La Jornada 6 de febrero de 1997

Cayó el consumo de carne y lácteos

Patricia Muñoz Ríos Ť A consecuencia de la crisis, el consumo nacional de carne, lácteos y alimentos preparados e industrializados se desplomó entre 35 y 60 por ciento en los últimos dos años, advierte un informe de la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC).

Esto representa un retroceso de diez años en los niveles de consumo de productos básicos, ya que los actuales registros de compra-venta de estos alimentos se equiparan a los que se tuvieron entre 1985 y 1986.

Por ejemplo, el consumo de carne a nivel nacional cayó entre 50 y 60 por ciento en promedio, aunque en las regiones más pobres del país el descenso llegó hasta el 70 por ciento de los niveles que había alcanzado en la década pasada.

Del mismo modo, el consumo de lácteos tuvo una baja promedio del 35 por ciento, asegura el informe, y expone que descendieron las ventas de queso, crema y otros derivados y sólo creció ligeramente la comercialización de leche.

Otro ejemplo son los alimentos preparados e industrializados, como mermeladas y conservas, cuyo consumo decreció hasta 38 por ciento en algunos renglones, e incluso desaparecieron líneas de producción como la fruta enlatada.

Los datos señalan que descendieron los niveles de comercialización de la mayoría de los productos básicos, cuando debería ser al contrario debido al considerable crecimiento poblacional del país.

Indica el informe que el encarecimiento de los básicos, aunado a los problemas de desempleo y la caída del poder de compra son los principales factores que han desincentivado el consumo nacional. Por ejemplo, la carne de res en sus diferentes presentaciones ha tenido un incremento de precios de entre 87 y 126 por ciento durante los últimos dos años.

La carne de cerdo se encareció entre 110 y 123 por ciento; la de pollo en 134.0; las leches se elevaron de precio en 126 en su presentación de tetrapack de un litro, y en 145.7 la de polvo; en tanto, productos como las mermeladas se incrementaron en 107.6 por ciento, los alimentos preparados para bebé entre 116 y 146.7, y los jugos de sabores en más de 255 por ciento.

Al respecto, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Fernando Lerdo de Tejada, reconoció en entrevista que son los productos de primera necesidad los que han sufrido una mayor presión al alza.

El funcionario sostuvo que el mayor aumento de precios se ha dado en los productos que integran la canasta básica, y aseguró que la Profeco estará atenta a cualquier movimiento en los mismos. Se está teniendo cuidado para atender de inmediato cualquier presión inflacionaria, de manera que ante incrementos de productos importantes de inmediato se convoca a reuniones con productores y distribuidores para analizar la situación y asegurar que no haya presiones extraordinarias que estén elevando los precios, comentó Lerdo de Tejada, y confió en que no habrá un ``rebote'' de la inflación este año.