Niega la PJDF que agentes suyos hubiesen participado en algún plan contra el periodista de Televisa
Raúl Llanos Samaniego Ť El director de la Policía Judicial del Distrito Federal, Luis Roberto Gutiérrez Flores, rechazó que agentes de esta corporación hayan participado en algún plan para asesinar al directivo de Televisa, Ricardo Rocha, por supuesto mandato de Ricardo Salinas Pliego, presidente de Televisión Azteca.
En breves comentarios, el jefe de la Policía Judicial expresó que personalmente llevó el caso relacionado con la denuncia de Héctor Hernández Urbano, fisioterapeuta de Salinas Pliego, según la cual éste habría contratado a dos sicarios para matar al periodista de Televisa.
Gutiérrez Flores manifestó que al interrogar al médico se comprobó que se trataba de un ``clásico caso de extorsionador'', el cual actualmente se encuentra preso. No obstante, en su opinión, ``este asunto no tiene ninguna importancia''.
Interrogado respecto a supuestos problemas mentales del fisioterapeuta, externó que ``de loco no tiene nada, no se encuentra en ninguna clínica de atención mental'', y tras estudios minuciosos se comprobó que pretendió aprovecharse de una situación derivada de la guerra de las televisoras para obtener provecho propio.
De acuerdo con fuentes de la Procuraduría capitalina, este asunto se manejó con un fuerte hermetismo y durante su desarrollo se sometió a un interrogatorio exhaustivo a quien se identificó como el médico de Salinas Pliego durante nueve años, y aunque al principio lo expuesto tenía cierto grado de credibilidad, empezó a mostrar contradicciones en cuanto a los lugares que mencionó y la relación que mantenía con el presidente de la televisora privada.
Manifestaron que se acudió al domicilio de Colorado número 26, en la colonia Nápoles, pero se descubrió que ahí funcionaba una agencia de publicidad, cuyos empleados desconocían la identidad de Héctor Hernández.
Hasta el momento el hombre continúa preso como presunto responsable del delito de extorsión.
De igual forma, dieron a conocer que se dedicaron a investigar la supuesta relación que pudieran haber tenido los directivos de Televisión Azteca con el interno, pero no encontraron ningún elemento que supusiera responsabilidad