Revelan una propuesta que circula en el Consejo de Seguridad Nacional
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 24 de enero Ť La Casa Blanca considera una propuesta para establecer una fuerza aérea latinoamericana, con sede en Panamá, la cual utilizaría viejos jets de ataque y otras aeronaves estadunidenses que estarían operadas por pilotos de México y otros países de la región involucrados en la guerra contra las drogas.
Funcionarios del gobierno del presidente Bill Clinton confirmaron hoy a La Jornada que la opción política bajo consideración involucraría el traslado de equipo aéreo estadunidense usado, que ya no está en servicio en las fuerzas armadas estadunidenses, a América Latina para emplearse en un tipo de fuerza aérea regional con la participación de pilotos de los principales países que enfrentan el narcotráfico.
El diario Dallas Morning News reveló la existencia de esta propuesta en su edición de hoy e informó que el equipo podría incluir jets de ataque A-10 Thunderbolt y diversos tipos de aviones de detección tales como E-2 Hawkeye, P-3 Orions y HU-25 Guardian.
``El plan... es sólo uno de varias opciones bajo consideración'', declaró esta tarde el vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry. El Pentágono emitió una declara- ción similar, pero otro alto funcionario gubernamental consultado por este diario intentó restar importancia a la iniciativa. ``Esta es sólo una de un montón de ideas que están circulando'', dijo. ``Mucho de esto no es muy nuevo. Ya hemos proporcionado equipo militar de exceso a muchos de los países en América Latina, incluyendo helicópteros y aviones C-26 que tenemos programado enviar a México''.
Lo que sí es novedoso es la idea de establecer una fuerza aérea regional. Panamá ha promovido durante varios años la idea de establecer un mecanismo para ampliar la coordinación de los esfuerzos antinarcóticos en la región, y el zar de las políticas antinarcóticos de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, comentó el año pasado que estaba considerando la iniciativa.
Pero esa propuesta se centraba más en la comunicación y coordinación informática, y funcionarios del Departamento de Estado en particular han expresado cierta renuencia sobre este tipo de iniciativas, ya que propuestas de fuerzas armadas conjuntas siempre han provocado preocupaciones latinoamericanas sobre su soberanía.
El Dallas Morning News obtuvo un borrador de esta propuesta aparentemente secreta, que circula en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, la cual sugiere el envío de más de 70 aeronaves a Panamá para conformar dicha fuerza aérea regional. ``Estados Unidos todavía sería dueño de los aviones y los coordinaría y les daría mantenimiento en el nuevo centro en Panamá'', según el diario texano.
``Pilotos latinoamericanos volarían los aviones, principalmente para detectar aeronaves usadas por el narcotráfico. Algunos de los aviones podrían estar armados para detectar los aviones de los traficantes en tierra, sus pistas de aterrizaje y sus laboratorios de cocaína''. Los países que participarían en esta fuerza incluyen Colombia, México, Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador.
El rotativo indica que Washington ofrecería 15 oficiales para coordinar las operaciones de esta fuerza aérea, y los países participantes podrían solicitar el préstamo de los aviones por un costo nulo con base en contratos de corto plazo negociados con Estados Unidos. La propuesta del Consejo de Seguridad Nacional obtenida por el Dallas Morning News sugiere que Colombia, Venezuela y Brasil podrían compartir el uso de los 24 A-10 Thunderbolt actualmente almacenados en Estados Unidos, ya que han sido retirados de uso activo por el Pentágono.
La propuesta también indica que el Pentágono desmontará los sistemas de cañón antitanque de 30 milímetros de esas aeronaves, para sustituirlas con sensores infrarrojos y radar avanzado, además de ametralladoras. Perú y Ecuador no tendrían derecho a usar este equipo debido a su disputa fronteriza.
``Todos los países recibirían alguna combinación de aviones E-2 Hawkeye, P-3 o HU-25 Guardian para vigilancia y detección'', informa el periódico. El costo del programa, según el Dallas Morning News, sería de 400 millones de dólares para los próximos años.
Sin embargo, varios funcionarios de la administración Clinton expresaron su escepticismo sobre esta propuesta al ser entrevistados hoy por La Jornada, ya que estiman que es poco probable que la iniciativa sea bien recibida en América Latina. No obstante, el Pentágono difundió una declaración esta tarde informando que ``hay un proceso interagencia que continúa evaluando nuestros esfuerzos antidrogas y considerando opciones que podrían mejorar nuestros esfuerzos. El plan mencionado en la nota periodística fue uno de entre varias opciones que forman parte de ese proceso''.