean percibidos como favorables'', el impacto sería altamente negativo para el desempeño económico, ``especialmente a través de presiones sobre el tipo de cambio y de las tasas de interés'', dos de los más sustanciales avances del antitriunfalismo gubernamental.

Para el GFI, ``la transición a la democracia no se agota en lo electoral'', aunque ``no existe la menor duda de que ésta va a ser la variable que predomine en los próximos meses''.

De igual manera, un análisis de la Corporación Bancaria Suiza --por medio de la subsidiaria SBC Warburg Inc.-- subraya que el ambiente político en el país ``ha empeorado'' desde el estallido del nuevo ciclo de la crisis.

Ahora, anota, en los primeros dos meses del año que comienza, el foco de atención se centrará en los contendientes partidistas por la gubernatura del Distrito Federal, independientemente de que ``hacia el interior del PRI la pelea entre los diferentes grupos --incluyendo al presidente Zedillo-- por asegurar sus (respectivos) candidatos y llevarlos a la Cámara de Diputados puede mantener el clima de tensión''.

Para los analistas suizos, la ``llave'' del proceso electoral de la primera mitad de 1997 se encuentra en el Distrito Federal y los estados de Nuevo León y Sonora. Estas tres entidades concentran el 14 por ciento de la población nacional y generan el 35 por ciento del producto interno bruto.

En este sentido, ``los últimos sondeos sugieren que el PRI puede perder (las elecciones en) el Distrito Federal --generalmente ocupa el segundo o tercer lugar después del PAN y el PRD--, mientras en Nuevo León y Sonora (el margen de ganancia) resulta extremadamente apretado''.

La SBC señala que lo anterior puede representar una significativa pérdida, que se empataría con una pobre demostración en las elecciones para diputados federales, y pondría bajo una severa presión al PRI y sus relaciones con el presidente Zedillo.

Un problema clave en el arranque electoral, dice la Corporación Bancaria Suiza, es ``la batalla entre las diferentes facciones (priístas), incluyendo la del presidente Zedillo, por asegurar los candidatos correctos y ponerlos a la delantera''.

A pesar de conservar la mayoría, con cerca del 44 por ciento de los votos emitidos, el PRI registra una larga cadena de pérdidas electorales en los comicios posterior a 1994.

De acuerdo con el reporte de los suizos, el escenario macroeconómico de México para 1997 se presenta ``razonablemente robusto'', aunque ello no lo hace inmune ante eventuales dificultades políticas.

Ť (Correo electrónico: [email protected])