La Jornada 30 de enero de 1997

Atentado dinamitero en Medellín provoca cinco muertos y 44 heridos

Dpa, Efe, Ap, Afp, Ansa y Reuter, Medellín, 29 de enero Ť Por lo menos cinco personas murieron y otras 44 resultaron heridas al explotar esta mañana una carga de dinamita en un céntrico edificio de Medellín, sin que la policía haya podido determinar si se trata de un ataque de sicarios del narcotráfico o de la guerrilla.

No obstante, la policía no descarta que también pudiera tratarse de un enfrentamiento entre grupos de extrema derecha e izquierda, pues si bien el artefacto fue colocado en un edificio donde se encuentra la sede de la Asociación de Juntas Comunales, allí se ubica también una oficina de grupos paramilitares de derecha.

El subdirector de la Policía Nacional, general Luis Ernesto Gilibert, se refirió a esta última como la posible causa del atentado. Dijo que el presidente de la Asociación de Juntas Comunales, identificado como John Jairo Castaño, es también director de una ``cooperativa de seguridad'' o grupo paramilitar.

Se estima que la bomba, de unos 70 kilos de dinamita y activada mediante un sistema eléctrico, causó además graves daños a una decena de comercios y oficinas colindantes. En el sitio murieron tres personas y dos más cuando eran trasladadas al hospital, en tanto que el número de heridos se eleva a 44.

Por la noche se informó que fue detenido un joven sospechoso, quien portaba una peluca. En su domicilio se le decomisó una pistola y 400 gramos de dinamita. La policía también investigaba la presencia de un taxi estacionado frente al edificio donde se registró la explosión, captado por unas cámaras de circuito cerrado de televisión.

De tratarse de un ataque contra el grupo paramilitar, la autoría provendría de las guerrillas. Los paramilitares han perpetrado una larga cadena de asesinatos de ``colaboradores'' de la guerrilla desde hace mucho tiempo, pues se trata de grupos rurales de autodefensa financiados por ganaderos con la finalidad de protegerse de la insurgencia.

Medellín, sacudido durante la década pasada y principios de la presente por una ola terrorista de la mafia del narcotráfico, ha sufrido solo en lo que va del presente año tres atentados con explosivos, a los que se suman varios más ocurridos en diciembre, y que podrían tener relación con el narcotráfico.

El comandante del Ejército, general Manuel Bonett, dijo tener informes en el sentido de que la bomba fue activada por narcotraficantes que ``estarían cobrando cuentas'' por recientes golpes asestados por las autoridades.

En las últimas horas también se registró un atentado contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas en el municipio de Arauquita, departamento de Arauca. Este ataque, que provocó el derrame de 5 mil barriles de crudo, fue atribuido a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que mantiene una estrategia de ataques a la infraestructura petrolera.

Paralelamente, emisoras de radio reportaron que ocho rebeldes y un soldado murieron en nuevos enfrentamientos entre ejército y guerrillas. Se trata del segundo enfrentamiento en el estado de Chocó en dos días. En estas acciones participan efectivos del ELN y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Mientras, se informó que el secuestro en Colombia se incrementó en 1996 en 35 por ciento en relación con el año anterior, al sumarse mil 439 casos. Pero la Fundación País Libre señaló que el aumento más espectacular corresponde a los niños, con un 75 por ciento, lo cual representó 201 del total de casos.

La organización, integrada por personas que han estado secuestradas, indicó que en 1996 los delincuentes comunes secuestraron a 885 personas, los guerrilleros a 537 y los paramilitares a 17. Esta práctica reporta ganancias anuales de más de 350 millones a sus ejecutores, que después de los niños, centraron su atención en comerciantes y ganaderos.

Entre tanto, mientras la Fiscalía pedía una pena efectiva de 13 años y cuatro meses para los mafiosos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, éstos pidieron a las autoridades abandonar su plan de separarlos en dos centros de reclusión distintos y negaron que pretendan fugarse de la prisión, de lo que se acusó a Miguel.