En Caracas, la policía reprimió una marcha de universitarios
Reuter, Dpa, Efe, Afp y Pl, Caracas, 5 de febrero Ť Fuerzas antimotines de la policía venezolana reprimieron hoy con gases lacrimógenos, perdigones de goma y chorros de agua una marcha que pretendían efectuar estudiantes, y que el gobierno prohibió argumentando que los organizadores no garantizaban la seguridad.
Las escaramuzas se desataron en los alrededores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde se apostaron las fuerzas antimotines para impedir el comienzo de la llamada Gran Marcha Nacional Universitaria, en tanto que los organizadores seguían negociando con la Gobernación de la ciudad el permiso.
El permiso había sido solicitado con suficiente tiempo de antelación, pero las autoridades nunca resolvieron positivamente. Así, ante la desesperación de que no llegaba, grupos de estudiantes que sumaban unos mil 500 intentaron partir, pero de inmediato fueron dispersados violentamente por los los uniformados.
En los medios universitarios se informó de una veintena de heridos y ningún detenido, en tanto que otros efectivos de la policía y de la militarizada Guardia Nacional impidieron la llegada de una treintena de autobuses de universitarios en las afueras de Caracas, cuyos contingentes venían del interior del país a sumarse a la marcha.
En los alrededores de la UCV unos 40 estudiantes que se cubrieron los rostros con camisas enfrentaron a los antimotines con piedras y bombas de fabricación casera, pero pronto fueron sometidos. A la par, estudiantes de secundaria quemaron neumáticos y se enfrentaron a la policía en el suburbio de Guarenas.
Aunado al bloqueo de la ciudad universitaria por los antimotines fuertemente armados, la restricción del paso de peatones y vehículos provocó un enorme embotellamiento de tráfico. Pero además, durante la represión de los universitarios también resultó reprimido un grupo de diputados de Causa Radical.
El diputado Vladimir Villegas, cuyo grupo había llegado a la UCV para mediar entre manifestantes y policía, denunció que se estaba cometiendo un atropello contra profesores y universitarios y la violación del fuero parlamentario por orden expresa del jefe de inteligencia de la Policía Metropolitana, que ordenó la represión.
La marcha se inscribía en una jornada de protesta contra el gobierno y su política económica, y en demanda de un presupuesto para la educación superior pública y pagos de deudas a profesores y empleados. La jornada, asimismo, se iba a efectuar en momentos en que 17 universidades públicas se encuentras paralizadas.
Los universitarios, que cuentan con el apoyo de 25 gremios agrupados en el Foro de Profesionales --entre ellos médicos e ingenieros--, exigen un aumento de salarial del 125 por ciento para docentes, así como el cumplimiento de compromisos adquiridos por el gobierno del presidente Rafael Caldera.
Mientras, el diario El Nacional citó a organismos de inteligencia denunciando la existencia de presuntos planes para incitar a la rebelión popular, en la que estarían involucrados el Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR-200) y elementos de las guerrillas colombianas, entre una veintena de organizaciones.
En un amplio reportaje, según esto, se menciona que el brazo armado del MBR-200 quiere poner en marcha un plan de Alfa-Centauro que incluye la eliminación física de altos miembros del gobierno civiles y militares. Tal plan, añade, se inscribe en la agudización de los conflictos sociales y la acumulación de éstos.
Si bien no involucra directamente al ex comandante Hugo Chávez, el líder de la intentona golpista del 4 de febrero de 1992, el informe asienta que está enterado de todas las reuniones subversivas que se efectúan tanto en Caracas como en el interior del país. De hecho, Chávez recién denunció preparativos golpistas dentro de las fuerzas armadas.