La Jornada 5 de febrero de 1997

LA MAGIA DE TEPOZTLAN

Oscar Camacho Guzmán, enviado, y Francisco Guerrero Garro, corresponsal /III, Cuernavaca, Mor. Ť Con una estructura electoral limitada y una membresía de apenas mil 500 militantes, el PAN está seguro que Morelos será el siguiente estado que se pintará de azul, y para ello le apuesta a la inconformidad ciudadana con la crisis económica, al beneficio de las pugnas internas en el PRI y el PRD, y a una propuesta política de cambio sin ruptura.

En su contra --dice el PRD--, está su identificación como ``aliado del salinismo y cómplice del gobernador Carrillo Olea, a quien le ha aprobado todas sus iniciativas de ley''. En su contra también --y esto lo afirma el PRI--, llevan su ``intolerancia como partido de derecha y su nula identificación con las causas históricas de los morelenses''.

Imputaciones a las que el dirigente estatal del blanquiazul, Adrián Rivera Fernández, encara: ``antes decían que eramos un partido de empresarios y del clero, pero como ahora tanto el PRI como el PRD tienen también fuertes respaldos empresariales y acercamientos con la Iglesia, entonces recurren a lo primero que se les viene a la cabeza, aunque sepan que están mintiendo''.

Tercera fuerza política en 1988, la ola azul desbancó al PRD en los comicios presidenciales de 1994 y hoy aspira a sacar el mayor provecho electoral del recuerdo dejado en las urnas de la entidad por Diego Fernández de Cevallos y dar así --dicen ellos-- el ``brinco al cielo''.

Rivera Fernandez así lo cree y ve en una economía estancada, el desempleo, la inseguridad pública y un gobernador con baja popularidad, las condiciones propicias para que su partido triunfe en los 28 ayuntamientos donde presentarán candidatos.

``Nuestras expectativas reales --ha dicho Rivera Fernandez-- son que podemos ganar Cuernavaca, Cuautla, Ocuituco y otros cinco municipios importantes, donde se asienta el 80 por ciento de los morelenses.

``Además, estamos en condiciones de ganar al menos seis o siete diputaciones uninominales y esto --afirma--, no son declaraciones que nos sacamos de la manga, sino que hay encuestas que nos permiten afirmarlo''.

Antes de que se le pregunte, el dirigente panista sale al paso de quienes han definido al PAN como un partido ``cacha votos'', y sostiene que Acción Nacional nunca se ha propuesto promover las pugnas internas en el PRI y el PRD para beneficiarse de ellas en las urnas.

``Si nos dicen `cacha votos' es algo que no nos preocupa. Nosotros trabajamos con una propuesta para convencer a la ciudadania de que somos la mejor opción de gobierno y no hacemos nada para alentar situaciones de conflicto en otros partidos. Eso es asunto de ellos. Pero tampoco podemos hacer nada para que vote por nosostros quien se siente molesto, inconforme, desilusionado de su partido o de los conflictos entre el PRI y el PRD'', afirma.

De la presencia y organización de su partido en el estado, Rivera Fernández reconoce que sólo tienen comités en 18 de los 33 ayuntamientos del estado y a mil 500 militantes registrados, pero advierte que su fuerza como partido no radica en el número de afiliados.

``Nuestro principal capital político está en nuestra propuesta de gobierno y no en la membresía ni en la estructura que tenemos. Nuestra fuerza es nuestra propuesta, el prestigio de nuestros candidatos, nuestra plataforma política, y que la ciudadanía ve que en las entidades y los municipios que gobierna Accion Nacional se gobierna bien, eficientemente y con honestidad'', expresa.

Acerca de las pugnas internas del PAN-Morelos, que afloraron en la convencion que designó las candidaturas y que provocó, incluso, encuentros a golpes durante el desarrollo de ésta, Rivera Fernández sólo acepta que ``hay diferencias'', que no ``trascendieron más allá de la asamblea'' y que la unidad y la moral en el panismo morelense ``están en su más alto nivel''.

PRI y PRD, enemigos disminuidos

Sobre sus contendientes, el dirigente panista es contundente: ``son partidos debilitados, que se están acabando internamente''.

``El PRI va dividido y sin la ventaja de poder usar a sus mapaches, sus trucos de siempre y sus trampas electorales, y aunque gastaran muchísimo dinero en sus campañas, esto no compensará su divisionismo interno y el descontento que con ellos tiene la ciudadanía''.

Este partido, dice, ``está bajando y bajando'' y señala la importante merma de votos que el tricolor tuvo en 1994, primero por la ``creciente insatisfaccion y desconfianza que los gobiernos priístas han generado en la ciudadanía, y segundo, por la cada vez mayor división que se da dentro del priísmo morelense, que ahora vemos en tomas de ayuntamientos, bloqueos de carreteras, tomas de presidencias municipales y las recientes deserciones de dirigentes y militantes priístas''.

En cuanto a Cuernavaca, indica que ``habrá mucho dinero y mucha influencia'', además de la ayuda que podría dar César Augusto Santiago, que se sabe que ya esta aquí. Del PRD opina que ``se está golpeando, hiriendo y destrozando como organizacion política, y no se le ven perspectivas, pues van a las elecciones divididos y desmoralizados''.

Y señala que si bien el dirigente nacional de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, ``ha estado trabajando intensamente en los estados y Morelos, también es cierto que en el PRD local hay intereses maquiavélicos en donde lo que interesa es ganar por ganar, con quien sea y como sea, sin importar los medios y el desprestigio o el divisionismo que en el interior del Partido de la Revolución Democrática esto pueda causar''.

La referencia la hace Rivera Fernández para señalar a Graco Ramírez y su Frente Cívico Morelense, de quien dice que trata de obtener popularidad esparciendo rumores, ``que no puede confirmar'', como el de que el narcotraficante Amado Carrillo vive en Cuernavaca o descalificando al gobierno de la entidad, a falta de propuestas coherentes y concretas para atraer el voto ciudadano.

--Ellos a su vez señalan que el PAN es un ``lobo disfrazado de cordero'' y que ha pasado de ser un partido de oposición a un ``cómplice del gobierno''. Aquí específicamente dicen que está aliado con el gobernador, que le ha aprobado todas sus iniciativas, entre éstas la ley electoral.

--Lo que sucede es que ya no tienen nada que decir, y eso de que somos aliados del gobierno, como ha dicho el perredista Ignacio Suárez Huape, no es otra cosa que una consigna de campaña. El mismo Huape me ha dicho a mí en corto que él sabe que eso no es cierto, pero que algo tiene que decir.

``Aquí lo que se ve es que hay temor al PAN, y estamos confiados en que podemos ser la primera fuerza''.