Judiciales del DF lo aprehendieron en su casa de Tláhuac; se le envió a Chilpancingo Lo sacaron a empujones y se llevaron libros, videos, documentos y fotos, señala su familia
A las 12:30 horas de ayer, un grupo de más de 20 personas que portaban armas de grueso calibre irrumpió de manera violenta en la vivienda del dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez, y lo aprehendió, informó su esposa Sofía Bustamante.
``¡Aquí estás, hijo de la chingada!'', le gritaron antes de sacarlo de la vivienda que habita junto con su esposa y sus cuatro hijos.
Sofía Bustamante, esposa del dirigente de la OCSS, Benigno
Guzmán Martínez, y sus cuatro hijos, en la redacción de
La Jornada. Foto: Omar Meneses
La acción no duró más de cinco minutos. Después vino el cateo a la casa y la promesa de que no le pasaría nada. Sin embargo, su familia teme por su vida y hasta ayer por la noche se enteró que fue recluido en el penal de Chilpancingo, Guerrero.
En una visita a la La Jornada, Sofía Bustamante relató que se encontraba lavando cuando tocaron a la puerta dos mujeres con papeles en la mano, pidiendo aceptara darles algunas respuestas. Una de ellas vestía como enfermera y la otra de civil.
Al momento de abrir la puerta, indicó Sofía, fue empujada por más de 20 sujetos que de inmediato corrieron hacia la parte alta de la vecindad de Gray número 18, colonia Las Arboledas, en Tláhuac, donde se hallaba Benigno Guzmán con sus hijos.
Encañonado y entre empellones, fue bajado del cuarto y subido a un automóvil color rojo sin placas.
Sin tener una certeza de cuántas personas se quedaron en el interior de la casa, Sofía Bustamante explicó que desde el patio de la vecindad pudo ver cómo la puerta, ventanas y cortinas de la habitación fueron cerradas para que no se percatara del cateo que se llevaba a cabo. ``Lo único que escuchamos es que buscaban armas'', recordó.
Del lugar desaparecieron fotografías, anotaciones de Guzmán sobre los actos en los que participó y papeles personales de la familia, entre otros objetos, señaló.
A los menores les prometieron que nada le pasaría a su papá y los obligaron a golpes y empujones a salir de la habitación.
Pasados 30 minutos el grupo armado abandonó el lugar en un automóvil color blanco, también sin placas, seguido de cuatro motociclistas.
Alejandra, su hija de 12 años, recuerda que preguntó: ``¿por qué se lo llevan?''. La respuesta fue: ``¡Cállate, hija de la chingada!'', y ya no supo qué hicieron con su padre ni adónde lo llevaron.
Contó su esposa que durante 17 meses Benigno Guzmán habitó la vivienda de Las Arboledas para evitar las amenazas del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Sin embargo, acusó a Angel Aguirre Rivero de la acción en su contra, con el apoyo de las autoridades federales.
Bustamante precisó que fue el 10 de agosto del año pasado cuando se hizo evidente la persecución de que era objeto Benigno por parte del gobierno de Guerrero. En un acto público en esta capital, era observado por más de cuatro agentes de Gobernación, después de que denunció las amenazas contra él y su familia.
Pese a existir nueve órdenes de aprehensión en su contra, Benigno Guzmán nunca buscó el amparo para evitar ser detenido. Los únicos que supieron, por voz de Sofía Bustamante, fue el Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional (FAC-MLN), el cual solicitó la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Secretaría de Gobernación a fin de aclarar el caso y demandó la presentación con vida del dirigente guerrerense. (Alma E. Muñoz)