ASESINADO
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 26 de enero Ť El asesinato de José Luis Cabezas, fotógrafo de la revista Noticias, cuyo cadáver fue encontrado la noche del sábado esposado, con un disparo en la sien y calcinado dentro de su automóvil, causó hoy indignación en los medios periodísticos e inquietud en la sociedad argentina, que recordó el modus operandi de la llamada Triple A, grupo ultraderechista que actuó en los dos años que antecedieron al golpe militar de marzo de 1976.
El presidente Carlos Menem ordenó una exhaustiva investigación al Ministerio del Interior, y el gobernador de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, ofreció una recompensa de 10 mil dólares para quien proporcione datos sobre este crimen, cometido en la localidad balnearia de Pinamar, a 400 kilómetros de esta capital.
Cabezas, de 35 años, habría sido asesinado al salir de una fiesta la madrugada del 25 de enero y luego incinerado
en su automóvil en un zanjón al costado de una carretera. Gran cantidad de periodistas y fotógrafos son enviados cada verano al cotizado balneario para cubrir los movimientos de los políticos más importantes del oficialismo y empresarios que se dan cita en Pinamar, donde se cocinan muchos secretos de las internas partidistas en medio de fiestas de la farándula local.
Para la mayoría de los medios, este asesinato sólo puede leerse como una venganza por las constantes denuncias de Noticias, uno de los semanarios de mayor venta en el país, sobre corrupción gubernamental o por sus fotos audaces, que le permitieron mostrar a funcionarios en la vida nocturna o a un ex ministro de Justicia haciendo un saludo nazi en su juventud. Pero también se interpreta como una ``advertencia'' al periodismo crítico del país.
``Un crimen así no tiene antecedentes desde la restauración de la democracia'', alertó en su portada el influyente diario Clarín, mientras que un editorial de Página 12 se pregunta si este asesinato no será un intento por limitar la libertad de prensa. Por su parte, Rodolfo Terragno, presidente de la primera oposición, la Unión Cívica Radical, dijo que si el hecho obedece a una venganza política contra el semanario, ``se tienen que prender todas las luces rojas de la sociedad''.
La Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) repudió el asesinato, que se suma a las más de 700 agresiones y amenazas a periodistas y al crimen nunca aclarado de Mario Bonino, quien trabajaba en ese organismo.
También la Asociación de Periodistas en favor de una Prensa Independiente señala que este ``alevoso asesinato recuerda hechos similares ocurridos en un pasado no muy lejano en Argentina'', al tiempo que la de Reporteros Gráficos se declaró en asamblea permanente.
Hasta ahora, el gobierno no ha logrado esclarecer los atentados contra periodistas, un reclamo que sostiene la UTPBA y para lo cual incluso formó una comisión internacional de seguimiento. Cabezas no sólo trabajó como fotógrafo en casos resonantes y ``tocando'' de cerca el poder y a ``ricos y famosos'', sino que efectuó investigaciones periodísticas que desnudaron la corrupción.
Se recordaban hoy aquí sus fotos exclusivas de Alfredo Yabrán, el empresario ligado al gobierno y denunciado por presuntos ilícitos por Domingo Cavallo, ex ministro de Economía, quien el 28 de enero tratará de demostrar en Davos, Suiza, cómo la corrupción afecta al plan económico y la estabilidad argentinos.
Las fotos de Cabezas han tocado a todo el sistema y hay quienes quieren ver otro eslabón más en la guerra de baja intensidad al interior del gobernante justicialismo, o ``una alerta roja de las mafias'' contra un estilo de periodismo ``que se ha convertido en la justicia en el país''.
En este ambiente, arreciaron las críticas contra la ``frivolidad'' gubernamental, cuando medios locales anuncian que Menem inaugurará finalmente la mansión que fue construyendo en su pueblo, Anillaco, en la provincia de La Rioja, donde también hay un aeropuerto con una larga pista trazada en ese lugar desértico, ``mayor que la del aeroparque capitalino''.
Por otra parte, los guardias de la cárcel capitalina de Devoto dispararon esta tarde contra familiares de detenidos y periodistas que rodeaban el lugar después que se conoció que un recluso había sido asesinado a balazos en un presunto intento de fuga. La situación era muy delicada esta noche, y los familiares afirmaron que en los últimos tiempos volvieron los malos tratos con un cambio de autoridades, ``y estamos como en los años 76 y 78, cuando gobernaba la dictadura''.