La Jornada 5 de febrero de 1997

Se fijan límites para la captura de camarón, abulón y erizo

Angélica Enciso Ť En los últimos años la sobreexplotación de camarón, abulón y erizo ha llevado a que a partir de este año se comiencen a reducir los niveles de captura para que esas especies no se vean afectadas biológicamente, informó el Instituto Nacional de Pesca (INP). En el caso del abulón las cuotas de captura tuvieron una baja de entre 10 y 30 por ciento.

Respecto al camarón, se requiere reducir el número de barcos que pescan, ya que cada uno en promedio captura 10 toneladas y el producto se encuentra ``ligeramente'' sobreexplotado, informó el director de Investigación, Evaluación y Manejo de Recursos Pesqueros del organismo desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), Pablo Arenas.

Explicó que el organismo realiza un estudio de la salud de las 17 especies más importantes para determinar cuáles son los niveles óptimos de captura que evitarían que se vean afectadas biológicamente, y también para que las empresas orienten sus esfuerzos hacia aquellas pesquerías que pueden ser más explotadas y sean más rentables.

Sobre el camarón, explicó, existe un sobreesfuerzo en su captura ya que hay más barcos de los que se requieren para realizar esa actividad.

En el océano Pacífico hay mil 300 embarcaciones registradas, y la actividad óptima para garantizar la sustentabilidad del recurso es de 980 barcos. En lo que se refiere a la pesca de esta especie en el Golfo de México, el nivel ideal sería de 680 barcos y hay un excedente de 100, agregó.

Ante esto, es necesario reducir el número de barcos, lo cual se podría dar con el programa de renovación y mejoramiento de la flota pesquera destinado primordialmente a la camaronera, indicó.

Consideró también se sobreexplota el erizo, mientras sobre la langosta hay un ``ligero'' sobreesfuerzo. En tanto, dijo, hay especies cuya captura se puede incrementar como el atún y calamar.

Sin embargo, agregó, el resultado final de los monitoreos y la evaluación de la salud de las especies se dará a conocer a mediados de año y será el primer estudio de este tipo que se realiza en el país. Su objetivo es dar una orientación en la explotación de las pesquerías, y que se presenten esquemas de manejo que después pasen a ser programas para la administración de los recursos pesqueros.

Indicó que las pesquerías no se pueden cerrar totalmente, por lo que un mecanismo de control son las vedas y la reducción de cuotas. A corto plazo el objetivo es incrementar la biomasa, y a largo plazo se busca que llegue a un nivel óptimo de aprovechamiento. Otras pesquerías cuya salud es analizada son tiburón, pelágicos menores, pulpo, mero y caracol.

En la actualidad, del total de la producción pesquera el camarón, calamar, túnidos, sardina y mojarra representan el 50 por ciento del total.

Abulón, el caso más crítico

A partir de 1980 la presencia de abulón en las costas de Baja California se redujo al pasar de una captura de 3 mil toneladas a las 300 de la actualidad. Ante ello las autoridades ambientales han decidido reducir las cuotas de captura para evitar que su explotación comercial desaparezca.

El producto que es destinado en gran parte a la exportación, con un valor por tonelada de 90 mil dólares, se reproduce sólo en el sur de Canadá y llega hasta las costas de Baja California Sur, además de ciertas regiones de Nueva Zelanda.

De acuerdo con un estudio de la biomasa del abulón en los diferentes bancos que se ubican en las costas de Baja California, el INP encontró que su presencia había bajado drásticamente por lo que acordó reducir las cuotas de captura de 10 a 30 por ciento para la actual temporada que comenzó a principios de enero, indicó Arenas.

Explicó que en coordinación con los productores buscarán cambiar el enfoque de aprovechamiento del molusco por una visión centrada en su recuperación, y detalló que la cooperativa con el mayor número de captura obtiene 200 toneladas, y la de menor llega a 20 toneladas.

La presencia de abulón en la región ha bajado a una tercera parte de lo que se tenía hasta hace unos años, agregó Arenas. Ante ello, dijo, se tiene que reducir su aprovechamiento para permitir su reproducción, el cual es un proceso muy lento, ya que su maduración lleva varios años.

Mencionó que el récord de captura del abulón se dio en la década de los 40, cuando se llegó a las 6 mil toneladas; desde entonces no se han dado esas tasas de captura. A partir de los 70 comenzó una baja en las poblaciones de abulón, el cual tuvo una ligera recuperación en 1990, pero en los siguientes años volvió a bajar.