Asegura el ejército colombiano que logró el retiro de las FARC
Afp, Ansa, Reuter, Dpa, Efe y Ap, Santafé de Bogotá, 5 de febrero Ť El ejército de Colombia anunció hoy haber recuperado el control de San Juanito, a menos de cien kilómetros de esta capital, luego de cuatro días de fuertes combates con las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El comandante del ejército, general Manuel Bonnet, quien se desplazó a la zona para supervisar personalmente las operaciones militares, aseguró que sus tropas --que contaron con el apoyo de aviones de combate y helicópteros artillados-- lograron poner en retirada a los rebeldes, que se replegaron a las montañas.
El escenario de los combates, que se iniciaron el sábado, se ubica entre los límites de los departamentos centrales del Meta y Cundinamarca.
El resultado fue de 29 muertos, entre los que se cuentan 16 soldados y 13 guerrilleros, además de ocho soldados heridos. Asimismo, se rescató a un grupo de 37 soldados que inicialmente se pensó que estaban desaparecidos.
Bonnet explicó que las tropas permanecerán un tiempo en la zona para evitar que los insurgentes regresen y porque así lo han pedido los habitantes de San Juanito, donde se concentraron más de mil campesinos tras huir de las áreas de combate entre soldados y guerrilleros.
De hecho, en las últimas horas en la zona ya sólo se escuchan algunos bombardeos esporádicos.
El militar reconoció que cuatro helicópteros artillados que transportaban a las tropas a la zona resultaron averiados por los disparos de los rebeldes, que para lograr repeler a los guerrilleros fueron requeridos más de 500 efectivos militares, entrenados en lucha de contrainsurgencia y provistos de desarrollado armamento.
Por su parte, el presidente Ernesto Samper declaró que es inminente un diálogo entre su gobierno y las FARC para negociar la liberación de 60 soldados y 10 infantes de marina, en manos de los guerrilleros desde el 30 de agosto pasado.
El mandatario agregó que está en disposición de ofrecer en este nuevo diálogo las ``garantías y condiciones necesarias para que pueda ocurrir la liberación.
Durante una gira por San José del Guaviare, capital del Guaviare, el gobernante indicó que analizará la posibilidad de retirar las tropas de una pequeña aldea del departamento del Caquetá para facilitar la liberación de los retenidos, en clara alusión a Remolinos del Caguán, que en el pasado el gobierno rechazó desalojar.
Las declaraciones del mandatario se produjeron luego de que las FARC enviaron a una emisora de radio pruebas de supervivencia de los 60 soldados que tomaron prisioneros hace cinco meses, que consisten en fotografías y cartas de los militares cautivos.
En su comunicado, el grupo añadió haber capturado hace tres semanas a 10 infantes de marina en Chocó.
Sectores políticos y de la Iglesia católica se mostraron esperanzados sobre la suerte de los soldados retenidos al conocerse las pruebas de sobrevivencia, en tanto que el presidente Samper dijo que facilitará los contactos y reiteró que su asesor en derechos humanos, Carlos de Roux, seguirá siendo el vocero oficial en estas conversaciones.
El ministro del Interior, Horacio Serpa, se manifestó optimista e indicó que el acercamiento con las FARC podría servir de base para un proceso de paz global con la insurgencia.
A su vez, el obispo Alberto Giraldo aseguró que la Iglesia católica siguen dispuesta a prestar sus buenos oficios para que la paz llegue a Colombia.
El líder de las FARC, Pedro Antonio Marín, más conocido como Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, insistió en una carta en que la liberación de los soldados ocurrirá cuando el gobierno acepte desmilitarizar una amplia zona del sureño departamento de Caquetá, en referencia a la parte que en diciembre pasado incumplió el Ejecutivo colombiano.
En otro plano, mientras el presidente Samper advirtió que su país no está en capacidad de solucionar el problema de consumo de drogas que otros no pueden superar dentro de sus fronteras, el vice-presidente Carlos Lemos y el ministro de Justicia, Carlos Medellín, advirtieron sobre las ``consecuencias'' de darse otra ``descertificación'' estadunidense.
En tanto que aún no había acuerdo entre el gobierno y las centrales sindicales para evitar una huelga general que se realizará el 11 de febrero, un grupo clandestino se atribuyó los últimos atentados dinamiteros contra la sede de Convivir, y aseguró que seguirá actuando contra los comerciantes e industriales que financian a los paramilitares.