Será mestiza la Europa del próximo milenio: Umberto Eco
Irene Hirsch, especial para La Jornada Ť La idea era atrevida, de tan atractiva. Se trataba de centrar en Valencia --tercera ciudad en orden de importancia de España-- un debate sobre los principales desafíos y perspectivas del tercer milenio, que se prolongaría hasta el año 2001. Como participantes, los mejores pensadores, intelectuales y científicos internacionales del fin del segundo milenio. Auspiciada por el ayuntamiento de Valencia y la UNESCO, la idea se concretizó. Así, acaba de finalizar el primer grupo de debates y mesas redondas en donde participaron el semiólogo Umberto Eco, el astrofísico Hubert Reeves; la presidenta de la comisión de Cultura del Parlamento Europeo, Luciana Castellina, el escritor Mario Vargas Llosa, el filósofo Jose Luis Abellan, el general Philippe Morillón, ex comandante de los Cascos Azules de la ONU en Bosnia, y el teólogo Hans Kung, entre otros.
El objetivo del debate es identificar algunos de los principales problemas con los que se enfrentará el mundo a partir del año 2000, como la ecología, la distribución del agua, los nacionalismos, la educación, la disminución del tiempo de trabajo y la biogenética. Para tal fin, se organizaron dos tipos de reuniones paralelas: un debate a puerta cerrada --que por suerte no incluyó a los periodistas invitados-- y varias mesas redondas abiertas al público.
La primera ponencia fue presentada por el escritor y pensador italiano Umberto Eco quien, brillante y provocador, vaticinó que ``la Europa del tercer milenio será mestiza'' y precisó que ``a pesar de las computadoras y las autopistas de la informática, el libro sigue gozando de buena salud, y condenó la moda, según él, insoportable, del teléfono portátil: ``No pasarán'', resumió Eco ante el público reunido en el Palacio de la Música de Valencia, después de escuchar a varios teléfonos que sonaron al unísono.
Eco explicó que ``los racistas son una raza en vías de extinción, como los dinosaurios'', y pronosticó que para el próximo milenio ``habrá una Europa multirracial, como ocurre en Nueva York o en muchos países de América Latina.''
Las propuestas alrededor de la decisión de crear un ejército mundial, la reforma de la ONU, la definición de una ética global y los peligros de la globalización, fueron algunos de los temas que se debatieron, paralelamente, en las reuniones a puerta cerrada, presididas por el escritor y actor británico Sir Peter Ustinov. Y para demostrar que conceptos como un mundo multiétnico y multirracial no son sólo palabras, los organizadores de las jornadas del tercer milenio reunieron en un concierto a dos cantantes palestinos y dos israelíes, quienes interpretaron Aleluya; una pianista serbia interpretó al compositor español Joaquín Rodrigo y la cantante de Jazz Dee Dee Bridgewater cantó jazz, un ritmo que según Umberto Eco cambió la composición musical para siempre.
Sobre el fin de la discusión --que duró tres días-- fueron identificados por sus participantes cuatro temas principales que serán analizados en las siguientes reuniones: las políticas necesarias para preservar la paz en el mundo y reforzar la democracia; la política para que el crecimiento económico procure equidad y desarrollo para todos los países, las políticas para defender el medio ambiente y la ecología; y las políticas tendentes al progreso científico y tecnológico.
Los participantes coincidieron, además, que uno de los principales desafíos del próximo milenio será fortalecer los sistemas educativos en el mundo, sin los cuales será imposible mejorar las condiciones de vida del planeta. Si los dirigentes políticos y financieros reconocen estos reclamos, el tercer milenio podría, quizá, ser mejor que los dos anteriores.