El gobierno mexicano rechaza a priori el informe del Departamento de Estado, dice la cancillería
David Aponte Ť El gobierno de México rechaza a priori la evaluación ``unilateral'' del Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en territorio mexicano. El documento elaborado en Washington carece de vigencia internacional y está fuera del marco de los compromisos mundiales aplicables en la materia, manifestó anoche la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El reporte anual 1996 elaborado por la dependencia estadunidense refleja la opinión de las autoridades de esa nación y no incluye un capítulo de la situación de los derechos humanos en territorio de Estados Unidos, sobre todo en el ámbito de los trabajadores migratorios mexicanos, ``en lo que sin duda hay mucho que decir y hacer'', argumentó.
En un breve comunicado de prensa, la cancillería mexicana dio respuesta al informe del Departamento de Estado, el cual acusa a México de tener ``serios problemas'' en el respeto a los derechos humanos, con asesinatos extrajudiciales, desapariciones, violencia política (en Guerrero, Tabasco, Oaxaca y Chiapas), tortura y problemas laborales.
Asimismo, el reporte estadunidense consigna que miembros de las fuerzas de seguridad ``continuaron la comisión de numerosos abusos de derechos humanos'' y de actos de corrupción en los rangos policiales.
La SRE expuso que las autoridades de México confirman su determinación de mantener el estado de derecho en el país, uno de cuyos elementos fundamentales es el respeto estricto a las garantías individuales de toda persona en su territorio, y la puntual aplicación de nuestro sistema judicial. Todo ello conforme a leyes en vigor y las convenciones internacionales sobre la materia suscritas por nuestro país.
De esa forma, las convenciones multilaterales sobre la protección de los derechos humanos seguirán siendo aplicadas en México conforme al espíritu y letra de las mismas, agregó.
La SRE expuso en cuatro puntos que ``sin embargo el documento estadunidense (Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Mundo 1996) refleja exclusivamente la opinión de las autoridades de ese país y significativamente no incluye un capítulo sobre la situación de los derechos humanos en ese país vecino, en lo que --como muestra la experiencia de muchos de nuestros connacionales en ese país-- sin duda hay mucho que decir y hacer.
``En este contexto, el gobierno de México rechaza a priori cualquier evaluación unilateral que otro país pretenda hacer sobre la situación de los derechos humanos en nuestro territorio, especialmente si se hace --como en este caso-- fuera del marco de los compromisos internacionales aplicables y, por lo tanto, se abstendrá de hacer comentarios sobre el contenido de ese documento, que carece de vigencia internacional'', concluyó.