La Jornada 28 de enero de 1997

Llaman rectores y empresarios a superar la mutua desconfianza

José Gil Olmos, enviado, Cuernavaca, Mor., 27 de enero Ť Empresarios, rectores de universidades públicas e investigadores de institutos tecnológicos plantearon aquí la necesidad de que la educación superior del país dé un giro para vincularse con los sectores productivo e industrial, y responder así a las demandas de la competencia internacional.

Para ello demandaron terminar con las ``desconfianzas mutuas'' que hay entre empresarios, gobierno y autoridades universitarias, además de mayores apoyos para impulsar las carreras técnicas y la investigación científica. Incluso aceptaron cambios a los planes y programas de estudio, tarea en la que podrían participar los empresarios.

Al iniciar el tercer Congreso Nacional de Vinculación entre Instituciones de Educación Superior y la Pequeña y Mediana Industrias -con la participación de unos 130 ponentes académicos, autoridades y empresarios-, una gran parte estuvo de acuerdo con dar o continuar con este viraje en las universidades públicas, para ofrecer no sólo una ``educación básica'' a los estudiantes, sino una ``educación especializada'' con perspectivas ``nacional e internacional''.

Sin embargo, algunos rectores, como el de la Universidad Autónoma de Chiapas, Pedro René Bodegas, señaló la necesidad de atender los grupos sociales de sus respectivas regiones y no centrarse sólo en la propuesta de cambio con ``una perspectiva de nación'', como lo propusieron otros titulares de centros de educación superior.

Al inicio del acto, el subsecretario de Educación Pública, Daniel Reséndiz Núñez, propuso la creación de un foro permanente para que empresarios, gobierno y responsables de dichas instituciones busquen su vinculación. Por su parte, Héctor Larios Santillán, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, pidió que se permita a los empresarios influir en los programas de estudio.

Mientras tanto, el rector de la UNAM, Francisco Barnés de Castro, advirtió que algunas empresas ``han desmantelado'' ciertos centros de investigación -``terminando con la gallina de huevos de oro''-, pero aceptó la idea de los cambios a los programas de estudios de las carreras vinculadas con el sector productivo. De hecho, anunció el vínculo directo de académicos con empresas, ``tolerar'' que los industriales utilicen la infraestructura universitaria, rediseñar la cátedra para académicos visitantes y contar con profesores que tengan experiencia industrial.

Reiteró la propuesta de que se revisarán los planes de estudio de las carreras de la UNAM vinculadas con el sector industrial y, de esa manera, ofrecer no sólo la formación básica sino una especializada, para que se pueda incorporar sin problemas al mercado de trabajo. Ello, citó, porque un egresado de la universidad necesita regresar hasta cuatro ocasiones en un periodo de 30 años para actualizarse.

A su vez, el secretario de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Carlos Pallán, calificó esta vinculación con la industria como una ``decisión crucial y estratégica'' para la educación superior y el desarrollo económico nacional, ya que las micro, pequeñas y medianas industrias generan 40 por ciento del empleo nacional y 20 por ciento del valor agregado de la industria.

``La vinculación de las instituciones de educación superior con este tipo de empresas a nivel regional resulta de relevancia estratégica, no sólo por su contribución a una educación superior pertinente, sino por la aportación al desarrollo de las fuerzas empresariales y los niveles de bienestar del país'', señaló Pallán.

Durante el acto que conjuntó a académicos, empresarios y autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se presentó en distintas versiones la propuesta de vincular directamente las instituciones de educación superior con las pequeñas y medianas empresas.

Reséndiz Núñez, subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica de la SEP, precisó que para ello tendrían que trabajar conjuntamente el gobierno -en sus tres niveles-, las instituciones educativas y sociales y los empresarios. En busca de ese objetivo propuso la integración de un foro u organismo permanente de diálogo en el que se pudiera abordar sistemáticamente el tema.

También propuso a los asistentes la realización de un estudio que determine la relación entre el crecimiento de la economía y la creación de puestos de trabajo para los egresados como técnicos, técnicos profesionales y a nivel de licenciatura. En el mismo sentido, dijo que se habría de trabajar en un estudio de carácter internacional que identifique y documente las experiencias en otros países.

Larios, primero en pedir un viraje

El empresario Larios Santillán fue el primero que mencionó el viraje en la educación superior. ``Ahora más que nunca, para poder competir este país debe contar con niveles de productividad similares a los internacionales, y éstos no serán posibles si no contamos con empresarios y trabajadores capaces de operar con eficiencia el aparato productivo del país'', indicó.

El líder de los empresarios de país propuso que se fortalezca el sistema de capacitación para el trabajo como en el Conalep, que la iniciativa privada pueda influir en los cambios de los programas de estudios y aplicar un sistema de capacitación dentro de los sitios de trabajo, con la salvedad de que el gasto de las empresas sea deducible para efectos fiscales