La Jornada 31 de enero de 1997

Tendrán escuelas católicas libro de texto y programa comunes: Rivera

La Iglesia católica ``no se replegará'' para emitir opiniones sobre el sistema educativo nacional y para ``renovar'' la enseñanza en los centros de instrucción católica elaborará un libro de texto y un programa común ``que sirvan de base para superar la crisis de valores'' que se enfrenta en estos núcleos, sostuvo ayer el arzobispo primado de México, Norberto Rivera.

Aclaró, sin embargo, que lo anterior no representa la elaboración de libros o programas paralelos o alternos a los que la Secretaría de Educación Pública (SEP) establece actualmente.

Al presentar la Carta Pastoral sobre la Educación en las Escuelas y Universidades Católicas, Rivera reconoció que la educación religiosa ``no cumple plenamente con las expectativas'' que la Iglesia y la sociedad esperan de ella. Es decir, ``no cumple del todo con la formación en los auténticos valores cristianos, tan necesarios para nuestra sociedad''.

Explicó que el planteamiento por renovar la enseñanza en planteles religiosos responde a la necesidad de alejar ``el peligro'' que representan para estas escuelas las diversas corrientes pedagógicas, después de que, ``como fruto de la crisis actual del concepto de autoridad, se percibe un debilitamiento del sentido de responsabilidad y del compromiso de los educadores con los valores cristianos, ante el temor de ser acusados de querer imponer algo a los alumnos y violar su libertad''.

De acuerdo con el arzobispo, la propuesta ``no busca la uniformidad sino unificarnos en torno a los contenidos esenciales que debemos transmitir'', después de que la educación que la Iglesia imparte ``desarrolla un proyecto iluminado por el mensaje evangélico''.

Con anterioridad, recordó Norberto Rivera, ``los obispos nos manifestamos por un cambio al sistema educativo nacional después de que en el sexenio pasado vimos cómo cuatro secretarios pasaron por la SEP y los proyectos que ahí se proponían sufrieron detrimento''.

La carta pastoral plantea como posibilidad para ``ocupar puestos clave'' en un futuro no muy lejano, el que los jóvenes se preparen ``auténticamente'' en los centros educativos de orientación católica.

``Hay que afirmar que la crisis actual es sobre todo una crisis de formación (y por tanto) se requieren personas que desde sus puestos de trabajo puedan orientar la realidad temporal según Dios, porque han recibido una educación que puede afrontar las dificultades más sombrías de nuestra realidad arquidiocesana''.

Reitera: ``Nuestra generación ha probado los frutos amargos de la vanidad, del vacío espiritual, de las falsas novedades, de las ideologías ateas y de ciertos misticismos deletéreos con una repercusión profunda en el ser y el hacer de su vida. Por ello, la educación que proclama la Iglesia católica ofrece nuevos recursos para la mejor atención del educando en nuestros días''.

Educar, de acuerdo con la Iglesia, ``implica sobre todo enseñar a pensar, ayudar a dilatar el sentido de Dios en la propia existencia a través de la oración, ofrecer una amistad sencilla pero total al educando y formarlo en el sentido del esfuerzo que conlleva grandes satisfacciones en cualquier opción vocacional que se elija''.

Por ello, según el texto, deben elaborarse los programas para la reforma de actitudes y estructuras ``que influyan la entera dinámica de la paz y la justicia en el mundo (porque) no basta ofrecer a los desheredados migajas de libertad, migajas de verdad y migajas de pan''.

Para el arzobispo, a nivel nacional podríamos tener ``escuelas irreprochables en el aspecto didáctico, pero que son defectuosas en su testimonio y en la exposición clara de los auténticos valores''.

En este sentido ``es evidente, desde el punto de vista pedagógico-pastoral, la necesidad de revisar no sólo la metodología y los contenidos educativos religiosos, sino también el proyecto global en el que se desarrolla todo proceso de enseñanza''.

Durante la conferencia de prensa, Rivera precisó que en el terreno educativo la Iglesia católica no pretende confrontarse con las autoridades por la enseñanza que se imparte en México ni elaborar textos ni programas paralelos o alternos a los que la SEP establece. Al contrario, dijo, se busca recuperar los valores morales que en la educación se han perdido.

Ante la insistencia de los reporteros por conocer si la propuesta se opone al método educativo nacional, el jerarca religioso precisó que hablar sobre los colegios particulares católicos ``no quiere decir que se esté negando la importancia que tiene todo el sistema educativo mexicano'', pero que en esta ocasión sólo refrendaba la posibilidad de que la Iglesia ``oriente sus esfuerzos de análisis e investigación a estudiar en profundidad las raíces y causas'' que ocasionan los problemas sociales. La instrucción de la Iglesia propone unificar la enseñanza religiosa en las escuelas de inspiración católica. (Alma E. Muñoz).