La Jornada 3 de febrero de 1997

Lanzan partidos redes en pos del voto en el DF

Alonso Urrutia y Víctor Ballinas Ť En la disputa por el primer gobierno electo de la ciudad de México, las principales fuerzas políticas han puesto a andar sus maquinarias en pos del voto:

El PRI recurre a su viejo ejército implantado por años. Su estrategia considera la movilización de 200 mil personas ya implantadas en las añejas estructuras vecinales --presidentes de colonia, jefes de manzana y asociaciones de residentes--; la eficacia de los cacicazgos urbanos que aún preserva y al éxito que le pueda rendir la renovación total de sus 5 mil 500 jefes seccionales realizada en 1996.

Sustentado en el voto urbano, el Partido Acción Nacional instaura en la ciudad una versión adecuada a los requerimientos de esta metrópoli de los ``exitosos'' planes básicos de organización, que algunos definen como el sustento de su avance electoral. Las metas: conformar aceleradamente una red de 70 mil militantes que logren la penetración territorial a nivel seccional y el establecimiento de nuevas relaciones con sectores no afines al partido.

A su vez, el PRD aún confronta estrategias ya definidas en el marco de los diferendos que han tenido los comités ejecutivo nacional y el estatal. Empero, ya se proyecta la conformación de las denominadas Brigadas del Sol, cuya meta es integrar a 50 mil militantes en la penetración seccional que se busca complementar con el activismo de las organizaciones urbanas afines.

PRI: nuevas estrategias, viejas prácticas

Con el peso de la crisis económica y política a cuestas, su imagen en deterioro acelerado en los últimos dos años, expresado en consistentes resultados de encuestas, el PRI capitalino lleva dos años en campaña. En los albores del sexenio inició su estrategia de penetración electoral para revertir esos efectos.

Nuevas estrategias y viejas prácticas buscan apuntalar a un priísmo en declive: ``Los votos ya no son seguros. Tienen que pelearse calle por calle y casa por casa, pero sobre todo en propuestas y trabajo serio'', señala el secretario de Operación y Acción Política, Rafael Reyes Arce.

De las casi 56 mil manzanas que tiene la capital, el PRI considera que en el 40 por ciento de ellas la preferencia electoral le favorece con un margen amplio frente a la oposición: 2 a 1 frente al PAN y 3 a 1 con el PRD. Sus proyecciones se sustentan en un padrón de militantes que --aseguran-- es de un millón 100 mil, base para considerar con el 1.6 millones de votos que obtuvieron en esta capital en 1994 no se reducirá.

En el 60 por ciento restante --35 mil manzanas-- el priísmo aplicará una estrategia diferente reforzando la presencia de sus liderazgos y particularmente la gestión social. El diseño de la estrategia priísta busca evitar la duplicidad de funciones, como ha ocurrido en pasadas elecciones, y comenzará a operar en dos semanas mas.

Desde hace dos años, el PRI en la capital inició lo que se define como el reacomodo y fortalecimiento de sus bases con el objetivo de mantener la capital en su poder. ``Advertimos que las condiciones políticas eran adversas y difíciles, sobre todo porque al Partido Revolucionario Institucional se le carga el peso de la crisis económica''.

Con esa premisa, el PRI aceleró sus trabajos de sustitución de los 5 mil 543 presidentes de los comités seccionales. En todos los casos se evitó la ruptura, reasignando a los líderes removidos en otras ``funciones partidistas''. La estrategia para conservar la capital la sustentan en casi 200 mil personas: cuatro coordinadores zonales con 10 distritos asignados para supervisar las tareas de proselitismo y coordinar la actividad electoral en sus diversas fases; cuenta con 40 secretarios de elecciones que están al mando de cuatro responsables para la promoción del voto.

Asimismo, en su estrategia dispone de 250 coordinadores zonales que dirigen a 25 seccionales cada uno. Además en la pirámide de su estrategia político-electoral, cuentan mil 150 subcoordinadores que atenderán cada uno a cinco microzonas y se dispone 5 mil 543 responsables de la operación por seccional.

PAN: preparación de la maquinaria

Antonio Díaz Lara, uno de los responsables de la instrumentación del Plan Básico de Organización, lo define: ``Es la preparación de la maquinaria, la conformación de un elemento clave de penetración electoral''. Aventura un parangón bélico: ``Como en la guerra, la propaganda es la aviación y esta nueva estructura es la infantería que conquista los territorios''.

Para AN, la disputa de la capital tiene contextos paradójicos: las encuestas lo ubican al frente de las preferencias electorales; su estructura es la más reducida y debilitada en la capital, con una militancia activa de 3 mil 500, distritos electorales con 60 miembros enclavados en zonas densamente pobladas por sectores populares en Iztapalapa y una muy limitada penetración en las organizaciones sociales.

