Pide el CCE que en las giras de Zedillo no se haga campaña política
Humberto Ortiz Ť Persiste el riesgo de que el gobierno sobrecaliente la economía por motivos políticos de corto plazo, alertó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Héctor Larios Santillán, y demandó al Congreso de la Unión asumir su papel de vigilancia para que la administración pública respete el presupuesto de egresos, mantenga la disciplina fiscal y no caiga en medidas populistas.
Larios planteó que las giras del presidente Ernesto Zedillo por el interior de la República no sean tomadas como pretexto para hacer campaña política en favor de un partido.
``Es su responsabilidad que el país vaya adelante, y ver realmente cuáles son los problemas que padecen todos los mexicanos'', recalcó al ser entrevistado luego de un encuentro empresarial donde urgió por acabar con la delincuencia de ``cuello blanco'' y con los actos de corrupción en diversas dependencias gubernamentales.
Coincidió con los analistas Jonathan Heat y Pedro Javier González en que existe una realidad lacerante: durante 1997, por más optimistas que sean las previsiones económicas, no se recuperará el nivel salarial vigente hace dos años, y ni siquiera se podrá lograr antes del 2003.
Ponente en el seminario Recursos humanos hoy, que organizó la Asociación Mexicana de Ejecutivos en Relaciones Industriales (AMERI), pugnó porque las propuestas partidistas y los programas de gobierno no queden en ``aspectos demagógicos de campaña''.
Convencido de que el año electoral presenta ``señales preocupantes'' por las agresiones entre partidos políticos, pidió a los protagonistas ganar el voto con ofertas viables y no con enfrentamientos verbales, que podrían deteriorar la confianza de los inversionistas que este año comprometieron recursos en el país por 16 mil millones de dólares.
Insistió Larios en que los signos de recuperación son reales y esto puede dar lugar a ``una pequeña'' mejoría en las percepciones reales, pues las revisiones contractuales promedian del 20 al 24 por ciento. La competitividad, acotó, no sufrirá por los incrementos salariales reales, porque en 1995 subió la productividad 6.1 por ciento y 8.5 por ciento en 1996, tendencia que podría continuar.
Ante el año electoral, el empresario llamó a deslindar lo político de lo económico ``si es que no queremos volver a caer en una crisis económica como la que vivimos y que ha producido una grave recesión, desempleo y angustia a las familias mexicanas y miles de obreros sin un empleo estable. Tenemos que restablecer estas heridas'', apremió, combatiendo la desocupación y la pobreza .
Jonathan Heat, asesor empresarial y dueño de la consultoría que lleva su apellido, consideró que sólo hasta 1998 sería posible reponer los niveles de consumo perdidos desde 1994. Convino con Larios en que las elecciones de este año significan ``focos rojos'' para la economía, y previó riesgos inherentes a la vulnerabilidad financiera y ajustes de mercado en Estados Unidos.
Pedro Javier González, coordinador de investigaciones del Instituto Mexicano de Estudios Políticos, advirtió que a mitad de este año, antes de los comicios, podría ocurrir una oleada especulativa a causa de la vulnerabilidad de la estructura financiera
Recomendó que para amortiguar los efectos de este fenómeno es necesario establecer un piso al tipo de cambio pero, remarcó, manteniendo la banda de flotación.