Roque Villanueva ha inaugurado un nuevo estilo en política: pegar de gritos y salir corriendo. No se podía esperar algo distinto de él, después de verlo a lo largo de dos años como líder de la fracción priísta; fue él quien tuvo a su cargo la continuación de la liquidación del país desde la LVI legislatura. Ahora Roque, el líder valiente, fustiga desde todas las tribunas a la oposición con argumentos encendidos y públicos que le responden. Hartos ya de tanta civilidad y paciencia de los anteriores líderes, él los conducirá al éxito, a la victoria. Roque vigila ahora que las oposiciones no se le junten y si lo hacen, con todas hace magistrales carambolas, gracias a su oratoria diáfana y sincera.
Es un Roque distinto, pues en dos años de líder camaral, jamás pisó la tribuna, nunca le conocimos un concepto que expusiera en forma abierta. Su técnica fue la política ``en corto'', azuzando a los peores, prodigando favores a propios y opositores, privilegiando ``los acuerdos parlamentarios'', intrigando para impedir alianzas legislativas frente a las iniciativas presidenciales; estableciendo alianzas para modificar la Constitución al gusto del Departamento del Tesoro y los intereses de la globalización.
Roque ha cambiado y ahora es un valiente. En iguales circunstancias jamás se expuso a las asperezas del debate y mejor enviaba coros de insultos o levantaba consignas poco sutiles, como pedir a sus empleados camarales que le ``partieran la madre'' a tal o cual partido. Roque manejó bien los medios, aunque cometió errores como subestimar el ojo del fotógrafo José Antonio López, quien lo llevó a la fama como lépero y mimo-polemista. Roque dictó notas para los periódicos, abrió la puerta para que diputados golpearan a ciudadanos que protestaban en el recinto (Gerardo Fernandez de la Asamblea de Deudores), pero no hizo nada cuando incivilizados invitados atentaron contra el fuero constitucional de diputados que expresaban o cuestionaban a funcionarios. ¿Cuál es el plan de Roque con este cambio que lo ha hecho un lídercito valiente?
Roquecín o Rocke(Feller) es profundo en sus conceptos, pero no acepta debates porque su estrategia es otra: pactar con la oposición, no la gobernabilidad, sino la civilidad. El objetivo que busca Roquecillo El Valiente, es sencillo: imponer la agenda electoral.
La civilidad con la oposición tras un buen intercambio de agrios golpes oratorios, debe conducir a pactar la agenda del debate electoral. Ganar significa imponer la agenda de discusión al país y poner a la oposición a la defensiva, y esa agenda es ``el pago adelantado de la deuda'', ``ya estamos en la recuperación'', ``la boda de Lucero-Mijares'', ``recuperamos los valores morales'', ``el optimismo''. Jacobo Zabludovsky ha dicho que la boda del año ganó más raiting que la noticia de la muerte de Colosio. ¿No es fundamentar en favor del optimismo del Presidente y su triunfo sobre el pesimismo?
Esta agenda debe sustituir a la otra que podría ser recordada en el momento de votar el 6 de julio: ``el desempleo'', ``los bajos salarios'', ``la calavera de Muñoz Rocha'', ``el cinismo de Córdoba'', ``el aumento al IVA'', ``el caso Colosio'', ``la protección de los Salinas'', ``la violencia'', ``la entrega del país''.
La suerte de las elecciones y sus triunfadores depende de quién imponga la agenda en el debate, y por eso Roque busca generar primero el conflicto de saliva, para llegar en un mes a un pacto de civilidad con las direcciones de los partidos y hacer ``una campaña en positivo''. Así es Roque y por ello se ha disfrazado ahora de valiente.
Pero no sólo hace eso; Roque tiene una estrategia en el Valle de México y en especial para el Distrito Federal. Los conflictos en Nezahualcóyotl y Naucalpan, donde gobiernan el PRD y el PAN, serán en pocas semanas la imagen que se proyectará hacia el Distrito Federal a través de varios medios de comunicación. Las fuerzas del PRI serán investidas de impunidad en estos municipios en contra de las autoridades electas, mientras en las fronteras de Neza y Naucalpan con el DF, el PRI levanta una cortina para aislar la mala influencia de estos municipios. La cortina se hará con despensas, promesas y gasto social a través del gobierno.
Roque, además, tendrá la misma oportunidad que tuvo Chuayffett en las elecciones del estado de México y que le permitieron estrenar las credenciales de elector firmadas y entregadas por él. Ahora la costumbre se hizo ley para que Roque se apruebe un gasto de más de mil millones de pesos para su partido, que ahora administra. ¿Que pasará si gana la estrategia de Roque? Que a la nueva legislatura, la LVII, le tocará entregar el Istmo de Tehuantepec, Pemex, elevar los impuestos, seguir la obra reformadora de Carlos Salinas; quizás ya para entonces, exonerado de toda culpa, al igual que su hermano.
No nos asombremos: Roque es el hombre del Presidente y lo que dice es sólo la interpretación de sus deseos.