Quien aspira ahora a ser su candidato a jefe de gobierno, Carlos Castillo Peraza, externó en su momento duras críticas a la reducida estructura partidista y escasa capacidad de movilización, considerada --según análisis del CEN panista en 1996-- como una de las menos desarrolladas en comparación a su potencial electoral.

``No creemos que el número de militantes sea expresión de una debilidad del partido, porque en los momentos electorales la participación de simpatizantes refuerza sustancialmente al partido. Con el PBO buscamos ordenar lo que siempre ha sido una apoyo improvisado'', señala José Luis Torres, otro de los responsables de armar la estructura electoral del PAN.

El PBO ha sido una ``estrategia probada'' por el PAN en otras entidades, pero no bajo las especificidades de esta urbe. ``Lo más cercano en la elección en el estado de México, donde operó con éxito revirtiendo el clientelismo en que se sustentó la campaña priísta.''

Iniciado desde noviembre pasado, tiene integrados hasta ahora una red de 30 mil simpatizantes, dice Díaz Lara, una parte de cuyos datos les fueron robados en el asalto registrado en Centro de Atención a Simpatizantes. El objetivo es complementar la meta de 70 mil simpatizantes en marzo, justo en la víspera del inicio de campañas. Cuadros políticos pagados a nivel superior y medio, el PBO pretende promover 10 simpatizantes en cada seccional para las diversas tareas electorales: proselitismo, cobertura de casillas, promoción del voto.

Para los responsables del programa, en 1997 el tradicional clientelismo electoral en la ciudad se resquebrajará ante la evidencia de la crisis económica. Admiten insuficiencias en la penetración panista en zonas populares, en parte originada por la reducida gestión social que caracteriza al panismo.

Una segunda fase del PBO está orientada a la vinculación con grupos intermedios y estará en marcha, según los proyectos hacia finales de febrero. Con el estigma de su ubicación en la derecha, el PAN ha logrado escasa penetración vecinal y vinculación con organizaciones sociales, como lo demuestra el sonado fracaso de la denominada Acción Vecinal en la elección de consejos ciudadanos. Mayores vínculos con grupos empresariales, católicos y nuevas relaciones con sindicatos, organizaciones urbanas y otros grupos tradicionalmente no panistas están en el objetivo del PBO, publicitariamente denominada como Movimiento por Nuestra Ciudad.

PRD: estructura incipiente

Ensimismado en la disputa por las candidaturas y bajo el contexto de un distanciamiento entre la dirigencia nacional y estatal, el PRD no ha podido iniciar formalmente la conformación de su estructura electoral, aunque en sus proyectos se espera reeditar la instrumentación de las brigadas del sol que permitieron los más recientes avances electorales alcanzados en Guerrero y el estado de México.

En el centro de la discusión: quién lleva el peso de la responsabilidad en la estrategia electoral. Las brigadas del sol, promovidas y respaldadas desde la Secretaría de Organización Nacional y en la que espera sustentar la propalación de las propuestas del partido.

La estrategia impulsada desde el CEN prevé la conformación en cada distrito de una estructura partidista que integre tres ámbitos: representación ante las autoridades electorales, otra área que respalde la organización del partido y un tercer ámbito dirigido a coordinar el proselitismo electoral.

Su instrumentación aún busca consensarse con la dirigencia estatal para definir responsabilidades y evitar duplicidad en la estructura partidista, según sostuvieron miembros del Comite Estatal. Desde la llegada de la nueva dirigencia perredista se advirtió que el PRD no contaba con una política que ``fomentara la construcción territorial del partido que involucrara como una estrategia formal a la militancia''. Por ello se inició la creación de los denominados comités seccionales, cuya integración acelerada todavía dista de los objetivos planteados.

Con una incipiente conformación de los comités seccionales, el PRD pretende complementar las insuficiencias organizativas con la vinculación de los movimientos urbanos afines que conforman buena parte de su estructura interna, según advierte el secretario de Organización del PRD capitalino, Gilberto Ensástiga.

El responsable de la organización perredista sostuvo que aún están por definirse los esquemas de coordinación entre las brigadas del sol y la estructura partidista, con el objeto de impedir la duplicación de funciones. Al igual que el PAN, por primera vez el PRD pagará compensaciones salariales a quienes realicen la labor de proselitismo electoral. Ensástiga señaló ``Es claro que la estrategia electoral será diferenciada en las zonas reconocidas como de alta penetración perredista y donde la estructura partidista es muy incipiente''.