La Jornada 30 de enero de 1997

Pregonar la venta del IMSS, error: Zedillo

Elena Gallegos y Roberto Garduño Ť Se equivocaron quienes afirmaban que la reforma al IMSS era un intento privatizador que pondría en riesgo derechos y recursos de los trabajadores y que buscaba evadir la responsabilidad social del Estado. Por el contrario, esa institución es una ``conquista irreversible'' de los mexicanos y el compromiso del gobierno con ella ``es firme e invariable'', señaló el presidente Ernesto Zedillo.

Al clausurar los trabajos de la LXXX Asamblea General del instituto, el jefe del Ejecutivo hizo una enfática defensa de la reforma emprendida en esa institución y aseguró que el IMSS seguirá siendo pilar de la política de apoyo social del Estado; ampliará su capacidad de servicio y comenzará a enfrentar los pasivos que habían puesto en riesgo su viabilidad.


Después de rendir su informe, el director del IMSS, Genaro
Borrego, es felicitado por el presidente Ernesto Zedillo.
A su lado, Héctor Larios, presidente del CCE.
Foto: Raúl Ortega

En el acto, que se efectuó en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial presidencial de Los Pinos, habló en nombre del sector empresarial el dirigente de la Concamin, Víctor Manuel Díaz Romero, quien anunció que la iniciativa privada se abocará este año a buscar la mejor fórmula para que dentro de la ley ``se propicie la subrogación de servicios y la reversión de cuotas''.

Según el líder de los industriales, esto tendrá como objetivo impulsar dentro del sector privado actividades que complementen la atención médica del Seguro Social, ``generando así una competencia sana que dará lugar a una atención hospitalaria de excelencia e incrementará la calidad de los servicios médicos''.

Después, Díaz Romero se lanzó contra Ricardo García Sáinz, uno de los principales impugnadores de la reforma.

``La reforma fue solamente criticada por quienes debieron captar su necesidad en el momento oportuno y en vez de actuar con decisión y valentía, permitieron el agotamiento del modelo hasta su límite extremo, sin tomar medidas correctivas,

situación que caracteriza el periodo comprendido entre 1983 y 1989''.

Netzahualcóyotl de la Vega, quien tomó la palabra en representación del sector obrero, pareció olvidar las resistencias que al interior mismo de su partido se registraron, y su crítica coincidió, cosas del azar, con la del empresario: ``ahora -dijo con su habitual tono de locutor- ocurren cosas curiosas, al frente de los insurgentes aparece la autoridad de ayer, quien en su tiempo tuvo la responsabilidad de dirigir al instituto, quien debió conocer de los problemas y quien sólo se concretó a administrarlos sin tomar en cuenta el futuro, es ahora quien alienta los cuestionamientos y convoca a una reforma de la reforma''.

Ahora sí tenemos Seguro Social para el siglo XXI

El presidente Zedillo puso al IMSS como ejemplo vivo y activo de lo que se puede construir a través de la alianza histórica entre trabajadores, empresarios y gobierno.

Enseguida, llamó a la institución ``patrimonio entrañable'' de los mexicanos y dijo que, por eso, su defensa y fortalecimiento ha sido y seguirá siendo una de las más altas prioridades del gobierno.

Fue entonces cuando explicó que la reforma se efectuó para garantizar la permanencia del IMSS, avanzar en su modernización y fortalecer su capacidad de atender y servir.

Sostuvo que como todas las grandes instituciones, el IMSS está probando que sabe adaptarse a la transformación de México, al compás de los cambios emprendidos por los mexicanos y que sabe avanzar para que el país también avance.

Deseó que éste sea el año ``de la consolidación del cambio'' y repitió lo que minutos antes Genaro Borrego había dado a conocer: las aportaciones gubernamentales al instituto tendrán este año un incremento de 700 por ciento.

Más adelante, Zedillo consideró que el nuevo sistema de pensiones (se manejarán a través de las Afores) se constituirá en un elemento central de fomento al ahorro nacional, con lo cual el instituto contribuirá al crecimiento perdurable de la economía.

Fue cuando dijo que ``afortunadamente se equivocaron'' quienes hablaban de privatización y quienes afirmaron que con la reforma se limitarían los derechos de los trabajadores y se atentaría contra las pensiones para su retiro, ``por el contrario, se fortalecerán la atención médica, de maternidad, el sistema de guarderías; se mantendrán las prestaciones sociales; se ampliará la cobertura, y ahora sí podremos garantizar que las pensiones futuras sean mejores''.

``Hoy el IMSS --finalizó-- está preparado para enfrentar los desafíos del siglo XXI; para seguir llevando salud, alivio y protección a millones de mexicanos''.