Los rondines policiacos en la embajada, para ``preparar el diálogo'', dice el negociador oficial
Mireya Cuéllar, enviada, Lima, 25 de enero Ť El negociador gubernamental para la crisis de los rehenes, Domingo Palermo, justificó hoy el constante movimiento policiaco en las inmediaciones de la residencia del embajador japonés con el argumento de que la Policía Nacional hace ``preparativos para la eventual salida del MRTA'' a las reuniones de la comisión de garantes.
Palermo se reunió hoy con el presidente Alberto Fujimori por varias horas en el Ministerio de Educación y, al final del encuentro, ambos funcionarios defendieron las incursiones de la policía en territorio neutral, señalando que es parte de su labor patrullar el área.
Sin embargo, el argumento se cae cuando se interroga al ministro Palermo sobre la fecha de inicio de la negociación y no hay respuesta, al concretarse sólo a señalar que sostuvo una reunión con la Comisión de Garantes.
Mientras Palermo y Fujimori estaban reunidos, un helicóptero sobrevolaba la residencia, y el primer ministro, Alberto Pandolfi, explicaba en otra parte de la ciudad que no existe un compromiso formal con el Comité Internacional de la Cruz Roja para demarcar una zona restringida a la policía: ``Es cuestión de sintonizar las actividades, la Cruz Roja es una institución de prestigio y no se trata de enemistarnos con ella''.
La Cruz Roja mantuvo hoy sus labores humanitarias y trascendió que el acuerdo con el gobierno es que las tropas no transitarán frente a la residencia mientras alguno de los miembros del organismo se encuentre dentro.
Esta mañana sólo se acercó a la residencia el helicóptero. Como respuesta a los sobrevuelos, por la tarde los emerretistas dispararon al aire tres ráfagas de sus fusiles AKM, inquietando a las decenas de policías que se encuentran apostados en los alrededores.
Fue a las 17:12 horas cuando se escucharon las descargas y en está ocasión el nerviosismo estuvo del lado de los policías, quienes de inmediato cortaron cartucho y se pusieron en posición de ataque. Esta es la segunda ocasión en lo que va del asalto -ocurrido el 17 de diciembre- que los emerretistas disparan de día, pues casi siempre su respuesta a la intimidación policiaca era nocturna.
Las guardias de prensa, que cada vez eran menos, han aumentado desde que a la policía le da por intensificar durante la noche con simulacros de ataque, como ha ocurrido en los últimos días. Camiones antiminas, helicópteros y efectivos desplazándose por las paredes de las viviendas vecinas a la casa del embajador Morihisa Aoki son parte de la escenografía que se monta por las noches para no dejar dormir a Néstor Cerpa Cartolini.
Y como parte del show que todos los días se monta en las calles cercanas a la embajada, hoy un grupo de evangelistas se acercó lo más que pudo a la casa donde se encuentran rehenes y captores para organizar el trance colectivo. Antes de levantar los brazos, apretar los puños y llorar sobre la Biblia, el Congresista y pastor de los ahí reunidos, Alejandro Baito, tuvo a bien repartir tarjetas de presentación.
Para que la prensa extranjera no tuviera problemas, los cartelones de los feligreses del congresista de Cambio 90 -grupo de Fujimori- eran en inglés y español. El pastor leyó algunos pasajes de la Biblia, lanzó bendiciones a los rehenes y emerretistas (de paso a la prensa) y, antes de irse con sus rezos a otro lado, oró por Fujimori y el Tribunal Constitucional.
Los católicos se han visto más mesurados y prácticos; salvo la mujer que agredió a los chamanes que vinieron hace un par de semanas a ejecutar sus ritos, ahora optaron por repetir todo el día la grabación de una misa. Ahí sigue el altar con Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, ambos santos peruanos.
Luego de las prédicas evangelistas y los disparos emerretistas, un grupo de mariachis relajó el ambiente que circunda la residencia. Los familiares del vocal de la Corte Suprema, Carlos Giusti -uno de los 73 rehenes- se acercaron a la sede diplomática para festejarle desde la calle el cumpleaños 53. El mariachi empezó con El son de la negra y terminó con Las mañanitas.
Después llegaría también un grupo de música criolla. Esto parecía una peña al aire libre, muy a tono con el cálido verano limeño, más que una guardia a la espera de que se defina el futuro de 73 rehenes y sus captores.
Mientras, el canciller boliviano, Antonio Araníbar, hizo hoy una escala en Lima, e informó que el embajador de su país aquí, Jorge Gamucio -uno de los rehenes- está bien en la medida de lo posible. Medios de prensa han informado que su salud se deteriora.