La Jornada 4 de febrero de 1997

Al menos 25 muertos en Colombia por los enfrentamientos entre gobierno y rebeldes

Afp, Efe, Dpa, Reuter y Ansa, Santafé de Bogotá, 3 de febrero Ť El presidente Ernesto Samper condenó este lunes la nueva escalada guerrillera y ordenó al ejército responder y avanzar contra los rebeldes en la zona centro del país, donde se libran cruentos combates desde el fin de semana, que han dejado por lo menos 25 muertos, ocho heridos y varios desaparecidos.

Horas antes, al tomar posesión de su cargo, el nuevo ministro de Defensa, Guillermo González, descartó cualquier posibilidad de diálogo con la guerrilla si ésta no muestra una real voluntad de paz, en alusión a la fuerte ofensiva rebelde.

Samper afirmó en una locución por radio y televisión que los combates seguirán hasta que las tropas dominen el sector del departamento de Meta, donde operan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. ``La orden es avanzar. Prefiero un ejército combatiendo, que emboscado'', apuntó, pese a reconocer que ha habido varias bajas dentro de las fuerzas armadas.

Agregó que las tropas ingresaron al área en busca de 15 soldados secuestrados por la guerrilla, algunos de ellos ya liberados, al tiempo que convocó a la solidaridad de todos los colombianos con estas acciones.

El ejército sostiene desde el pasado fin de semana combates con centenares de guerrilleros de las FARC en una zona montañosa en los límites entre Cundinamarca y Meta, informó el comandante de las fuerzas armadas, general Harold Bedoya.

Unos 500 militares apoyados por helicópteros y aviones artillados intensificaron la tarde de este lunes sus bombardeos y efectuaron disparos de metralleta contra miembros de las FARC apostados en el sector rural de las población de San Juanito, 60 kilómetros al sureste de la capital, según reportó la cadena Radionet. Fue precisamente en esa localidad donde se iniciaron el viernes los combates, cuando tropas del ejército rescataron a un ingeniero que estaba en poder de los rebeldes.

Hasta el cierre de esta edición, el número de víctimas seguía siendo incierto. La televisión TV-Hoy, cuyos periodistas sobrevolaron la zona, aseveró que serían 25 los soldados muertos y 15 los desaparecidos o secuestrados, pero fuentes militares aseguraron que no hay cifras definitivas.

Según el gobernador de Meta, Alfonso Ortiz, son cinco los militares muertos, mientras que el comandante del ejército, general Manuel Bonnet, reveló que los combates también dejan como saldo ocho guerrilleros fallecidos y 15 capturados. La Cruz Roja mencionó que se han recuperado 20 cadáveres, pero uno de los soldados heridos indicó que las víctimas mortales son 27, 19 de las cuales son militares.

De confirmarse los informes de la prensa, sería el golpe más violento de los rebeldes contra el ejército desde el ataque de agosto del año pasado a una base militar de Caquetá, donde murieron 27 militares y 60 fueron tomados prisioneros.

El ministro de Defensa señaló que las cifras de muertos y heridos no se han conocido plenamente por dificultades de comunicación, y señaló que los combates comenzaron por iniciativa del ejército y no por una emboscada de la guerrilla.

En la ceremonia asunción ante el presidente Samper, González se refirió al eventual diálogo que propuso la Comisión Nacional de Reconciliación, conformada por la Iglesia católica, dirigentes políticos, académicos y expertos en asuntos internacionales, y dijo que no la apoyará si la guerrilla no muestra verdadera voluntad de paz.

Calificó a la guerrilla de hipócrita y le exigió cumplir con las normas del derecho internacional como primer paso para buscar la paz, porque, dijo, las mayores víctimas del conflicto están en la población civil.

Bajo esta situación, las circunstancias no están dadas ya que los rebeldes continúan atacando y sembrando el terror, añadió.

No obstante la posición de González, un miembro de la oficina de la comisión para la paz, Daniel García Peña, indicó que pese al recrudecimiento de la guerra, se debe buscar una solución al conflicto.

El ministro de Defensa se comprometió también a fortalecer la lucha contra el narcotráfico y reclamó a la comunidad internacional el reconocimiento de los resultados logrados por su país en la materia.

Mientras tanto, los obispos católicos de Colombia, que hoy iniciaron su asamblea anual para analizar los distintos problemas sociales, políticos y económicos del país, reclamaron al gobierno y la guerrilla solucionar por la vía negociada uno de los conflictos más largos y cruentos de América Latina, que lleva ya más de tres décadas.

También denunciaron la ``impresionante'' expansión de la pobreza, pues cada día son más los colombianos que no tienen acceso a la alimentación, la salud, la educación y la información, al tiempo que criticaron la ``terrible'' corrupción de la clase política