La Jornada 5 de febrero de 1997

Estudiantes del IPN causaron destrozos en varias calles céntricas

Alberto Nájar y Raúl Llanos Ť Por un incidente menor de tránsito, cientos de jóvenes de escuelas vocacionales agredieron ayer a transeúntes, causaron destrozos a automóviles y camionetas, paralizaron el tráfico vehicular en la mitad del primer cuadro y retuvieron al coordinador del Agrupamiento Transformación 2000, Jorge Carrasco, a quien intercambiaron por uno de sus compañeros detenido.

El problema inició a las 17:20 horas cuando un microbús de la Ruta 1 chocó con el automóvil de Ricardo Morales, estudiante de la Vocacional 5. Según la versión de los estudiantes, ambos conductores llegaron a un arreglo, y cuando Morales se retiraba fue interceptado por las unidades A 421 y A 422 de T-2000, cuyos tripulantes lo subieron a una patrulla y lo trasladaron a la Quinta Agencia del MP. Pasajeros del microbús narraron que después de la detención decenas de jóvenes abordaron esta unidad de transporte colectivo y golpearon al chofer --quien no fue identificado-- y despojaron a los usuarios de sus pertenencias. Juan Carlos Aguilar, quien viajaba en el micro, dijo que perdió a manos de los porros sus tenis, mochila y dinero.

Posteriormente los estudiantes bloquearon el tránsito en Emilio Dondé, lugar en el cual se suscitó un conato de enfrentamiento con el cuerpo de granaderos. Otros más cerraron Balderas, Ayuntamiento, Arcos de Belén, Enrico Martínez, Revillagigedo y Luis Moya, paralizando amplias zonas del Centro y sus alrededores.

En una actitud agresiva y armados de palos y piedras, los politécnicos golpearon a un grupo de granaderos que se mantenían de guardia junto al Palacio de Covián, secuestraron seis microbuses, patearon portezuelas de automóviles que se quedaron atrapados y destrozaron los vidrios de dos camionetas, una Chévrolet pick up y una Cherokee, a cuyos conductores causaron lesiones graves al ser agredidos por decenas de adolescentes.

Nada ni nadie contuvo su enojo y se dedicaron a cometer diversos actos de vandalismo, sin que los patrulleros pudieran hacer algo. A los oficiales y mandos de la SSP que trataron de dialogar les advirtieron que si no regresaban al detenido quemarían microbuses de la Ruta 1.

En una actitud provocadora retuvieron al coordinador del agrupamiento T-2000, Jorge Carrasco, y al mayor Efraín Escobar Junco. Los oficiales permanecieron serenos y dieron la razón a los estudiantes; incluso Carrasco confesó que sus subordinados ``son unos hijitos de la chingada y no los voy a solapar'', e incluso ofreció consignarlos de inmediato.

A las 19:00 horas arribó una patrulla con el detenido, quien sonriente bajó de la unidad y levantó la mano en señal de victoria; sin embargo, los líderes estudiantiles de la Vocacional se negaban a liberar a los oficiales hasta que se les entregara a los policías de T-2000 que, a su juicio, causaron el incidente.

Al final y tras negociar la reparación del automóvil del estudiante, Carrasco y el mayor Escobar quedaron libres y se levantó el bloqueo. Cerca de las 10 de la noche, un centenar de politécnicos entregaron un pliego petitorio en el área de Acciones Preventivas por los maltratos del T-2000. ``¿Y los daños que ellos cometieron, quién los va a pagar o por qué no se castigan?'', denunció Alejandro Simishu, conductor de la Cherokee.